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miércoles, 26 de junio de 2024

El nuevo cementerio judío de Lviv (Leópolis) testigo de la decadencia y el ocaso de la vida judía de la ciudad

 

El nuevo cementerio judío de Lviv (Leópolis) testigo de la decadencia y el ocaso de la vida judía de la ciudad

 26 JUNIO, 2024  

Esta ciudad, que recibe mil nombres tras varios cambios de manos entre varios países e imperios, tuvo una gran comunidad judía antes de la Segunda Guerra Mundial.

La misma sufrió en sus carnes la persecución nazi y después la interminable dictadura comunista. Ambos regímenes se empeñaron con saña en destruirla para siempre.

por Ricardo Angoso

Tenemos noticias de que existieron hasta tres cementerios judíos en Lviv (Leópolis), pero, al parecer, el más antiguo de ellos fue destruido durante la ocupación nazi y rematada su destrucción total durante la era soviética.

Hemos visitado el Nuevo Cementerio Judío, en parte también destruido, tal como se puede comprobar al observar muchas de sus lápidas hecha añicos y abandonadas, y aunque sigue todavía activo se encuentra en un estado lamentable y aparentemente sin que nadie le preste unos mínimos cuidados para su conservación y limpieza, tanto del recinto como de sus tumbas -algunas de un gran valor artístico-.

En una de las páginas web que hemos encontrado de la comunidad judía de Lviv hemos podido leer sobre este lugar una nota detallada sobre el origen del lugar: “El nuevo cementerio judío se inauguró el 24 de agosto de 1855, dos días después del cierre del antiguo. Estaba ubicado en las colinas Pylykhivski, detrás del monte Kortumova y cerca de la calle Yanivska (ahora Shevchenka).

La Sinagoga del Nuevo Cementerio fue construida allí a costa del comerciante judío Efraim Wiksel en 1856.  Más tarde, en 1875, la comunidad judía empedró la calle Pylykhivska (Pilichowska, ahora Yeroshenka), que conducía al cementerio desde la calle Yanivska.

El 25 de noviembre de 1890, la comunidad judía compró al conde Stanis ław Skarbek un terreno adicional para el nuevo cementerio.

Ese mismo año, el arquitecto Alfred Kamienobrodzki elaboró el proyecto de una valla de piedra de estilo neorrománico que rodeaba el cementerio desde el lado de la calle Yeroshenka.

La valla se construyó más tarde; un fragmento ha permanecido intacto hasta ahora. También se construyó un edificio administrativo según el proyecto del arquitecto Solomon Kroch a la izquierda de la entrada principal del cementerio”.

Fuente citada y consultada:
https://lia.lvivcenter.org/en/objects/new-jewish-cemetery/

En esos años, algo antes de la fundación de este gran camposanto judío, la parte hebrea de la ciudad era gobernada por un consejo de siete miembros. En 1792 vivían en la ciudad un total de 11.765 judíos; en 1800 había 13.302.

Después de la muerte de José II en 1790, los judíos fueron sometidos a nuevas restricciones al comercio y la compra de propiedades, pero eso no evitó que la comunidad judía siguiera creciendo.

Según el censo ocupacional de 1820, había 17.931 judíos en Lviv o Lemberg en alemán, lo que representaba el 38 por ciento de la población total.

Aproximadamente la mitad se dedicaban al comercio e incluían propietarios de restaurantes, cafeterías y posadas; Los judíos también eran propietarios de destilerías y cervecerías.

El comercio de tránsito entre Viena y Rusia se concentraba en manos de judíos, que participaban con frecuencia en las ferias de Brody y Leipzig y proporcionaban mercancías de moda a la nobleza polaca. Otro 25 por ciento de la población judía trabajaba en artesanías, aunque en realidad la mayoría de los judíos vivían en la pobreza.

