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viernes, 6 de diciembre de 2013

EEUU cambia de bando y prefiere una alianza con la burguesía islámica de Irán y prescinde del feudalismo saudita del Ryad .extraído de Aurora Digital.

EEUU cambia de bando y prefiere una alianza con la burguesía islámica de Irán y prescinde del feudalismo saudita del Ryad . extraído de Aurora Digital.




Nota   1 del autor del blog : preferible es una alianza con una burguesía  islámica, que con unos cuantos feudales ¿no? Se repite la historia de Teng Xiao Ping pero esta vez en Irán.

Nota 2 del autor del blog : si EEUU abandona a su suerte a Arabia Saudita se le viene la primavera árabe. Es decir la revolución burguesa anti feudal . son decenas de miles de norteamericanos que los cuidan .y el petróleo ya no es tan importante para EEUU pues tiene su gas de esquisto como para exportar, además las mayores reservas de petróleo están en Venezuela y todo ese petróleo fluye a EEUU con un TLC de facto asimismo la importancia de Israel como guardián del petróleo para  occidente en Medio Oriente ya casi no tiene tanta importancia.

El camino de Teherán

http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Oriente_Medio/55198/

Jonathan Spyer




Un informe del periodista de investigación, que escribe desde Washington, Hussein Abdul Hussein, en el diario kuwaití “Al Rai” revela los pormenores de un canal de comunicación indirecto de Estados Unidos con Hezbollah.
El informe llega, por supuesto, pisándole los talones al acuerdo provisional, alcanzado en Ginebra, entre las potencias mundiales -aglutinadas en el Grupo 5 + 1- e Irán, que le permite a éste último seguir enriqueciendo uranio.
Las noticias sobre los detalles que están apareciendo también sugieren una división tajante entre EE.UU. y Arabia Saudita sobre la política regional en general, y hacia Siria en particular. Las autoridades sauditas están expresando oficialmente su alarma por la dirección de la política estadounidense. 

Echando leña al fuego jubilosamente, algunos medios de comunicación asociados a Irán han sugerido que Washington está tratando activamente de contener al jefe de la inteligencia saudita, el príncipe Bandar bin Sultan, que es partidario de una línea dura contra la interferencia iraní en la región.

Mientras tanto, se ha llegado a un acuerdo sobre la largamente postergada conferencia “Ginebra 2 “, para discutir la guerra en Siria.

La conferencia se llevará a cabo porque los representantes de la oposición siria, respaldada por Estados Unidos, abandonaron su exigencia de que el presidente Bashar Assad no podría tener ningún papel en ninguna de las fases de transición de gobierno en ese país.

¿Qué significa todo esto?

Hay un número creciente de voces que perciben un proyecto que está tomando forma detrás de todos estos detalles: es decir, un esfuerzo de la actual administración de EE.UU. para convertir al régimen iraní de adversario a socio.

El método: acceder, parcial o totalmente, a las principales demandas iraníes.

Echemos un vistazo a cada punto con más detalle.

El informe del generalmente fiable Abdul Hussein detalla el mecanismo por el cual EE.UU. está hablando con Hezbollah, a pesar de que esa organización ha sido incluida dentro de su lista de grupos terroristas. Los que están llevando adelante la conversación son diplomáticos británicos.

El canal de comunicación entre funcionarios del Reino Unido y el “brazo político” del movimiento fue restablecido recientemente, en sintonía con la mejora de las relaciones entre Londres y Teherán.

Ahora sirve para transferir mensajes entre Washington y Teherán.
Una fuente diplomática anónima, citada por Abdul Hussein, explicó que este diálogo fue “concebido en correspondencia con los cambios en la región y el mundo, y con el potencial retorno de Irán a la comunidad internacional”.

El funcionario explicó que, debido a que EE.UU. no acuerda con la división [británica, enteramente ficticia] de Hezbollah en dos alas: “ política” y “ militar”, el diálogo directo en la actualidad no es posible.

El informe continúa señalando las ocasiones, en los últimos meses, en las que EE.UU. se vio en el mismo bando que Hezbollah.

Uno de ellos, muy notablemente, fue en junio pasado, cuando el ejército libanés, junto a los combatientes de Hezbollah, luchó contra los partidarios del predicador salafista pro-Al Qaeda, Ahmad al Assir, en la ciudad libanesa de Sidón. EE.UU. apoyó al ejército, sin hacer referencia al papel clave desempeñado por los combatientes de Hezbollah en la acción - que resultó en la derrota de al Assir -.

El otro fue la condena estadounidense de los recientes atentados con explosivos de grupos vinculados a al Qaida contra la Embajada iraní en Beirut.
La condena, muy destacada en el Líbano, no contenía ninguna referencia a la presencia de los combatientes iraníes y de Hezbollah en Siria.

