Turquía,
el «aliado enfermo» de Estados Unidos
http://sp.ria.ru/opinion_analysis/20131119/158584680.html
14:41 19/11/2013
Luis Alberto
Rivas, para RIA Novosti
En Washington muchos se preguntan si Turquía sigue y seguirá siendo un aliado fiable de
Estados Unidos. Las últimas tiranteces en alianza política y militar con Ankara
suponen una preocupación en una zona
vital para los intereses norteamericanos
y de la OTAN, que cuentan en el país euroasiático con importantes bases
militares. Para otros especialistas, los malentendidos forman parte de la
estrategia personal del «premier», Recep Tayip Erdogan,
en su campaña para optar a la presidencia del país el año que viene.
La reciente
decisión turca de comprar misiles de defensa antiaérea
chinos FD-200, en detrimento de los norteamericanos de Raytheon, es por ahora la patada más violenta que los
turcos han propinado a sus socios estratégicos.
Las
respuestas desde Washington y el mando central de la OTAN en Bélgica no
ocultaron el malestar del acuerdo, cifrado en 4.000
millones de dólares.
Aunque no es
precisamente el precio lo que preocupa. Para Estados Unidos y la OTAN, la
decisión de Erdogan es una decisión política; para Ankara, es solo consecuencia
del «libre mercado»: los chinos ofrecen mejores condiciones económicas y de
desarrollo tecnológico. En las cancillerías occidentales todavía se espera que
el acuerdo – a falta de firma - no se lleve a cabo. Los misiles chinos, además,
no son compatibles con los sistemas informáticos de la Alianza Atlántica.
Diferencias sobre Siria
Para muchos
expertos, la «opción china» de Turquía es una respuesta a las diferencias entre
Obama y Erdogan en la resolución del conflcito sirio.
El
Primer Ministro turco apostó por la opción militar contra el régimen de Hafez
el Asad.
El mandatario norteamericano era reticente y
encontró en la solución pacífica auspiciada por Moscú el asidero perfecto para
librarse de participar en otra guerra.
Los intereses
de la Casa Blanca y el régimen islamista turco chocaron también en las
expectativas suscitadas por las revueltas árabes y, concretamente en Egipto, donde Ankara
vió con buenos ojos la llegada al poder de los Hermanos
Musulmanes.
La caída del
presidente electo, Mohamed Morsi, a manos de los militares, supuso un alivio
para Estados Unidos.
«Traición»
de los servicios secretos turcos
La CIA cree, además, que su colaboración con los
servicios secretos turcos, el Millii Istihbarat
Teskilati (MIT) ha sufrido un duro revés con la sospecha de que este ha pasado a Irán datos sobre agentes israelíes
operando en la República Islámica.
Estados
Unidos mostró también una tímida objeción contra la operación judicial que
llevó a la cárcel al ex Jefe del Estado
Mayor turco y principal interlocutor del Ministerio de Defensa norteamericano, Ilker Basbug.
La operación Ergenekon desmanteló a
la cúpula militar turca anti-islamista.
A pesar de
todo, Barack Obama parece decidido a conservar las mejores relaciones con Erdogan
y mantener lazos políticos y militares con un país especial: islamista, aliado
en la OTAN; hasta hace poco, no hostil a Israel; sunita pero en rivalidad
regional con otros regímenes sunitas como Arabia Saudí y Qatar; en tensión con
Irak, Irán y Siria, pero necesitado de paz para mantener a flote su economía.
La represión contra la sociedad civil y las violaciones de derechos, en
especial a la libre expresión, no parecen tener mucho peso en Washington ante
la situación estratégica del país.
*Luis Rivas, periodista. Ex corresponsal de TVE en Moscú y Budapest.
Dirigió los servicios informativos del canal de TV europeo EuroNews.
Vive en Francia desde hace más de 20
años.
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