A la caza del código genético de la
inteligencia (de interés mundial pues el dominio del planeta por los mengeles chinos
o los Bill Gates de de genética China
puede ser una realidad) extraído del WSJ
Idea de interés para el proletariado mundial, clonar
al cerebro de Lenin. Sino estaremos fritos pues los fascistas chinos querrán esclavizarnos
A la caza del código genético de la
inteligencia
http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323384604578324353811286628.html?mod=WSJS_inicio_LeadStory
Una
investigación en China apunta a descubrir las raíces de la inteligencia en
nuestro ADN con muestras de mentes brillantes
Por GAUTAM NAIK
En una antigua fábrica de impresoras en Hong Kong, un
prodigio de 20 años llamado Zhao Bowen se ha
embarcado en una ambiciosa y potencialmente controvertida misión: la búsqueda
de la genética de la inteligencia.
Zhao,
quien no terminó la secundaria y ha sido descrito como el Bill Gates de China,
supervisa el laboratorio de genómica cognoscitiva de BGI, una empresa de capital cerrado
que es parcialmente financiada por el gobierno chino.
En las instalaciones de Hong Kong, más de 100 poderosas máquinas de secuenciación de
genes están descifrando alrededor de 2.200 muestras de ADN, es decir, leyendo 3.200
millones de pares de bases químicas letra por letra.
Estas no son cualquier muestra de ADN. La mayoría
proviene de los estadounidenses más brillantes, aquellos con un perfil
extremamente atípico en la repartición de la inteligencia.
Buena
parte de las muestras de ADN son de personas con un coeficiente intelectual
(CI) de 160 o más.
En comparación, el CI promedio en cualquier población es
de 100.
Un ganador de premio Nobel se ubica en
alrededor de 145.
Sólo una de cada 30.000 personas es tan inteligente como
la mayoría de los participantes en el proyecto de Hong Kong, y encontrarlos fue
toda una odisea.
"Por
mucho tiempo, la gente ha decidido ignorar la genética de la
inteligencia", dijo Zhao, quien espera publicar los
hallazgos de su equipo a mediados de año.
"La gente cree que es un tema
controvertido, especialmente en Occidente. Pero no es así en China",
donde estudios sobre el CI son considerados más como un reto científico y por
tanto son más fáciles de financiar.
Las
raíces de la inteligencia son un misterio.
Estudios han mostrado que al menos la mitad de la
variación en el coeficiente intelectual es heredada. Pero aunque los
científicos han identificado algunos genes que pueden reducir significativamente
el CI (por ejemplo, en personas que sufren de retraso mental) aquellos
verdaderamente importantes y que afectan la variación de un coeficiente normal
aún son un enigma.
Los investigadores de Hong Kong esperan resolver el
problema al comparar los genomas de individuos con un CI extremadamente alto
con el de personas seleccionadas dentro de la población general. Al estudiar
las variaciones en los dos grupos, los investigadores esperan aislar parte de
los factores hereditarios del CI.
Sus conclusiones podrían abrir el camino para una prueba
genética que prediga las habilidades cognitivas heredadas de una persona. Una
herramienta de este tipo podría ser útil, pero también polémica.
"Si puede identificar a niños que van a tener
problemas de aprendizaje, puede intervenir" a una edad temprana a través
de una enseñanza escolar especial u otros programas, dice Robert Plomin, profesor de genética del comportamiento
en el King's College de Londres y quien
participa en el proyecto de BGI.
Pero a los críticos les preocupa que los datos
relacionados con el CI sean mal interpretados, o mal utilizados.
Investigaciones en la ciencia de la inteligencia han sido usadas en el pasado "para señalar a individuos o grupos raciales
particulares y deslegitimizarlos", dijo Jeremy Gruber, presidente del Consejo de Genética Responsable, un
grupo de supervisión ética con sede en Cambridge, en el estado de
Massachusetts. "Me preocuparía mucho
que las tendencias reduccionistas y deterministas que siguen estando vigentes
en el mundo de la genética salgan a relucir en un proyecto como este",
agregó.
Zhao
mismo es un fenómeno.
Además de su prodigiosidad en el campo de la genética,
dice que el inglés casi perfecto que habla lo aprendió solo. Su carrera como
genetista empezó de forma muy humilde, con el pepino. En 2007, dejó de asistir
a su colegio en Beijing para empezar prácticas en la Academia
China de Ciencias Agrícolas.
