Banco
Mundial "El emprendimiento en América Latina: muchas empresas y poca
innovación". parte II extraido del WSJ
El
reto de Latinoamérica: hay muchas empresas pero muy poca innovación
http://online.wsj.com/article/SB10001424052702304096104579240811280621946.html?mod=WSJS_inicio_LeftTop
Por IVÁN ROTHKEGEL
América
Latina se benefició en los últimos años del ascenso de los mercados emergentes
para crecer a tasas aceleradas y mantener la inflación a raya en la mayoría de los países. Eso generó un clima
de estabilidad que ayudó a millones de personas a dejar la pobreza y engrosar
las filas de la clase media. Sin embargo, tiene una apremiante asignatura
pendiente: superar un déficit de
innovación.
Esa es la
conclusión del informe más reciente del Banco Mundial
"El
emprendimiento en América Latina: muchas empresas y poca innovación".
Banco
Mundial
Augusto
de la Torre, del Banco Mundial, hace un llamado al apoyo a los jóvenes emprendedores.
El organismo
advierte que el elevado número de compañías que se forman en la región no es
necesariamente sinónimo de éxito, sino un síntoma de la falta de dinamismo.
"Tenemos muchas empresas pequeñas porque las grandes no están creciendo ni
están generando suficiente empleo", dice Augusto de la Torre,
economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, que dirigió
el equipo que elaboró el estudio.
Lo que el
banco identifica como una "brecha" de innovación
abarca todo el espectro, desde las pequeñas empresas hasta las multinacionales latinoamericanas,
conocidas como multilatinas, y las
subsidiarias de los grandes conglomerados internacionales. "Nuestras empresas (…)
primero no tienen el tipo de inversión en investigación y desarrollo que las empresas
parecidas de otras regiones emergentes tienen y, segundo, cuando cruzan las
fronteras (…) normalmente lo hacen para vender en otros mercados el mismo
producto que venden en su mercado local", afirma de la Torre.
En general,
las empresas de la región introducen productos con menos frecuencia, invierten
menos en actividades de investigación y desarrollo, obtienen menos patentes y
son peor gestionadas que sus pares de países de un nivel de desarrollo
económico comparable en otras partes del mundo, señala el reporte.
Una de las recomendaciones del Banco Mundial es que los
gobiernos complementen el énfasis que han puesto en ayudar a la pequeña empresa
con políticas enfocadas a apoyar a las firmas jóvenes con un alto potencial de
crecimiento. "Es ahí donde se cuecen las habas en términos de crecimiento y
generación de empleo", señala de la Torre.
La
experiencia de dos emprendedores peruanos ofrece una luz de esperanza. Gary Urteaga y Manuel Olguín obtuvieron en agosto de
2011 fondos de Fidecom, un programa del gobierno
peruano, para desarrollar CinePapaya, un portal
de información sobre películas y ventas de entradas de cine.
Los
emprendedores recorrieron un ecosistema formado en los últimos años en la
región que busca adaptar las condiciones de Silicon Valley a América Latina. A
diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, el Estado juega un rol
preponderante, pero también hay una presencia cada vez mayor de las
universidades, centros de estudio y el sector privado, en un esfuerzo por
proveer financiamiento, asesoría, espacio de trabajo y una red de contactos a
empresas con un alto potencial de crecimiento. El sistema también está
conectado al propio Silicon Valley y otros centros mundiales de innovación.
Urteaga
cuenta que, entre otros, CinePapaya recibió financiación y asesoría de Wayra, una iniciativa del grupo español de
telecomunicaciones Telefónica S.A., el fondo de Silicon Valley 500 Startups y de Start-Up Chile,
un programa del gobierno que busca atraer emprendedores de todo el mundo al país.
La empresa tiene una plantilla de 14 trabajadores y espera facturar US$1 millón
este año, agrega el cofundador, pero su paso por el ecosistema no ha terminado.
CinePapaya
fue una de las semifinalistas, aunque no llegó a la recta final, de La Idea, una
iniciativa del Departamento de Estado de EE.UU. y la Agencia de EE.UU. para el
Desarrollo Internacional, para conectar a los empresarios latinoamericanos con
sus pares en EE.UU. y proveer financiamiento y asesoría. También fue invitado
al foro de emprendimiento e innovación LAB4+, organizado por las agencias de
promoción de exportaciones de Chile, Colombia, México y
Perú, en el marco de la Alianza del Pacífico,
que termina hoy en Santiago de Chile.
