La
mitad los expertos del J. P. Morgan concuerdan que se dejara de pagar US$
100,000,000,000 equivalente al 5 % de la deuda emergente de 2 billones principalmente
de Rusia y Brasil; hasta Arabia Saudita esta en problemas , los que cayeron en el saco son Azerbaiyan, Bahréin y Polonia
Nota del autor del blog: en realidad a los que cayeron a deuda chatarra.
Las
calificadoras de riesgo les aguan la fiesta a los mercados emergentes
http://lat.wsj.com/articles/SB11120785027813274841604581633861666205664?tesla=y
El real se
ha apreciado 10% contra el dólar este año. PHOTO: DADO GALDIERI/BLOOMBERG NEWS
Por
CAROLYN CUI
jueves,
31 de marzo de 2016
19:59 EDT
Los mercados
emergentes repuntaron en el primer trimestre después de tres años de letargo,
pero el deterioro de la calificación crediticia de muchos gobiernos y empresas
es una señal de posibles problemas en el
futuro.
Las
políticas de estímulo de los bancos centrales de las mayores economías del
mundo, así como un fortalecimiento de los precios del petróleo y otras materias
primas durante la mayor parte del trimestre, impulsaron las bolsas y los bonos
de los países emergentes.
Los
principales indicadores bursátiles de Brasil, Turquía y
México lideraron la tendencia, con alzas de
15,5%, 16,1% y 6,8% en el trimestre, respectivamente, en comparación con
un aumento de 0,8% del S&P 500.
Las monedas
emergentes también ganaron terreno frente al dólar. El
real se ha apreciado 10,3% y el rublo 7,5% en lo que va del año.
Las firmas
de calificación crediticia, no obstante, se han enfocado más allá de la
reciente recuperación y perciben indicios más nefastos para los países en
desarrollo: un menor crecimiento mundial, precios de commodities que siguen muy
por debajo de sus recientes máximos y la perspectiva de un fortalecimiento del
dólar, lo que elevaría el costo de la deuda denominada en esa divisa.
El contexto
económico ha llevado a las agencias a recortar la
calificación de los bonos denominados en dólares de los mercados emergentes a
su nivel más bajo en más de seis años.
En el primer
trimestre del año se rebajaron las deudas soberanas de más de 10 países emergentes, entre ellos Azerbaiyán, Bahréin y
Polonia. Los bonos de Sudáfrica y Arabia Saudita
fueron colocados bajo revisión para una posible reducción.
El J.P. Morgan Emerging Markets Bond Index Global Diversified,
el más utilizado, ha caído recientemente por debajo del grado de inversión si
se tiene en cuenta las calificaciones de Standard &
Poor’s y Fitch Ratings, según el banco.
“Creo que
veremos un período de deterioro en los balances de los mercados emergentes”,
señala Rashique Rahman, jefe de mercados emergentes de Invesco, que supervisa
una cartera de US$4.000 millones en bonos de esas economías. “Estamos
al comienzo de esa etapa”.
Una menor
calidad crediticia indica una mayor probabilidad de cesación de pagos. Una
reciente encuesta de J.P. Morgan Chase entre sus
clientes mostró que casi la mitad de los encuestados
anticipaba que la tasa de incumplimiento entre las empresas de mercados
emergentes calificadas con grado especulativo supere 5% en 2016, muy por encima de las previsiones del
banco, de 3,5%.
Algunos
inversionistas opinan que las calificaciones pueden exagerar el riesgo de
cesación de pagos. Muchos países emergentes han eliminado la vinculación de sus
monedas con el dólar, acumulado reservas en moneda extranjera y emitido más
deuda en divisa local. Tales medidas han reducido su vulnerabilidad ante el
alza del dólar.