El informe de Abdul Hussein, también nos dice que el “empeño” de EE.UU. hacia Irán no se limita solamente al expediente nuclear. Más bien, incluso antes de que se llegara a algún acuerdo global; Washington parece haber comenzado a desmantelar prolijamente la estructura diplomática montada para tratar de contener las ambiciones regionales de Irán.

Incluso Hezbollah - el “proxy” de Teherán, que asesinó a 241 marines estadounidenses en Beirut en 1983 - es ahora, evidentemente, es un sujeto conveniente para la comunicación, como parte del retorno de Irán a la comunidad internacional.

Los informes que hablan de los esfuerzos estadounidenses para contener a Bandar son algo menos confiables, viniendo -de donde vienen - de los medios de comunicación pro-iraníes y pro -Hezbollah (al Manar y la agencia de noticias Fars asociada a la Guardia Revolucionaria iraní). Pero sin duda, las profundas frustraciones sauditas con la dirección de la política de EE.UU. no son una invención de los propagandistas pro - iraníes.

Nawaf Obaid, un alto asesor de la familia real saudita, acusó a Washington de engañar a Riad sobre el acuerdo nuclear con Irán. “Se nos mintió, nos ocultaron las cosas”, dijo Obaid a una audiencia en Londres, tal como fue citado por el The Daily Telegraph.

Luego prometió la continua resistencia saudita frente a las maquinaciones de Irán en la región. En particular, expresó la determinación de Arabia Saudita para hacer retroceder a los iraníes en Siria.

“No podemos aceptar a la Guardia Revolucionaria correteando en Homs”, dijo el asesor.

Pero este tono desafiante aparece en marcado contraste con la posición que está desarrollando EE.UU.

Se ha programado que la conferencia de Ginebra 2 se lleve a cabo el 22 de enero. Es un asunto patrocinado por Estados Unidos. Aún no está claro si el propio Irán estará allí. Pero lo que está claro es que la conferencia se llevará a cabo en su totalidad de acuerdo con el orden del día del régimen de Assad y sus partidarios.

Eso es - la Coalición Nacional Siria, respaldada por Estados Unidos, enfrentará directamente al régimen; mientras que el gobierno de Assad rechaza ahora de plano cualquier idea de dimisión.

Canturreando la vieja retórica baasista, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria dijo, en un comunicado, que “ La delegación oficial siria no va a Ginebra a entregar el poder... La era del colonialismo, con la instalación y el derrocamiento de gobiernos, ha terminado. Deben despertarse de sus sueños”.

Los rebeldes armados no van a enviar representantes a la conferencia.
Financiados y armados por Arabia Saudita y Qatar, han formado un nuevo “Frente Islámico” que está luchando contra el régimen en torno a Damasco, en Alepo y en la región fronteriza de Qalamoun. La ventaja militar continúa en flujo y reflujo.

Pero el fuerte contraste entre la diplomacia, encabezada por Estados Unidos, y los acontecimientos sobre el terreno es un claro recordatorio de hasta que punto la posición de Washington se ha alejado de la confrontación, lejos de Riad - y en dirección a Teherán.

Assad ha recuperado la suerte en el transcurso de 2013, principalmente debido a la asistencia masiva que ha recibido de Irán. Washington, que apoya oficialmente a la oposición, parece estar patrocinando una conferencia que coronará ese logro.

Entonces,

¿está EE.UU., de hecho, cambiando de bando en la disputa entre Irán y las fuerzas regionales que buscan contener y hacer retroceder su avance?
Michael Doran, del Instituto Brookings, sugirió que Washington está en la primera fase de la búsqueda de una “asociación estratégica” con Irán, una “entente cordiale” que vería a una alianza entre EE.UU. e Irán como formando una pieza clave de la estabilidad regional.

Si esto es realmente lo que el cúmulo de pruebas detalladas anteriormente presagia; entonces el Oriente Medio se dirige hacia un periodo verdaderamente peligroso. Como Doran también señala, no hay razón alguna para pensar que los planes de Irán para la hegemonía regional hayan sido abandonados.

El efecto de las propuestas de Estados Unidos a Teherán y el debilitamiento de los aliados será el de alimentar el apetito de los iraníes. Esto servirá para que intensifiquen sus continuos esfuerzos de expansión.

Los esfuerzos correspondientes de otras potencias regionales, principalmente Israel y Arabia Saudita para resistir este proceso también aumentarán.


A su vez, es probable que esto signifique una mayor inestabilidad en toda la región - y también una eventual colisión directa podría resultar.

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