Fuente citada y consultada:
https://yivoencyclopedia.org/article.aspx/Lviv

Paralelamente al desarrollo tecnológico y a la mejora en las condiciones de vida porque la ciudad pertenecía al Imperio Austro-Húngaro, la vida judía se fue desarrollando, tal como nos cuenta la enciclopedia judía Yiyo: “El ferrocarril fomentó la migración a la ciudad; sin embargo, muchos de los judíos más pobres emigraron al oeste. En 1869 había 26.694 judíos en Lemberg; en 1880 eran 31.000; y en 1900 la población llegó a 44.258.

El número de estudiantes judíos en la universidad también creció: en 1881-1886, había 251 estudiantes judíos registrados, y en 1901-1906 el total llegó a 561. También hubo un crecimiento continuo en el número de abogados y médicos judíos”.

Según el relato de la enciclopedia Yiyo: “En el verano de 1914, el ejército ruso conquistó la ciudad. Unos 16.000 judíos huyeron y la población restante incluía un número significativo de refugiados de otros lugares.

Los soldados rusos atacaron a judíos y saquearon tiendas, y los judíos también fueron ejecutados sumariamente por cargos falsos. En mayo de 1915, los rusos se retiraron y los austriacos regresaron. Después de la liberación, se organizó un comité de ayuda judía y la comunidad poco a poco empezó a funcionar de nuevo”. 

El periodo de esplendor de la ciudad fue después de la Primera Guerra Mundial, pese a algunas persecuciones y matanzas perpetradas sobre todo por polacos. Durante este período se fundaron tres escuelas secundarias judías y, en 1920, un instituto de educación superior judía.

También había una escuela ortodoxa moderna, una escuela vocacional y escuelas ortodoxas más tradicionales para niños y niñas, así como muchas ieshivás y sinagogas, incluidas casas de oración jasídicas.

La comunidad tenía una animada vida cultural, incluido su propio teatro y conciertos musicales regulares. En la ciudad se publicaron muchos periódicos judíos, incluidos el diario Togblat (idish) y Chwila (polaco).

Entre las figuras destacadas durante este período se encontraban los miembros sionistas del Sejm (Asamblea Política) Leon Reich y Henrik Rosmarin, el jurista Maurycy Allerhand y el filólogo alemán Hermann Sternbach.

Fuente citada y consultada:
https://yivoencyclopedia.org/article.aspx/Lviv).

Volviendo al lugar que nos ocupa, en 1912 se inició la construcción de la capilla mortuoria Beth Tahara del cementerio, de estilo Art Nouveau, diseñada por los arquitectos Roman Feliński y Jerzy Grodyński. Los trabajos de construcción estuvieron a cargo del famoso arquitecto Michal Ulam.

En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, la comunidad judía amplió su cementerio el 4 de mayo de 1930; los nuevos campos fueron consagrados solemnemente por un rabino. En 1931-1932 el cementerio tenía una superficie de 25 hectáreas.

La calle principal pasaba por la parte central del cementerio, con densas hileras de tumbas a ambos lados. El 9 de agosto de 1934, el arquitecto Norbert Glattstein elaboró el proyecto de una valla alrededor de este cementerio.

LA OCUPACIÓN ALEMANA Y EL HOLOCAUSTO

Así llegamos a la Segunda Guerra Mundial, en que comienza el ocaso y la persecución de los judíos derivada de la ocupación alemana, justamente en el momento en que la ciudad cuenta con la mayor población de judíos.

En septiembre de 1939, Lviv pasó a formar parte de la Ucrania soviética y en 1941 los alemanes la conquistaron.  La población judía era el 33% del censo de Lviv. Había entonces unos 150.000 judíos en la ciudad, incluidos muchos refugiados del oeste de Polonia.

Los ucranianos, que esperaban la independencia, dieron la bienvenida a la ocupación alemana y participaron en ataques y matanzas contra la comunidad hebrea, asesinando a unos 2.000 judíos en varios pogromos organizados con la anuencia de los ocupantes alemanes. 

Durante la ocupación alemana todos los edificios y tumbas del cementerio fueron destruidos. En particular, en la primavera de 1943 los nazis volaron la casa antes del entierro (Beth Tahará). En la época soviética, el cementerio de las colinas de Pylykhivski estaba a cargo de la comunidad judía de Lviv. fue también destruido.