"En 2010 todos los
emprendedores del mundo miraban a Silicon Valley, pero tenían grandes problemas
para conseguir visas. Entonces surgió la idea: por qué no elegimos a los
mejores (…) para que vengan, se instalen y puedan trabajar acá", explica Carlos
Honorato, director de ProChile, la
agencia de promoción de exportaciones del país, sobre el origen de Start-Up Chile.
El programa
otorga a las empresas seleccionadas US$40.000 por seis meses sin pedir una
participación accionaria a cambio. La primera ronda de financiamiento atrajo a
22 empresas de 14 países, mientras que a la más reciente postularon más de
3.500 compañías de todo el mundo para 100 cupos, dice Honorato.
David
Andujo, un mexicano se
que autodefine como un "emprendedor serial" recuerda que en 1996,
cuando había formado su primera empresa mientras aún estudiaba negocios y
computación en el Tecnológico de Monterrey en Chihuahua "no había un ecosistema tan
fuerte de emprendedurismo de start-ups". Andujo es uno de los
fundadores de Rewards.to, una bolsa digital de empleos donde las empresas
ofrecen una recompensa por encontrar el candidato adecuado para llenar una
vacante. "El primer inversionista en esta nueva empresa lo logre dando un
pitch en Silicon Valley", cuenta. El pequeño empresario piensa mudarse
próximamente a Silicon Valley.
El
ecosistema no sólo abarca a las plataformas digitales. Tras graduarse de la
universidad como ingenieros en biotecnología, Diego
Belmar, Nicolás Ferreira y Hans Pieringer empezaron a desarrollar una
tecnología de control de bacterias, que bautizaron como Milkeeper. Trabajaron durante dos años en conjunto con el centro
chileno de biotecnología Fundación Ciencia y Vida, ligado al doctor Pablo Valenzuela, uno de los fundadores de la
biotecnológica estadounidense Chiron Corporation,
que fue comprada en 2006 por la farmacéutica suiza
Novartis AG por US$5.100 millones.
Los
científicos trataron, infructuosamente, de lanzar Milkeeper para el consumo
humano en los supermercados y los restaurantes. "El problema es que hicimos
un producto pensando en nosotros, pero no en el mercado", admite
Belmar.
El grupo
recibió apoyo del gobierno y de inversionistas privados hasta que conocieron a
un ganadero con el que trabajaron para adaptar Milkeeper a la crianza de
terneros. El producto es una solución en polvo que se usa para prevenir la
diarrea. La empresa, que se llama Phage Technologies,
ya tiene 7 empleados y Milkeeper se distribuye a
nivel nacional. Su meta es expandirse a América Latina y, a más largo plazo,
EE.UU., señala Belmar.
De la Torre,
del Banco Mundial, califica esta clase de esfuerzos como "prometedores",
aunque advierte contra el riesgo de pensar que son una varita mágica que
resolverá los problemas de la noche a la mañana. Los gobiernos, además, tienen
que atacar problemas de fondo cuyas soluciones son más de largo plazo y que son
comunes en toda la región, incluyendo la falta de competitividad de los
sectores que no están ligados al comercio internacional y la escasez de ingenieros y científicos, añade.
De la Torre,
en todo caso, es optimista. "Por primera vez en mi vida profesional
(…) veo a la región latinoamericana con la energía, el interés y la intensidad
de enfoque que se necesita en temas de crecimiento, de innovación y de
productividad", asevera.
Cuando
empezamos el estudio mi argumento con el equipo era que nuestras multilatinas
se iban a parecer muchísimo a las empresas multinacionales norteamericanas o
del mundo porque por algo están en los mercados internacionales. Yo había
esperado a ver las prácticas de administración y gerencia, los procesos de innovación, la inversión en investigación y desarrollo,
la conectividad, de manera parecida. Pero nos damos cuenta que también ahí hay
una especie de especificidad latinoamericana. Hay algo quizás más de fondo que está limitando la capacidad
innovadora de la región.
Nota del autor del blog: a mí me
parece que eso que limita es la corrupción
y el que vende no es el más eficiente sino el que pago la más alta coima. No solo a nivel de empresas sino a
nivel de gobiernos
Factores
históricos, quizás factores culturales asociados a la manera en que está
distribuida la riqueza y el poder que es mucho más desigual. No tenemos un
diagnóstico de fondo, pero es un resultado muy intrigante que se asienta cuando
ves el otro resultado de nuestro reporte que es cuando vemos a las
multinacionales que vienen de los países avanzados. Una multinacional que está
trabajando, por ejemplo, en América Latina pero también en Corea del Sur.
