El nuevo desorden mundial
Biden necesita unir al país en respuesta a las crecientes amenazas globales.
Una invasión rusa de Ucrania sería un evento seminal que acelera el nuevo desorden mundial. Las señales se han estado construyendo durante años, pero Estados Unidos y sus aliados no están preparados, como suelen estarlo las democracias, para los problemas que se avecinan. El presidente Biden tiene la obligación particular de explicar lo que está en juego y unir al país como lo han hecho otros presidentes para enfrentar el desafío.
La Administración Biden ha hecho un trabajo de retaguardia decente al movilizar a Europa y la OTAN en oposición a los planes de Rusia sobre Ucrania, a pesar de su error al retirar las sanciones de Nord Stream 2. La mayoría de los aliados están de acuerdo con la promesa estadounidense de “consecuencias masivas” si Rusia invade, aunque nos preguntamos cuánto tiempo Alemania, Francia e Italia mantendrían el rumbo. Las débiles sanciones occidentales después de la invasión rusa de Georgia en 2008 y Crimea en 2014 alentaron a Vladimir Putin a creer que Europa carece de la voluntad de resistir con algo serio.
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