En los primeros años de la posguerra, a costa de la comunidad se erigió un obelisco en la fosa común cerca de la entrada de la actual calle Yeroshenka, donde se volvieron a enterrar los restos de los judíos ejecutados en 1942-1943 y los de los antiguos lugares de enterramiento destruidos.

Fuente citada y consultada:
https://lia.lvivcenter.org/en/objects/new-jewish-cemetery/

La maquinaría militar alemana trabajó con denuedo por destruir a la comunidad judía de Lviv. En agosto de 1941, el este de Galicia pasó a formar parte del gobierno central de Polonia y se le aplicaron todas las restricciones entonces vigentes. 

Se establecieron campos de trabajo en la ciudad y sus alrededores, y muchos judíos murieron o fueron asesinados. En 1942 se creó el gueto de la ciudad y comenzaron las acciones y deportaciones al campo de exterminio de Bełżec y al campo de trabajos forzados de Janowska (también un campo de exterminio).

Según el diario de un rabino de la sinagoga, David Kahane, el arzobispo greco-católico de Lviv, Andrei Sheptyts’kyi, salvó hasta 150 judíos escondiéndolos en su vivienda. Sheptyts’kyi también instó a Heinrich Himmler a no incluir a la milicia y la policía ucranianas en las Aktions contra los judíos.

Sheptyts’kyi, un ávido nacionalista ucraniano, era visto con sospecha por algunos judíos. Estas dudas y sospechas de muchos judíos con respecto al personaje llevaron al Yad Vashem a no nombrarle Justo entre las Naciones, pese a algunas peticiones y demandas. 

En julio de 1944, el ejército ruso liberó Lviv. Según las estadísticas del comité judío que se organizó después de la guerra, quedaron 2.571 judíos, muchos de los cuales eligieron la ciudadanía polaca y abandonaron la ciudad. Su repatriación a Polonia continuó hasta finales de 1945, y la ciudad quedó casi completamente vacía de sus habitantes judíos. Después de una estancia en campos de desplazados, muchos refugiados emigraron a Israel y Estados Unidos.

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, la ciudad pasó a manos soviéticas y tampoco fueron tiempos mejores para los judíos. La comunidad no volvió a ser reconstruida y el cementerio nunca volvió a abrir sus puertas. Quedaban menos de 3.000 judíos viviendo en Lviv y la mayor parte de ellos pensaba en emigrar hacia Occidente o Israel.

En 1962, las autoridades soviéticas disolvieron la comunidad religiosa judía y anexaron el nuevo cementerio judío al cercano cementerio cristiano de Yaniv. Actualmente está lleno de tumbas cristianas en sus tres cuartas partes y en el sur hay varias docenas de entierros musulmanes. Los entierros judíos se concentran alrededor del callejón principal.

En 1991, Ucrania se independizó de la Unión Soviética y la política de persecución religiosa fue abolida por las nuevas autoridades. La sinagoga judía reabrió sus puertas nuevamente y comenzó un periodo de reorganización de una comunidad perseguida y aniquilada durante décadas, incluso perseguida durante el comunismo.

En el censo del año 2001 solamente el 0,4% de la población de Lviv -unos 712.000 habitantes- se declara judía, lo que vendría a significar que solamente quedarían algo menos de 3.000 judíos viviendo en la urbe e incluso menos al día de hoy, dadas las adversas circunstancias que atraviesa Ucrania tras el comienzo de la guerra con Rusia y la tendencia migratoria creciente de esta comunidad. 

La destrucción de este cementerio fue tan rotunda y contundente que todavía se encuentran por algunas calles y carreteras de Lviv restos de las lápidas judías destruidas por los nazis primero y después por los comunistas. Cuando se encuentran fragmentos, el Centro de Voluntarios de Lviv de la Fundación Caritativa Judía Ucraniana “Hesed-Arieh” los recupera y luego los devuelve al cementerio.

Fuente citada y consultada:
https://forgottengalicia.com/the-lost-jewish-cemeteries-of-lviv/).

Fotos del autor de la nota

https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=hPKTQ_3spGo

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