“ALIADOS ESPECIALES” DE TRUMP por Pedro Francke opina d e como los políticos peruanos le regalarán las tierras raras a EEUU permitiendo que las tropas norteamericanas estén cuidando esos recursos para ellos dice que se llevan el Telurio oculto en los minerales de cobre .

“ALIADOS ESPECIALES” DE TRUMP por Pedro Francke

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Trump declara al Perú como un “aliado principal”. Es obvio que no lo hace por defender la democracia, los derechos humanos o la salud pública global, porque está clarísimo que Trump niega esos valores universales. Su Estrategia de Seguridad Nacional aprobada recientemente es muy insistente en señalar que todo se orienta al interés y seguridad de los Estados Unidos y de nadie más. Dice también claramente que, siguiendo la doctrina Monroe de hace casi 200 años, Latinoamérica es su patio trasero y que nadie más se meta. ¿Por qué entonces ahora declara al Perú como “aliado”? Marco Rubio, el Secretario de Estado de los EEUU – cargo similar al de un ministro de relaciones exteriores con algunas funciones de primer ministro-  reveló que se trata de “impulsar la cooperación en minerales críticos”, refiriéndose a nuestro cobre y las llamadas “tierras raras” que hay en nuestro territorio. Mientras tanto, al pueblo peruano no se le ha informado nada en relación a qué tipo de pacto se está arreglando bajo la mesa.

Como escribimos la semana pasada, los Estados Unidos tienen interés estratégico en estos minerales críticos en su pelea por el dominio mundial frente a China y han venido actuando al respecto desde meses atrás. A Ucrania le impusieron que entregue su minería como precio para que no la echaran en manos de los rusos y han pactado con Australia para tener acceso seguro a sus minerales críticos. Mientras tanto, ni este gobierno congresal del fujimorismo ni Jerí han soltado siquiera una idea vaga sobre el tema, a diferencia de Chile que con Boric aprobó su Estrategia de Litio 3 años atrás. No es que sea algo fuera del radar. “Los nuevos minerales estratégicos que salen sin dejar huella” se llama el informe que dos ONGs publicaron hace siete meses revelando como la SUNAT ni sabe cuánto de esos minerales críticos salen del Perú. Mientras tanto las trasnacionales sí analizan hasta 35 minerales raros en sus minas y, considerando solo el telurio (una de tantas ´tierras raras´ que hay en nuestro suelo junto a los concentrados de cobre), se estima que varias decenas de millones de dólares salen del país sin pagar impuestos. 

Dada la nula transparencia con la que se maneja el tema, parece que el cogollo trumpista está detrás del botín. En este año en el gobierno, la cantidad de tratos bajo la mesa que Trump ha hecho para beneficiarse directamente él, su familia o algunos de sus amigotes oligarcas, es tremendo. Por ejemplo, en los aranceles que impuso Trump a todos los países del mundo, le dio ventajas a Pakistán luego que ese país firmara un oscuro acuerdo de inversión con World Liberty Financial, una empresa de criptomonedas propiedad mayoritaria de la familia Trump, cuyo director ejecutivo es el hijo de Steve Witkoff, el socio millonario que Trump ha nombrado como negociador para el Medio Oriente y Rusia. En recientes negociaciones con Rusia, Witkoff tuvo conversaciones reservadas con un empresario corrupto amigo de Putin; podemos fácilmente deducir que si quienes negocian son ellos y no representantes oficiales de las cancillerías es porque hay plata de por medio. Tratos corruptos de Trump hay muchos más. Otro ejemplo es como el fondo de inversión del yerno de Trump, Jared Kushner, recibió miles de millones de dólares de Catar, Arabia Saudita y Abu Dabi, mientras Trump sabotea los acuerdos internacionales orientados a reducir el consumo mundial de petróleo para mitigar el cambio climático. Con esos antecedentes y lo que sabemos de la corrupción en nuestro país ¿cómo no pensar que estas negociaciones secretas pueden terminar con la familia Trump dueña del negocio y algunos gobernantes peruanos llevándose varios millones para sus bolsillos?

En las declaraciones oficiales se dice que esta declaración de “aliados” es porque EEUU y Perú van reforzar sus “vínculos en seguridad y defensa”. ¿”Vínculos”? Pero que linda palabra, tan amable, tan respetuosa, tan considerada. La realidad es otra. Se trata de la “seguridad y defensa” de los Estados Unidos, con sus tropas y armas en nuestro suelo, las que desplegarán a su antojo gracias al permiso oficialmente concedido por este Congreso mafioso.  Con ese poder Trump podrá amenazar, y llegado el caso atacar, en función de sus propios intereses, ya sean minerales raros, cobre o el puerto de Chancay. ¿Alguien cree que mi imaginación va demasiado lejos? Trump ya amenazó a México, cuya fuerza militar y económica es varias veces mayor a la peruana, con hacer acciones armadas en su territorio. Lo mismo ha hecho con Venezuela y Colombia. Como pirata se robó un buque con petróleo venezolano. Ya mató a cincuenta de personas entre el Caribe y el océano Pacífico, pretextando luchar contra las drogas mientras libera al “capo” narcotraficante y ex – presidente hondureño Juan Orlando Hernández. 

Se nos quiere vender la idea de que EE.UU. va a ayudar a detener la criminalidad en el Perú. La verdad es que a Trump eso no le interesa un pepino. No hay un solo país en Latinoamérica donde haya habido una colaboración estadounidense significativa contra bandas criminales. Incluso más allá de su voluntad ¿acaso ellos han logrado frenar el tráfico de fentanilo que circula masivamente por sus ciudades? No. Quien ha logrado reducir los homicidios en 37 por ciento en un año ha sido Claudia Sheinbaum en México, defendiendo su soberanía y sin permitir el ingreso de tropas norteamericanas.

Trump es un imperialista brutal que busca rapiñar nuestros recursos. Está atrás de nuestro cobre y minerales raros. Considera a Latinoamérica como su coto privado de caza. Keiko y López-Aliaga rápidamente se arrodillaron frente a él, unos felipillos como tantos ha habido en nuestra historia. Seguramente piensan que así sus amigos oligarcas harán buenos negocios, pero pueden llevarse un gran fiasco.