Oportunidad
de empleo para médicos cubanos y peruanos en sus mismos países ante la
insuficiente cobertura médica en EEUU extraído
del diario español El país.
Buenas, la
idea es sencilla tanto en cuba como en Perú hay abundantes plazas medicas y
cada universidad en Perú crea un
hospital para que practiquen sus egresados yo he vendido libros de medicina y
creo tener la certeza de que muchos médicos peruanos (no todos) están más capacitados que algunos médicos o
cirujanos norteamericanos así que la idea es que si alguien en EEUU tiene un seguro
pero ya no cubre sus gastos antes de que ocurra eso mejor se viene a Perú y
digamos se opera acá en una clínica por una módica cifra muy inferior a las de
EEUU .
Estados
Unidos se enfrenta a una escasez de médicos en la próxima década
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/11/07/actualidad/1383856940_161654.html
La estructura actual impide atender
la nueva demanda derivada del aumento de los mayores de 65 años y el ingreso de
35 millones al sistema por la reforma sanitaria
Los datos
que explican la carencia
EVA SAIZ Washington
7 NOV 2013 - 21:42 CET3
Un médico se
prepara antes de una operación. / AFP
El
incremento de la población que se adentra en los 65
años y la incorporación de 35 millones de personas al sistema sanitario
en 2014, favorecida por la entrada en vigor de una parte esencial de la reforma
sanitaria, van a provocar en Estados Unidos un aumento de la demanda de médicos
y especialistas que el país no está preparado para satisfacer.
La
prestigiosa Asociación de Universidades Americanas de
Medicina (AAMC, en sus siglas en inglés) prevé para 2020 una escasez de 91.500 facultativos, una cifra que podría superar
los 130.000 en 2025.
Aunque la AAMC ha ampliado el número de
matrículas en las facultades de medicina para tratar de paliar el problema, el límite del cupo de las admisiones
para realizar el período de residencia, fijado por ley desde 1997, y la falta de recursos federales para
subvencionar esa formación, impide que todos los graduados puedan pasar
consulta, contribuyendo a agravar las perspectivas.
De acuerdo
con el Censo, cada día, 10.000 estadounidenses cumplen
65 años, la edad a la que se
tiene derecho a acceder al Medicare, un
sistema de cobertura de seguridad social de carácter federal.
“A
partir de esa edad, uno es cada vez más dependiente de la asistencia sanitaria,
es más propenso a ponerse enfermo, las afecciones crónicas son más comunes y se
hace más necesaria la existencia de médicos, de familia y de especialistas”,
explica en
conversación telefónica la doctora Christine Mitchell,
directora de Asuntos Federales de la AAMC. Mitchell advierte de la
preocupante falta en los próximos años de médicos de medicina general y de
otras especialidades (se prevé que habrá 45.000 y
46.000 menos, respectivamente), que son los que más van a demandar la
generación de babyboomers -los nacidos entre los 40 y 60 en EE UU, cuando se
produjo una explosión del índice de la natalidad-. “Pero es que no sólo crece
el número de pacientes de 65 años, sino que también es más el número de facultativos de esa edad que se jubilará en los
próximos cinco años, justo cuando más estadounidenses van a necesitar
atención”, explica Mitchell.
La AAMC está
tratando de mitigar esta situación ampliando el número de plazas en las
universidades de Medicina y respaldado varias iniciativas legislativas en el
Congreso para incrementar el número de residentes y la financiación de sus
programas de enseñanza. En el primer frente, se ha logrado que 2013 se
convierta en el año con mayor solicitudes para estudiar la carrera de medicina
de la historia (48.014, un incremento
del 6,1%, según sus datos). Pero este esfuerzo choca con la Ley de Equilibrio Presupuestario, de 1997,
que fija en 26.000 el límite de plazas anuales
para realizar el primer año de residencia, “una formación indispensable en
EE UU para poder ejercer la medicina independiente”, señala Mitchell.