Cuando vemos el comportamiento de las dos subsidiarias vemos que la de América Latina es menos innovativa
que la subsidiaria de la misma multinacional en un país asiático. Lo cual
quiere decir que la cosa va más allá de los empresarios latinos. Algo de fondo
está pasando en el entorno fundamental en el cual vivimos, por así decirlo.
La economía informal:
Hay dos
datos que nos hacen revisitar este tema.
Primero,
en la mente de mucha gente, la pequeñez de nuestras empresas está asociada a la
informalidad, pero cuando vemos los números y los comparamos
internacionalmente, vemos que la pequeñez es también parte de la formalidad. Es
decir, que el monopolio de las empresas pequeñas no está en el sector informal,
Hay muchísimas más empresas en el sector formal que son pequeñas en
Latinoamérica comparada con otros países. Entonces, este problema de poco
crecimiento no es sólo un problema de la informalidad. Eso da que pensar que el
tema va más allá de la informalidad.
Segundo, está clarísimo que los crecimientos
importantes de la economía están asociados a la generación de empleos por parte
de las empresas grandes. Tampoco el sector formal tiene un monopolio de las
empresas grandes. Si bien formalidad e informalidad es una distinción
tremendamente útil, los problemas no se reducen a eso.
Qué países entienden el desafío y
cuáles se podrían estar quedando rezagados
Lo que
insinuamos en el reporte es que el programa de reformas y de políticas
económicas que se van a necesitar para despertar un espíritu innovador más
fuerte tiene que variar de un país a otro. Cuando vemos donde están los grandes
déficits, lo que encontramos es que varían de país a país. Por ejemplo, en
algunos países el problema de acceso al
financiamiento apropiado es mucho más importante y profundo que en otros
países. En algunos países el problema de ausencia
de ingenieros y de graduados en los aspectos de ciencia y tecnología parece
ser un obstáculo más grande que en otros países, aunque es un problema en toda
América Latina. El problema de la
seguridad de los contratos que están detrás de la innovación, los temas de
derechos de propiedad intelectual que son importantes para la inversión en
patentes e Investigación y Desarrollo es más pronunciado en algunos países que
en otros. Menos pronunciado quizás en Chile que en Guatemala.
Problemas comunes en la región
Hay dos
problemas que parecen que son comunes en toda la región que sugieren que son
obstáculos de altísima prioridad… la
insuficiente competencia en el sector de servicios y no transables… y el insuficiente número de profesionales en
ciencia y tecnología, el tema de la educación. Los dos aparecen
constantemente en todos los países. Eso sugiere que hay algunas agendas que ya
tienen algunas características regionales.
Diferencias entre los emprendedores
latinoamericanos y de otros países en EE.UU.
Es un
resultado tremendamente llamativo e inesperado. Contrariamente a lo que
esperábamos nos damos cuenta que el latino, controlando por educación y otros
factores, es menos emprendedor, lo cual sugiere que hay una cierta persistencia
de factores quizás culturales e históricos que generan actitudes y valores que
les acompañan a las personas más allá de su entorno. Esto es un poco como
cuando Newton tuvo la ley de gravedad y decía yo sé porque esto funciona así,
pero es así. Lo documentamos en el reporte, aunque no pretendemos tener una
explicación completamente satisfactoria.
Hay muchas asignaturas pendientes.
¿Es optimista?
Como decía
Menem, no estamos mal, pero vamos bien. Soy optimista porque por primera vez en
mi vida profesional veo a la región latinoamericana con la energía, el interés
y la intensidad de enfoque que se necesita en temas de crecimiento, de
innovación y de productividad. La Latinoamérica de los años 70, 80 y 90 fue una
región muy concentrada en temas de estabilidad macroeconómica. Nuestras mejores
mentes estaban dedicadas a como estabilizamos la inflación y arreglamos el
problema macro y también muy concentrados en como resolvemos los grandes
problemas de desigualdad social. Eso nos quitaba energías para pensar en
innovación y crecimiento. Eso ha cambiado y veo a la región lista para
enfrentare este gran problema de innovación y crecimiento.
Nota del autor del blog : si el señor Augusto de la Torre leyera extracción de cocaina empleando fluidos supercriticos, al margen si es bueno o malo ¿calificaría para una start Ups mexicana o peruana?¿seria innovador?
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