Francia se resiste a reformar su economía
http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204846304578095230482023080.html?mod=WSJS_inicio_MiddleTop
Por RICHARD BARLEY
François Hollande podría estar a punto
de enfrentarse a su mayor reto hasta la fecha.
El presidente galo y su nuevo gobierno han estado
ocupados elaborando políticas para reducir el déficit público hasta 3% del Producto Interno Bruto en
2013, desde 5,2% en 2011. Pero los
verdaderos problemas de Francia son estructurales: el descenso de las exportaciones, la falta de una industria
competitiva y uno de los mayores impuestos y niveles de gasto en Europa.
Francia va a la zaga de sus socios europeos a la hora de controlar estos
problemas subyacentes. Noventa y ocho líderes empresariales han pedido a
Hollande que tome medidas.
Francia ha estado sufriendo un descenso relativamente
largo. El país ha estado perdiendo cuota de mercado de las exportaciones de
forma continua: En 2011, tenía sólo 13,2% de las exportaciones de la eurozona al resto del
mundo, frente a 18,5% que tenía en 1999, indica
Societe Generale
El presidente francés, François Hollande.
Eso se debe en parte a los costes. Los costes laborales
en Francia eran de 34,20 euros la hora en 2011, 24% más que la media de
la eurozona, según Eurostat. La tasa de desempleo juvenil es de 25,7%, lo que demuestra que el
elevado salario mínimo podría estar perjudicando las contrataciones.
Pero Francia
también necesita innovación. Cuenta con unas sólidas industrias de alta
tecnología, como la aeroespacial o la farmacéutica, pero también exporta una gran cantidad de productos de media y baja
tecnología, que se enfrentan a una fuerte competencia mundial, dijo el
Fondo Monetario Internacional. Una intervención del gobierno podría dificultar
el reaccionar ante las fuerzas económicas y competitivas: No hay más que ver
los esfuerzos del fabricante de automóviles Peugeot, presionado por un exceso de capacidad.
Los 98 líderes empresariales, bajo el manto de la
Asociación Francesa de la Empresa Privada, han pedido a Hollande que reduzca el gasto público desde el histórico
56% del PIB y que recorte el coste laboral reduciendo las contribuciones a
la seguridad social para las compañías en 30.000 millones de euros. Dicen que
eso podría pagarse parcialmente incrementando el Impuesto al Valor Agregado hasta 21%, desde 19,6%, trasladando la
carga a los consumidores. Pero incluso esto conseguiría muy pequeños logros en
términos de aumentar la competitividad.
Sin embargo, el ministro de Finanzas francés se opone a
la idea, argumentando que el poder de compras de los consumidores ha de
preservarse para sostener el crecimiento. El
desempleo ha aumentado hasta 10,8%, un máximo de más de una década, y los
hogares tienden más a ahorrar que a gastar.
El gobierno aún podría tener que hacer de tripas corazón.
Las propuestas de la asociación tienen una importante similitud con la noticia
filtrada en la prensa francesa, según la cual el 5 de noviembre se publicará un
informe sobre competencia encargado por el gobierno.
Hasta ahora, no ha
habido señales de una temida revuelta del mercado de bonos contra Hollande. El
diferencial de los bonos franceses a 10 años sobre los bonos alemanes se ha
reducido en casi un punto porcentual desde finales de abril. Los inversores
parecen tranquilizados por el compromiso con los objetivos de déficit. Pero
solucionar únicamente el déficit no ayudará a Francia a abordar sus problemas a
largo plazo.........
Observación: el artículo del WSJ tiene hipervinculos (creo así se dice y los borre)
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