La inflación es primera preocupación de los alemanes, por delante de la pandemia y de Ucrania
La tasa de inflación alemana en diciembre fue del 5,3%, el nivel más alto de los últimos 30 años
CORRESPONSAL EN BERLÍN Actualizado:De los 1.090 alemanes mayores de 16 años que fueron encuestados entre el 6 y el 20 de enero, el 70% aseguró estar «muy preocupado» por el fuerte aumento de los precios. «La alta tasa de inflación está alarmando cada vez más a la población y está teniendo un impacto superior al promedio en las clases sociales más débiles», explica Renate Köcher, del Instituto Allensbach, «una de cada dos personas se siente personalmente amenazada por las consecuencias de la inflación y cree que la subida de los precios le está afectando ya o le va a afectar en breve para peor».
El pasado mes de diciembre, la tasa de inflación alemana fue del 5,3%, el nivel más alto de los últimos 30 años. Este mes de enero, ha caído levemente, según una estimación de la Oficina Federal de Estadística, hasta el 4,9%, debido a la entrada en vigor de una reducción del IVA.
Pero el dato armonizado, para hacerlo compatible con el del resto de países europeos, sube al 5,1% interanual y sigue muy por encima del nivel que el estatuto del Banco Central Europeo fija como «estabilidad de precios», que es en torno al 2%. «Hay subidas de precios muy tangibles, como los de la energía», señala Köcher, «los ciudadanos ven la factura y pueden cifrar ellos mismos la subida porque saben cuánto pagaron anteriormente por más o menos el mismo consumo, por lo que son muy conscientes de su pérdida de poder adquisitivo».
El caso es que, según los cálculos de DZ Bank Research, las tasas de inflación altas pueden ayudar a reducir significativamante el nivel de deuda de los países europeos a medio plazo, debido a que la deuda pública es un valor nominal cuyo valor real disminuye debido a la inflación.
Mientras que Francia apenas puede beneficiarse debido a déficits primarios particularmente altos, para Alemania si sería beneficioso. Pero eso no lo ven los ciudadanos alemanes, más preocupados, según Köcher, por el hecho de que les cuesta más llegar a fin de mes.
«Está todo parado. Creía que a medida que fueran pasando los meses, superaríamos el bache de la pandemia. Pero sigue sin haber apenas clientes porque todos observan con preocupación las subidas de los precios y creen que no será buen momento para comprar hasta que bajen», dice Friz Hesselmann, dependiente de un concesionario de coches de Berlín Weding. «La inflación, sí, mi abuelo siempre hablaba de eso», asiente un potencial cliente que, sin embargo, no espera por ahora comprarse un coche, «si no tienes mucha urgencia, y ese no es mi caso, pues te sientas a esperar a que los precios sean un poco más amables con tu bolsillo».
Preocupación en las empresas
Más allá de la preocupación ciudadana, la industria y el comercio también están cada vez más preocupados por la inflación, persistentemente alta. El presidente de la Asociación de Cámaras Alemanas de Industria y Comercio (DIHK), Peter Adrian, ha exigido al Banco Central Europeo (BCE) y al gobierno federal señales claras ante la fuerte suba de los precios. «Para las empresas, esto significa aumentos de gran alcance en los costes de las materias primas, la energía y el transporte. Todavía no estamos en una situación dramática. Pero las empresas alemanas esperan una señal de tipos de interés bien medida del BCE en su próxima reunión. Porque un euro débil encarece aún más las importaciones de energía», explica su reivindicación.
Según una encuesta actual de la DIHK, las tres cuartas partes de las empresas alemanas consideran que los altos precios de la electricidad y el gas pesan sobre su negocio actual. «Casi la mitad de las empresas temen la carga de costes que lleve a cerrar el negocio o la pérdida de su propia competitividad».
«Un cambio en la política monetaria no debe demorarse más en vista de las cifras de inflación de Alemania y de otros países de la unión monetaria europea», asiente el economista jefe de HQ Trust, Michael Heise. El economista Nils Jannsen, del Instituto Kiel para la Economía Mundial, teme por su parte que las expectativas amenacen con que la inflación «se mantenga en un nivel elevado durante más tiempo,la alta inflación se consolidaría». «Con el aumento vertiginoso de los precios de la energía y las materias primas, las cargas adicionales del gobierno ahora se ponen aún más a prueba», señala Adrian, «la abolición más rápida del recargo re las renovables en la factura de la luz, como prometió el ministro federal de Finanzas Christian Lindner, sería un primer paso importante para reducir el riesgo de una espiral inflacionaria».
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