Esta cantidad no es suficiente, según la AAMC, para ofrecer formación al número
de graduados que se espera para 2016.
A la escasez
de plazas hay que sumar la financiación
del sistema de residencia, parte de la cual depende de fondos federales
proveídos por el Medicare. Los recortes
presupuestarios propuestos prevén una reducción de la asignación para las
prácticas de medicina en los hospitales, lo que se traduciría, según los
cálculos de la AAMC, en una pérdida de 73.000 empleos, una circunstancia que
resentiría el nivel y la calidad de la enseñanza cuando más especialistas se
requieren.
Aquí es
donde entra en juego la otra batalla que ha emprendido la AAMC, convencer al
Congreso para que eleve el número de plazas de residentes y adopte medidas para
mejorar el sistema. En la actualidad hay cuatro propuestas de ley en el
Capitolio que persiguen esa meta “pero todavía no hay respaldo suficiente por
parte de ambos partidos para poder empezar a ser debatidas”, se lamenta
Mitchell.
De ser
aprobadas se conseguiría ampliar en 4.000
el número de médicos, reduciendo, así, la carencia de facultativos en 30.000 en
la próxima década, un tercio de la escasez prevista para dentro de siete
años. “No resuelve el problema, pero dada la preocupación por limitar el gasto
público lo más posible, es una perspectiva que nos parece realista”, reconoce
Mitchell.
La AAMC no
cree que el profundo debate político en torno a la reforma sanitaria de Obama
tanto dentro como fuera del Congreso pueda afectar el avance de las propuestas
de ley del Capitolio. “Nosotros estamos poniendo el énfasis en el
creciente número de beneficiarios del Medicare y los problemas que afectan a
esa cobertura importan a todos los políticos independientemente de su postura
respecto de la Ley de Salud”, señala Mitchell.
La AAMC
alerta sobre el incremento de los plazos de espera en la atención médica de los
pacientes y la desaparición de
facultativos y especialistas en los núcleos de población
No obstante,
los 35 millones de beneficiarios del sistema
sanitario que se van a incorporar a partir de 2014 también contribuyen a
agravar el problema de la escasez de médicos. “Se trata de personas que en
muchos casos jamás se han hecho pruebas básicas y que ahora van a tener que
realizar, esto intensifica la demanda de facultativos”, advierte
Mitchell.
De no
solventarse este problema, la AAMC alerta sobre el incremento de los plazos de espera en la atención médica de los
pacientes, la desaparición de facultativos y especialistas en los núcleos de
población y el peligro de la asistencia a personas en riesgo de exclusión.
“El tiempo para esperar
a una prótesis o a una operación se duplicará y muchos pacientes se van a
encontrar con problemas logísticos ya que tendrán que desplazarse para ser
atendidos ante la falta de profesionales. Y esto es algo va a sufrir todo el
país, no sólo los usuarios del Medicare”, explica Mitchell.
La otra
preocupación es la falta de perspectivas laborales para los futuros graduados
en Medicina ante la ausencia de plazas suficientes para realizar las prácticas
de residencia. “El problema no es ya para esta generación, el problema es para las
futuras, corremos el riesgo de que mentes brillantes consideren hacer otra
carrera que les ofrezca unas garantías de trabajo más seguras”, se
lamenta la doctora.
Los
datos de la escasez
En 2020 se prevé una carencia de
91.500 médicos.
Se espera que esa cifra supere los
130.600 en 2025.
La falta de facultativos de
asistencia primaria se calcula en 45.000.
La falta de especialistas y cirujanos
se estima en 46.000.
Se prevé que en 2020 se jubilen
250.000 médicos.
En 2014, 35 millones de
estadounidenses se incorporarán al sistema sanitario por la entrada en vigor de
parte de la reforma sanitaria.
El tiempo medio entre el inicio de la
carrera de medicina y el ejercicio de la profesión es de siete años
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