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miércoles, 9 de julio de 2014

Daniel Yergin: por qué en 2034 la energía se parecerá a lo que es hoy del WSJ x su onomastico

Daniel Yergin: por qué en 2034 la energía se parecerá a lo que es hoy

http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303734204580015791480705872?tesla=y&tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303734204580015791480705872.html

Las sorpresas de la energía tienden a confirmar las mejores predicciones

2012.jpg Foro Económico Mundial - Daniel Yergin

Por Daniel Yergin

July 8, 2014 12:02 a.m. ET

Pronto, el mundo se quedará sin su fuente de energía más importante porque el suministro "se está agotando". Para evitar la catástrofe, se requiere un giro rápido a la energía eólica.

No, la advertencia no es de este año, sino de 1881 —ocho años antes de que las primeras páginas de The Wall Street Journal salieran por primera vez de la imprenta—, y provino de nadie menos que Lord Kelvin, uno de los científicos más grandes del siglo XIX.

Se trata de un buen recordatorio de cómo el verdadero "futuro de la energía" puede frustrar las mejores predicciones acerca del "presente de la energía". Y los recordatorios siguen apareciendo.
Hace apenas seis años, Estados Unidos se preparaba para invertir US$100.000 millones al año en la importación de gas natural licuado, o GNL, debido al encarecimiento y alza de los costos y la aparente escasez del gas nacional.
Ahora, el país está a apenas dos años de convertirse en un exportador de GNL.
La industria europea, mientras tanto, está migrando a EE.UU. para aprovechar el gas natural barato.
Para 2021, EE.UU. será uno de los tres principales exportadores de GNL del mundo.

Dos lecciones: "las sorpresas" energéticas ocurren y se repiten.
Y los mercados importan. Con esas dos advertencias presentes,
¿cómo se perfila el mundo de la energía dentro de 20 años?
La respuesta más probable, desde la perspectiva presente, es "más grande, pero no muy diferente", y por dos razones:

Cambios lentos

En primer lugar, en el negocio energético, dada la escala de la infraestructura presente y el cronograma de inversiones, 20 años no son muchos.

En segundo lugar, casi todo el crecimiento en la demanda en los próximos 20 años se concentrará en los países de mercados emergentes, que en su mayoría se inclinarán hacia la energía convencional. En dos décadas, el mercado de autos nuevos en China probablemente alcanzará los 41 millones de vehículos al año, frente a los 17 millones de EE.UU.

Para ser más específicos: aproximadamente en dos décadas, en lo que llamamos nuestro escenario de "rediseño global", el mundo utilizará entre 35% y 40% más energía. Ese es el resultado del crecimiento económico global y el aumento de los ingresos en el mundo en desarrollo.

Hoy en día, el crudo, el gas natural y el carbón proveen 82% de la energía del mundo.

 Dentro de 20 años, su aporte será ligeramente menor: entre 75% y 80%. Pero habrá, en cambio, una gran variación en la combinación de esos combustibles convencionales. Mientras se reduce el uso del carbón en EE.UU., su consumo se elevará en países como China e India, que utilizarán el combustible como una alternativa barata para generar electricidad. El gas natural ganará participación de mercado alrededor del mundo.

En la década del 50, el petróleo derrocó al rey carbón del primer lugar. Para la década del 2030, el reinado del crudo llegará a su fin y se enfrentará codo a codo con el carbón y el gas natural. Para fines de esa década, es probable que el gas natural avance para convertirse en el combustible número uno del mundo.

Los países de mercados emergentes siguen adelante con nuevas plantas nucleares. Pero en Alemania, la flota se acabará para principios de la próxima década. Solo algunas plantas nucleares en Japón volverán a operar y parte de la flota nuclear estadounidense pasará al retiro antes de lo planeado. Por lo tanto, la energía nuclear se mantendría constante en alrededor de 6% de la energía total, a menos que nuevos diseños, como reactores modulares pequeños empiecen a entrar al mercado.

Eventos decisivos

¿Qué podría cambiar este escenario? La tecnología, obviamente. El viento está pasando de la categoría "alternativa" a la "convencional". Una reducción en los costos podría acelerar su adopción. Los costos de la energía solar se han reducido de manera radical en los últimos años. Un declive mayor podría acelerar el ingreso de esta fuente de energía al mercado. Adelantos en almacenamiento de electricidad le darían un impulso extra a las energías eólicas y solar al superar su dependencia presente en los vientos y sol brillante.

¿Y el auto eléctrico? China se ha impuesto la meta de tener un millón de autos eléctricos en su parque automotor para 2020, un objetivo que está lejos de alcanzar. En este momento, EE.UU. está por encima de China. Pero incluso si las metas de costos se alcanzan y el auto eléctrico se dispara en grandes volúmenes, la flota de vehículos será tan grande que el efecto sobre el consumo de combustible no se sentiría de verdad hasta la década del 2030.

Pero las políticas, y su interacción con los eventos, cuentan mucho.

¿Qué clases de incentivos y subsidios se requieren para producir una transición de los combustibles convencionales?
Hasta ahora, Alemania se consideró a sí misma el modelo global de la introducción veloz de renovables. Pero ahora se está convirtiendo casi en el antimodelo, a medida que los costos de los subsidios amenazan con reducir su competitividad global, lo que presenta el riesgo de, en las mismas palabras del ministro de Economía alemán, "una desindustrialización radical".

Aun así, los combustibles renovables podrían despegar por una combinación de sucesos: varios años de "clima extremo", que alienta un consenso mucho más fuerte sobre los riesgos inminentes del cambio climático, y una severa crisis de seguridad que altera el flujo del crudo.

Bajo esas circunstancias, los gobiernos, presionados por públicos alarmados, se apresurarán a establecer nuevas políticas.

Subsidios vulnerables

Por supuesto, los eventos pueden tener el efecto contrario también. Durante la recesión global, los gobiernos europeos redujeron generosos subsidios para los renovables. Otra desaceleración económica profunda tendría un efecto similar, lo que significaría un gran revés para la industria de renovables.

¿Qué pasará después de 2030?
En años recientes, la burbuja de investigación científica e innovación tecnológica alrededor de la energía se ha estado inflando con rapidez. La lección general es que la innovación energética toma un largo tiempo en alcanzar el mercado.

En esta ola de innovación, habrá decepciones. Pero algunas partes de estos esfuerzos seguramente harán efecto en algún momento de 2030. Quizás serán pequeños en número pero podrían ser extensos en términos de impacto. Y entonces la composición de la canasta de energía podría empezar a cambiar de verdad.


Daniel Yergin es vicepresidente de la junta de IHS, una compañía de investigación e información. Su más reciente libro es The Quest (La búsqueda). Recibió el Premio Pulitzer por "La historia del petróleo".



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Nota del autor del blog:  Según la wikipedia tiene la opinión en contra de sus predicciones del sr :

Jean Laherrère


http://en.wikipedia.org/wiki/Jean_Laherrere


Jean H. Laherrère es un ingeniero de petróleo y consultor, más conocido como el co-autor de un 1998 influyente Scientific American artículo titulado "El fin del petróleo barato". [1] Laherrere trabajó durante 37 años con Total SA , una compañía petrolera francesa . Su trabajo sobre encuestas de refracción sísmica contribuyó al descubrimiento del yacimiento de petróleo más grande de África. [1]

Desde que se retiró del total, Laherrere ha consultado a nivel mundial sobre el futuro de la exploración y producción de petróleo y gas natural . Él es un miembro activo de la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y Gas , y sigue contribuyendo análisis y proyecciones del futuro del mundo detallados producción de energía . [2]

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