“Dada la
debilidad que hemos observado en los precios de las materias primas y la
fortaleza del dólar, el hecho de que no se haya producido un aumento importante
de la tasa de incumplimiento es probablemente un indicio de que las economías
emergentes son más fuertes de lo que se pensaba”, manifiesta Luca Paolini, jefe
de estrategia en Pictet Asset Management, que gestiona activos por US$185.000
millones. “Las rebajas de calificación suelen producirse al final de las caídas
del mercado”.
De todos
modos, los cambios en las calificaciones pueden tener un mayor impacto en los bonos de los mercados emergentes que en la deuda de Europa y
Estados Unidos, porque en el mundo en desarrollo puede ser más difícil
obtener otra información confiable.
Un descenso
a territorio chatarra, es decir deuda especulativa o
por debajo del grado de inversión, también puede desencadenar la venta
forzada de grandes inversionistas como los fondos públicos de pensiones y las
aseguradoras, que a menudo tienen directrices que exigen que un cierto
porcentaje de sus inversiones tenga una calificación de grado de inversión.
La deuda de Brasil fue una de las últimas víctimas de las
rebajas tras caer en terreno especulativo. Fitch Ratings redujo la nota al nivel de chatarra el 16 de diciembre, siguiendo una
medida similar de Standard & Poor’s. Los bonos del gobierno de Brasil perdieron 4% de su precio ese día, de acuerdo con
MarketAxess.
La rebaja
dio lugar a la exclusión de la deuda soberana brasileña de los índices de deuda
con grado de inversión de Barclays PLC, causando
la venta forzada de bonos brasileños por aproximadamente US$5.200 millones,
mientras que los fondos de alto rendimiento compraron sólo US$1.400 millones de
estos instrumentos, según estimaciones de Barclays. Los bonos brasileños
recuperaron parte de las pérdidas en el primer trimestre, pero siguen por
debajo de los niveles previos a la rebaja.
Azerbaiyán, un país exportador de petróleo y
cobre, perdió su grado de inversión de las tres calificadoras de riesgo durante
el primer trimestre. Su moneda, el manat, se
debilitó 2% frente al dólar, mientras el precio de sus bonos subió 0,8%.
Las crisis
golpearon a los mercados emergentes con frecuencia en los años 90, cuando las
salidas de capital masivas forzaron a México, Tailandia
y Rusia a poner fin al anclaje de sus monedas con el dólar, lo que llevó
a una ola de cesaciones de pagos empresariales sobre la deuda en dólares.
La deuda se
ha disparado de nuevo en los últimos años. La emisión de bonos en dólares por
parte de los mercados emergentes ha crecido más de 50%
desde 2008, para rondar US$1,9 billones,
según el Banco de Pagos Internacionales.
Se espera
que nuevos recortes de calificación golpeen a las economías en desarrollo en
los próximos meses: 31,4% de los emisores evaluados por
S&P en los países en desarrollo tienen una perspectiva negativa o
están en la lista de vigilancia para posibles rebajas, el nivel más alto en más
de seis años. Muchos de los emisores de deuda están en Brasil y Rusia.
Los gestores
de inversión especializados en mercados emergentes pueden tener tanto deuda con
grado de inversión como chatarra, pero los precios de los bonos los hace
susceptibles a la venta forzada. Rahman, de Invesco, está atento tanto a bonos
de alta calidad como a los especulativos. “Es difícil estar en el medio, cuando
todavía estamos viendo algunas cosas que gravitan hacia grado de subinversión”,
asevera.
Algunos
inversionistas institucionales de largo plazo apuestan a la deuda de mercados
emergentes a pesar de la incertidumbre. Los fondos de fideicomisos y planes de
pensiones del estado de Connecticut tienen 4,8% de sus activos de US$27.900
millones en bonos de países emergentes. “Creemos que las economías en
desarrollo tienen la capacidad de crecer, y que a medida que maduren, es
probable que también mejoren las calificaciones de crédito”, señaló Denise
Nappier, tesorera del estado de Connecticut, en un comunicado.
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