Facebook pierde casi la cuarta parte de su valor tras decepcionar con sus resultados
La red social advierte a los inversores de que su crecimiento empieza a desacelerarse
SANDRO POZZI
Nueva York 26 JUL 2018 - 00:10 CEST
Logo de la compañía Facebook en un evento creativo ERIC GAILLARD REUTERS
Desbandada en Facebook. La red social sufrió un desplome próximo al 25% en su valoración bursátil, tras presentar unos resultados peores de lo esperado y de anticipar que su crecimiento se desacelera. La tecnológica ganó 5.110 millones de dólares en el segundo trimestre, que coincide con el escándalo de la fuga de datos por parte de la consultora política Cambridge Analytica. Es una mejora del 31% cuando se compara con el mismo periodo de hace un año. Sus 2.230 millones de usuarios generaron una cifra de negocio de 13.230 millones, una mejora del 42%.
Los resultados del segundo trimestre iban a ser un barómetro de la fortaleza de Facebook. Los daños del capítulo más oscuro en los 14 años de historia de la red social parecen contenidos, aunque el menor crecimiento que esperada en los ingresos indica que tendrá un efecto. La plataforma sumó un 11% más de usuarios en un año, por debajo de los previsto. Los que la utilizan la red a diario ascienden a 1.470 millones, también menos de lo anticipado. En Europa cayeron un 1% en el trimestre, mientras que en EE UU y Canadá quedaron estables.
Mark Zuckerberg, su fundador y consejero delegado, tuvo que someterse a un intenso escrutinio durante los últimos meses por parte de los legisladores tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea. Los reguladores, en paralelo, están examinando si violó las reglas que protegen a ambas orillas del Atlántico la privacidad de los usuarios, en el caso de que eso datos se diseminaran sin su consentimiento. A esto se le suma que Facebooj es una empresa madura en los países industrializados.
UN PIE EN CHINA
S. P.
Facebook comunicó esta semana que cuenta con la autorización para abrir un centro de “innovación” en China para apoyar a empresas y desarrolladores. Es un mercado que la red social tiene vetado, pero que cuenta con un enorme potencial de crecimiento en el futuro si se levanta la prohibición al uso de sus aplicaciones por la censura. Mark Zuckerberg, que hace unos años visitó Pekín, ya dijo que aspira a dar con una solución que le permita estar presente en el país. Esta oficina es el primer paso en esa dirección.
Facebook tenía una capitalización bursátil próxima a los 620.000 millones de dólares antes de publicar los resultados, tras apreciarse un 35% durante los últimos tres meses. El batacazo posterior se comió así todo lo ganado en 2018. La red social es junto a Google el principal destino de los anunciantes en Internet y las reglas de protección de datos no hacen más que concentrar sus presupuestos hacia el duopolio. Alphabet anunció esta semana un incremento del 25% en los ingresos trimestrales.
Zuckerberg anunció una serie de iniciativas para evitar episodios similares al de Cambridge Analytica. Pero camina desde entonces sobre una fina línea, en la que debe equilibrar la protección de sus usuarios y preservar el crecimiento de la compañía. La nueva regulación, por tanto, afectará al ritmo con el que generará ingresos. El consejero general de Facebook, que dirigió la investigación sobre la intromisión rusa en las elecciones de EE UU, se retira a final de año.
Más que el efecto de las múltiples controversias y el impacto en su margen de beneficio de las inversiones en seguridad de Facebook, en lo que se fijan los analistas es en la evolución de la publicidad en la plataforma de noticias News Feed. Zuckerberg lleva advirtiendo desde hace dos años que el crecimiento de los anuncios se modera pero hasta ahora no se había materializado o de una manera que preocupara a los inversores.
Facebook, en paralelo, trata de potenciar los ingresos de Instagram para compensar. La aplicación acaba de superar los 1.000 millones de usuarios activos y acaba de estrena un servicio de streaming. En el contenido audiovisual es donde se juega ahora la tarta por los ingresos publicitarios. Los pasos para monetizar WhastApp, que también supera los 1.000 millones de usuarios van más lentos. La compañía no desglosa cuánto rinden.
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