El euro será arrastrado lentamente hacia una
guerra de divisas
http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323478004578306150273122878.html?mod=WSJS_inicio_MiddleSecond
Por NICHOLAS
HASTINGS
Mantenerse fuera de la guerra de divisas siempre fue una
propuesta difícil.
Y ahora parece que la eurozona está siendo arrastrada
gradualmente hacia ella.
La
región simplemente no puede darse el lujo de mantenerse distante.
Su economía no es lo suficientemente fuerte
para soportar una moneda cuyo valor supera largamente el de las monedas de sus
principales competidores.
Si
persiste la fortaleza del euro, las exportaciones de la eurozona se verán
afectadas y la recuperación económica de la región estará en una situación de
riesgo aún mayor.
El signo del euro, frente a la sede central del Banco
Central Europeo en Frankfurt, Alemania.
La profundidad del problema que enfrentan los encargados
de política de la eurozona se hizo evidente con las últimas cifras de crecimiento económico.
Éstas no sólo muestran contracciones en las economías de
los deudores usuales, sino que también revelaron
que incluso Alemania y Francia están sufriendo
mucho más que lo anticipado.
Los
optimistas continúan esperando que una mezcla de recuperación
global y un aumento en la demanda por
las exportaciones de la eurozona ayuden a impulsar estas economías y
sacarlas del foco de atención a medida que nos adentramos en 2013.
Pero esto parece cada vez menos probable.
Si
el PIB de la eurozona se contrajo 0,6% en el cuarto trimestre del año pasado,
cuando el euro se encontraba considerablemente más débil de lo que está ahora,
¿qué posibilidades tienen muchas de las economías de la región en el primer
trimestre de este año con el euro situado en los altos niveles actuales?
Hasta cierto punto, estas preocupaciones se vieron
reflejadas en la evaluación económica que realizó el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, tras la última
reunión de política monetaria y con los comentarios del viernes de que los datos de crecimiento fueron más
negativos de lo esperado.
Sin embargo, hay pocas señales de
que el BCE planee hacer algo al respecto todavía.
El mismo Draghi se apresuró a señalar que hay pocas señales de deflación y que las tasas de interés ya están "realmente muy
bajas".
Quizás de mayor interés fueron las declaraciones que hizo
el archirestrictivo Jens Weidmann. Como se
hubiera esperado, el presidente del Bundesbank
señaló que el BCE no está por recortar las tasas
de interés sólo para debilitar al euro.
Indicó además que la moneda única no se encuentra
significativamente sobrevalorada.
Por una parte, todo esto podría sonar más bien
tranquilizador. Por otra, Weidmann está reconociendo
que la moneda se está negociando sobre su valor justo.
Entonces, ¿es más probable que el BCE haga algo para
depreciar el euro?
Dado
que las elecciones en Italia, que se realizarán
a fines de este mes, probablemente inyectarán nuevas incertidumbres
políticas al desempeño del euro, es posible que el BCE no tenga que hacer nada
en esta etapa. Los temores de que Italia termine con un Parlamento sin mayoría
absoluta y un gobierno incapaz de llevar
a cabo reformas estructurales clave, bien podrían causar por sí mismos otra
dosis de debilidad del euro.
Pero si eso no ocurre, es posible que los encargados de política
tengan que ser más proactivos.
El vicepresidente del BCE, Vitor
Constancio, advirtió el jueves que las tasas de interés del BCE bien
podrían pasar a territorio negativo.
Si bien la eurozona puede mostrar poco apetito por
sumarse a una devaluación competitiva, y dado que el propio Draghi describió
los rumores de una guerra de divisas como inapropiados y contraproducentes, él
y otros encargados de política de la eurozona podrían pronto verse obligados a
tomar parte, aunque sea sólo para evitar
que la eurozona vuelva a caer en una recesión.
Esta expectativas sin duda ayudarían a explicar por qué
después de un desempeño tan sólido este año, el euro ahora se muestra propenso
a repentinas pérdidas.
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