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miércoles, 27 de febrero de 2013

Las FARC tienen razón en principio: el paso del feudalismo al capitalismo en Colombia no ha concluido con una reforma agraria que de tierras a los campesinos pobres y que están en poder de grandes hacendados feudales como si se hizo en Europa .


Las FARC tienen razón en principio: el paso del feudalismo al capitalismo en Colombia no ha concluido con una reforma agraria que de tierras a los campesinos pobres y que están en poder de grandes hacendados feudales como si se hizo en Europa .

Buenas un ideólogo peruano José Carlos Mariategui anotó  hace como 100 años que la gran propiedad burguesa no nace de la gran propiedad feudal sino todo lo contrario, de la destrucción de la gran propiedad feudal. Las Farc han estado de capa caída estos últimos años por el plan Colombia donde EEUU regalo como 5,000 millones de dólares para derrotarlos pero ahora es EEUU el que está mal económicamente.
Aunque me parece que  usan como pretexto eso de la reforma agraria pues no destruyen la propiedad feudal sino conviven con ello, con lo cual deviene en eso que se define como revisionismo armado,donde además hipotecaron la revolución a otra potencia  del pasado .


Las negociaciones de paz de Colombia van a la deriva

http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323384604578328873805452536.html?mod=WSJS_inicio_section_Actualidad

Por DAN MOLINSKI y DARCY CROWE

BOGOTÁ—Las negociaciones de paz del gobierno de Colombia con los grupos guerrilleros izquierdistas que comenzaron con altas expectativas en ambos lados atraviesan un momento difícil, conforme el presidente Juan Manuel Santos muestra su frustración por las negociaciones mientras los rebeldes recurren cada vez más a la violencia.
Durante el fin de semana, Santos se mostró escéptico por primera vez desde que las negociaciones empezaron en octubre con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC, en Cuba.

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Polémica foto del líder de las FARC Iván Márquez, cortesía de Semana.com.

"En la medida en que avancemos, estaremos satisfechos; si no avanzamos, nos retiramos de la mesa", apuntó.
Sus comentarios se producen cuando los rebeldes han lanzado ataques letales contra la policía, han bombardeado infraestructura petrolera y han secuestrado a extranjeros en áreas remotas del país, erosionando el capital político que necesita Santos para que avance el proceso de paz y obstaculizando sus prospectos de reelección.

El martes, el líder de las negociaciones de las FARC Iván Márquez dijo desde La Habana que espera que al gobierno no se le ocurra darle la vuelta a la mesa, y añadió que las FARC insta a los colombianos a movilizarse en defensa del proceso de paz y que no deben dejar que esa esperanza les sea arrebatada.
Santos dijo que un acuerdo de paz impulsaría el crecimiento económico en Colombia, pero de momento la nueva ola de ataques ha demostrado la capacidad de las FARC de perjudicar la economía del país al concentrarse en las exportaciones de petróleo, la fuente principal de ingresos de Colombia.
Las conversaciones de paz atraviesan ahora su "período más vulnerable", señaló Christian Voelkel, un analista de International Crisis Group, con sede en Bruselas.
 El principal problema para Santos es que las negociaciones continúan extendiéndose sin poder demostrar resultados concretos, aseveró Voelkel.
El gobierno y las guerrillas discuten actualmente el problema más complejo en la mesa de negociación: la reforma agraria.
La concentración masiva de tierras agrícolas en manos de rancheros y terratenientes poderosos ha sido el "corazón del conflicto" durante décadas, indicó Heather Berkman, una analista de Eurasia Group, una consultora de riesgo político.
La reforma agraria ha sido el estandarte de la guerra de medio siglo de las FARC para derrocar al gobierno colombiano, y ahora es el instrumento principal que usan los líderes del grupo guerrillero para justificarse a los ojos de sus seguidores, en su mayoría obreros.
Las estipulaciones para una reforma agraria que exigen las FARC incluyen la creación de un fondo repositorio compuesto de granjas inactivas a ser distribuidas entre pequeños agricultores, y la reforma del registro legal de títulos de tierras.
Estas propuestas "están dentro del espectro ideológico de la política colombiana" y son similares a las exigencias de los políticos electos, apuntó Berkman.
La intensificación de la violencia de las FARC y la inhabilidad de mostrar avances tangibles en las negociaciones han reducido el apoyo al desempeño de Santos en torno a las negociaciones, con un porcentaje de aprobación de 25%, comparado con 27% en noviembre, según una encuesta de la firma de investigación Datexco. El lunes, una encuesta de la firma de investigación Gallup mostró que la tasa general de aprobación del presidente cayó a 47% desde 53%, su menor nivel desde que asumió el cargo en agosto de 2010.
Los analistas atribuyen parte de la caída en la calificación de Santos a las críticas del ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien hasta hace dos años era un aliado cercano. Uribe, quien podría ser candidato a ocupar una banca en el Senado en las próximas elecciones, es constante en sus criticas mediante la red social Twitter, donde el ex mandatario cuenta con 1,8 millones de seguidores, 200.000 más que Santos.

Uribe es miembro de la junta directiva de News Corp ., que edita The Wall Street Journal.

Otros problemas también están afectando la popularidad de Santos. La economía de Colombia, impulsada por el petróleo, que creció casi 6% en 2011, se expandió sólo 2,1% en el tercer trimestre de 2012 comparado al mismo lapso del año anterior, su tasa de crecimiento más débil en cuatro años y la menor entre los países andinos, incluyendo la afligida Venezuela.

Los grupos izquierdistas han atacado al menos 10 veces este año el mayor oleoducto del país, lo que ha disparado los costos de producción de Ecopetrol, la petrolera estatal de Colombia. La inestabilidad entre los trabajadores también ha afectado otros sectores clave de exportación, como la producción de carbón y café.
El gobierno sigue convencido de que un acuerdo de paz exitoso y definitivo con las FARC, cuyos 8.500 guerrilleros armados la convierten en el mayor grupo rebelde de América Latina, es el objetivo más importante.

Mientras las FARC el año pasado manifestaron que han abandonado los secuestros a cambio de rescates, continúa tomando como rehenes a miembros de las fuerzas armadas, y trabajadores de petroleras y mineras extranjeras también han sido blancos.
No obstante, un funcionario del gobierno colombiano cercano a las negociaciones sostuvo que las conversaciones en La Habana estaban avanzando, añadiendo que los informes de los medios colombianos indican que las negociaciones están a punto de desmoronarse no tienen fundamentos.
El funcionario mencionó una entrevista en la revista colombiana Semana publicada el 23 de febrero en la cual el principal negociador de las FARC Iván Márquez sostuvo que "las cosas van bien".

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