Su trabajo consistía en cosas simples, como limpiar los
tubos de ensayo. A cambio, los estudiantes de postgrado le prestaban libros
sobre genética y lo dejaban participar en experimentos, incluyendo la
secuenciación del pepino. Zhao tenía 15 años cuando el estudio sobre el genoma
del pepino fue publicado en la revista Nature Genetics en 2009; el joven apareció como coautor del artículo.
Absorbido por la genómica, Zhao abandonó sus estudios
escolares y empezó a trabajar a tiempo completo en BGI, uno de los centros de investigación en
genómica más grandes del mundo. Su sede central está en Shenzen,
cerca de Hong Kong.
El año siguiente, BGI creó una división de
genómica cognitiva y nombró a Zhao como su director.
La primera incursión del científico en la genética de la
inteligencia fue un plan para recolectar ADN de niños de alto rendimiento y
logros en las escuelas locales. Sin embargo, el proyecto no funcionó.
Las muestras de sangre son la forma más eficiente de
tomar muestras de ADN y los padres se rehusaron a que les sacaran sangre a sus
hijos.
En el segundo semestre de 2010, un físico
teórico llamado Stephen Hsu, de la Universidad de Oregón, visitó BGI.
Hsu también estaba interesado en
la genética de la habilidad cognitiva, así que el par se unió con otros colegas
para lanzar el proyecto de inteligencia de BGI.
Una parte del plan proponía usar muestras de saliva de
personas con un don especial para las matemáticas, incluyendo chinos que
hubieran participado en cursos de capacitación para olimpiadas de matemáticas o
ciencias.
Otra apuntaba a la recolección de muestras de ADN de
individuos con un alto CI de Estados Unidos y otros países, incluyendo aquellos
con puntajes extremadamente altos de SAT, la
prueba estandarizada para postular a la universidad en EE.UU., y aquellos con
un doctorado en física o matemáticas de alguna universidad de élite. Además,
cualquiera podría participar a través del sitio web de BGI si cumplían con los
requisitos.
El gobierno de Shenzen acordó pagar por la
mitad del proyecto y BGI dijo que aportaría el otro 50%, señala Zhao.
La mayoría de las muestras han venido de fuera de China.
La principal fuente es el doctor
Plomin, del King's College, quien ha recogido muestras de alrededor de
1.600 individuos con un CI muy alto para sus propias investigaciones. Esas
muestras se obtuvieron a través de un proyecto estadounidense conocido como el Estudio de Jóvenes Precoces en Matemáticas
(SMPY, por sus siglas en inglés), que ya lleva cuatro décadas.
Plomin siguió el rastro de los 1.600 adultos que
participaron en el estudio estadounidense cuando eran niños. La investigación
ahora se realiza desde la Universidad de Vanderbilt. Sus
contribuciones de ADN conforman la mayor parte de las muestras de BGI.
Hsu lanzó su propia campaña de marketing.
Cuando daba charlas científicas en varias instituciones,
incluyendo el Instituto de Tecnología de California, la Academia de Ciencias de
Taiwán y Google, pidió a la audiencia que se inscribiera en el estudio.
El sitio web de BGI tiene hasta ahora cerca de 500
voluntarios que cumplen con los requisitos.
El reto de los científicos es significativo. Un ejemplo
es la genética de la estatura, que, como la inteligencia, es un rasgo complejo
gobernado por muchos genes diferentes, cada uno con una influencia diminuta.
Los intentos por detectar los genes de la estatura no dieron ningún resultado hasta que el número
de pruebas de ADN llegó a 10.000. Los científicos han logrado identificar
1.000 variaciones genéticas que explican en parte por qué unas personas son más
altas que otras.
Esos resultados se pueden replicar y son válidos para
personas de cualquier región del mundo.
En comparación, una de las investigaciones genómicas más
grandes sobre CI intentadas hasta ahora cuenta con apenas 5.000 personas
reclutadas de la población general. Científicos dicen que se tiene que estudiar
a decenas de miles de personas sólo para encontrar el primer gen del CI útil.
Es ahí donde ingresa BGI. El equipo comparará el genoma
de 2.200 individuos con un alto coeficiente intelectual con el de miles de
personas promedio. Debido a que la mayoría de los participantes
superinteligentes que son estudiados son el equivalente cognitivo a quienes
miden dos metros", dice Hsu, debería ser mucho más fácil identificar
varios factores clave relacionados al CI en sus genomas. Hsu es ahora vicepresidente de investigación y estudios de
postgrado en la Universidad de Michigan.
"La base genética de la inteligencia ha sido
ignorada por mucho tiempo", dice Zhao. "Nuestra información estará
lista en tres meses".
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