Guerras
dentro de las guerras en el norte de Siria .Salafistas, jihadistas, kurdos y
otros
La foto la extraje de
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Opinion/52858/
Aunque la
fuente original es esta :
http://jonathanspyer.com/
Jonathan Spyer
Una alta
figura del Ejército Libre de Siria(ELS),
manifestó que Al Qaeda se está preparando para declarar un “estado islámico” en
la zona norte de Siria, controlada por los rebeldes. Este anuncio fue emitido
en el transcurso de un período de frenética actividad por parte de los rebeldes
jihadistas que integran las organizaciones “Estado
Islámico en Irak y el Levante Sirio” y “Jabhat al-Nusra”.
Actividad
jihadista está dando lugar a la aparición de nuevas y complicadas líneas de
conflicto en el norte de Siria, tanto en las zonas controladas por los rebeldes
como más fuera de ellas.
En las
últimas semanas, los rebeldes jihadistas han asesinado a varios comandantes del
Ejército Libre de Siria. Incluyendo al miembro del
Consejo Militar Supremo (respaldado por Occidente), Kamal Hammami, y al
comandante del batallón del ELS, Fadi el-Qash, junto a uno de sus
hermanos. El ELS ha hecho responsable de los asesinatos al comandante del grupo
“Estado Islámico en Irak y el Levante Sirio”, Abu Bakr
al-Baghdadi, y exige su detención.
Los
jihadistas también chocaron con los combatientes kurdos en el área de Ras al-ain/Sere Kaniyeh en la frontera con Siria.
Estos enfrentamientos comenzaron después de que combatientes de Jabhat al-Nusra
atacaran un convoy custodiado por mujeres combatientes de la milicia kurda YPG. La respuesta del YPG condujo a
la casi expulsión de los jihadistas de la ciudad, mayoritariamente kurda.
Las
tensiones entre los jihadistas y otros elementos armados en el norte de Siria,
han alcanzado un pico sin precedentes. También hay indicios de un descontento
generalizado por las actividades de los jihadistas en la población civil del
norte, controlado por los rebeldes.
Los
jihadistas tienen fama de incorruptos y de un compromiso a muerte en el combate
contra las fuerzas del gobierno.
A pesar de
estos aspectos, parece que la rigidez y la opresión de su versión de la ley
islámica están provocando una reacción violenta.
En
Raqqa, la ciudad más
grande bajo control rebelde, manifestaciones y protestas han tenido lugar en
contra de los intentos de Jabhat al-Nusra y Ahrar
al-Sham - un grupo salafista de orientación más local - de imponer su
versión de la ley islámica. Los jóvenes habitantes de Raqqa, incluyendo a
muchos de los que eran activistas contra el régimen de Assad y que saludaron la
expulsión del régimen de la ciudad, están participando en las protestas contra
los nuevos gobernantes jihadistas de la urbe.
En el
contexto de las deterioradas relaciones entre la ELS y los jihadistas, hay
quienes afirman que al menos algunos
elementos de los jihadistas están en contacto con el régimen, y que sus
combatientes sirios incluyen a quienes en el pasado han luchado junto a las
milicias pro-Assad.
Las
acusaciones de este tipo no deberían ser simplemente descartadas como
habituales “teorías conspirativas” del Oriente Medio. Sin duda, el caso es que
en el período pre-2011, el régimen de Assad era experto en manipular y dirigir
las energías de los jihadistas sunitas hacia sus propios fines.
El
Aeropuerto de Damasco, como es sabido, se había convirtido en un centro
neurálgico para los jihadistas que trataban de llegar a Irak para participar en
los combates contra las fuerzas de EE.UU.
El régimen
de Assad también creó un grupo islamista títere en el Líbano, el grupo Fatah al-Islam, para promover su objetivo de
desestabilizar el país después que las tropas sirias fueran expulsadas ??en
2005. Por lo tanto, es muy posible que el régimen esté en contacto y
posiblemente dirija algunos elementos entre los jihadistas que participan en
Siria.
Los
jihadistas sirven a la narrativa del régimen, que sostiene que se dedica a
luchar principalmente contra terroristas extranjeros, y por lo tanto
contribuyen a desacreditar a los opositores de Assad.
Pero al
mismo tiempo, sería igualmente erróneo suponer que esa sea toda la historia. El
“Estado Islámico en Irak y el Levante Sirio” y Jabhat al-Nusra no son
organizaciones títeres. Siguen estando, evidentemente, entre los opositores más
feroces al régimen.
La veracidad
de las declaraciones del anónimo comandante del ELS sobre la inminente
declaración de un Estado por parte de los jihadistas también sigue sin ser confirmada.
Aymenn
Jawad al-Tamimi, un
investigador basado en el Reino Unido, que monitorea las declaraciones y
actividades en Siria para el sitio web Jihadology,
dijo que no había encontrado “nada en las páginas del 'Estado Islámico en Irak
y el Levante Sirio' que corroborara la idea de una declaración prevista para un
estado en el norte de Siria para después del Ramadán”, como afirma el oficial
de la ELS.
Tamimi, sin
embargo, no descarta la posibilidad de que el “Estado Islámico en Irak y el
Levante Sirio” podría estar planeando esa iniciativa, dada su “expansión” en el
norte de Siria y su dominio en ciertas áreas.
Es posible
que la publicación de esas afirmaciones forme parte del preludio de la acción de represalia por parte de elementos del ELS
en Siria contra los jihadistas. Ciertamente, fuentes cercanas a los rebeldes
confirman que ellos ven tal choque como una eventualidad inevitable.
También hay
que señalar que el “Estado Islámico en Irak y el Levante Sirio” y Jabhat
al-Nusra se han involucrados en una larga disputa entre ellos mismos sobre
quién es el auténtico representante de al-Qaeda en Siria.
Así, en el
norte de Siria, además de la guerra entre el régimen de Assad y la rebelión,
hay por lo menos tres conflictos adicionales discernibles que están teniendo
lugar.
1.-Los
jihadistas que apoyan a Al Qaeda están luchando contra la organización de
defensa kurda.
2.-Los
jihadistas también están involucrados en el asesinato de otros líderes
rebeldes. Y los opositores anti-jihadistas están organizándose contra ellos en
las zonas que controlan.
3.-Y, por
último, los jihadistas también están en disputa entre sí, aunque (aún) en forma
no violenta.
También es
posible, dado el historial del régimen de Assad y sus intereses, que algunos
entre las filas jihadistas estén vinculados al régimen.
Así que
además de las metástasis más allá de sus fronteras, la guerra civil siria está
también dando a luz a una variedad de nuevos conflictos dentro de la propia
Siria. Se trata de guerras dentro de las guerras - y no hay un final a la
vista. La víctima principal de todo esto es, por supuesto, el pueblo sirio.
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