EEUU
pide desencriptar las transacciones bancarias y telefónicas y de Internet con
el pretexto de combatir al Estado Islámico (así la NSA podría vaciarle sus
fondos bancarios en segundos por cualquier sospecha o leguleyada)
El
debate sobre el cifrado revive con los ataques a París
http://lat.wsj.com/articles/SB11205087632349953341504581372470249648398?tesla=y
Un reportero
toma fotos de dispositivo de Google. Empresas como la matriz de Google,
Alphabet, evalúan su posición sobre los mensajes ultraseguros. PHOTO: TONY
AVELAR/ASSOCIATED PRESS
Danny
Yadron,
Alistair
Barr y
Daisuke
Wakabayashi
Domingo,
22 de Noviembre de 2015
21:09 EDT
El gobierno
de Estados Unidos y funcionarios del Congreso han solicitado nuevas reuniones
en Washington con ejecutivos de Silicon Valley
para resolver un impasse con respecto a las herramientas de cifrado de
comunicaciones, a consecuencia de los ataques terroristas de París, según
fuentes al tanto.
Esta es una
de las señales más concretas de cómo los atentados han vuelto a poner de
relieve el debate sobre si las empresas
estadounidenses deberían ofrecer herramientas de mensajería ultraseguras.
No hay
evidencia de que los ataques de París hayan cambiado la opinión de las empresas
tecnológicas, según la cual una encriptación
robusta protege a los consumidores, y que permitir que
la policía intercepte las comunicaciones abriría la puerta a la explotación del
sistema por parte de delincuentes y gobiernos represivos.
El Consejo
de la Industria de Tecnología de la Información, que agrupa a compañías como
Apple Inc. y Microsoft Corp., afirmó en un comunicado que “debilitar la
seguridad con la intención de mejorar la seguridad simplemente no tiene
sentido”.
No obstante,
Apple, Alphabet Inc., la matriz de Google, y Facebook
Inc., entre otras compañías, enfrentan una difícil danza de relaciones
públicas, debido a que sus ejecutivos no quieren parecer como si estuvieran
desestimando las implicaciones de una tragedia.
“No es el momento ideal
para estar promocionando los beneficios de la encriptación”, reconoce un abogado que ha trabajado
en estos temas.
No hay
evidencia de que los militantes de Estado Islámico que llevaron a cabo los
atentados en París dependieran de comunicaciones cifradas para llevar a cabo su
plan. Algunos usaron mensajes de texto
comunes y corrientes, los cuales pueden ser fácilmente monitoreados si se
conoce al sospechoso, según informes de medios franceses.
Los
atentados de París se produjeron en medio de un enfrentamiento de 18 meses entre Silicon Valley y Washington, el cual
comenzó cuando Apple y Google lanzaron software
de teléfonos inteligentes que las compañías dijeron que son imposibles de
desbloquear, incluso bajo una orden judicial.
Altos
funcionarios de seguridad de EE.UU. advirtieron que este software podría obstaculizar algunas investigaciones penales. Las
negociaciones encaminadas a conseguir el acceso de las autoridades a ciertos
sistemas de mensajería y dispositivos quedaron en punto muerto hace algunas
semanas. Al no estar dispuestos a dictar especificaciones de productos a
algunas de las empresas más exitosas del país, el gobierno decidió no presionar
para cambiar la legislación.
Los
atentados en París podrían complicar los esfuerzos por alcanzar un compromiso a
corto plazo. “Hay una solución en el horizonte y hay una forma de llegar a ella,
pero este no es el mes para comenzar a transitar por ese camino”, dice
James Lewis, experto en ciberseguridad y ex funcionario del gobierno de Bill
Clinton, quien ha trabajado como consultor de firmas tecnológicas y del
gobierno.
Lewis y el
Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, donde se desempeña como
académico invitado, planeaban organizar un foro sobre política de encriptación,
pero la iniciativa se pospuso después de los ataques en París.
Tras los
atentados, los senadores John McCain (republicano) y
Dianne Feinstein (demócrata), al igual que otros legisladores, dijeron
que desean asegurarse de que los investigadores puedan tener acceso al
contenido de las comunicaciones encriptadas.
McCain indicó que desea proponer un proyecto de ley al respecto.
Apple ha
señalado que nunca creará una entrada en sus productos para que el gobierno
acceda a su información, debido a que ello crearía vulnerabilidades de
seguridad que podrían ser explotadas por delincuentes. En su sitio web, Apple
insiste en que la codificación protege billones de
transacciones al día y eliminarla expondría a los usuarios a demasiados
riesgos.
“No conozco una forma
de proteger a la gente sin la encriptación”, dijo el presidente ejecutivo de
Apple, Tim Cook, el mes pasado en WSJD Live, la conferencia de tecnología
organizada por The Wall Street Journal. “No se puede tener un acceso aparte que
sea sólo para los buenos”.
Rachel
Whetstone, ex directora de comunicaciones y políticas públicas de Google,
manifestó en febrero que los gobiernos no tienen y no deberían tener accesos
aparte a los datos de los usuarios de Google, debido a
que la compañía tiene el deber de mantener privada la información de sus
clientes. Una fuente al tanto dijo que la postura de Google respecto a
la encriptación no ha cambiado.
Incluso si
el gobierno persuadiera a Apple y Google para
que cooperen, los ejecutivos del sector afirman que hay decenas de otros sistemas de comunicación codificada. La mayoría de las técnicas de encriptación
son conocidas y las organizaciones terroristas podrían desarrollar sus propias
alternativas, advierten.
Un ejecutivo
de tecnología reconoció que hay sentimientos encontrados. “Aunque continúo sintiendo que
prohibir la encriptación de punto a punto sería tanto inefectivo como peligroso
para la sociedad, también soy consciente de que tengo un conocimiento limitado
de todas las cosas aterradoras que ocurren en el mundo actual”, dice Ted Livingston, presidente ejecutivo de Kik Interactive Inc., desarrollador de la
aplicación de mensajería Kik Messenger.
La
aplicación de la empresa canadiense no almacena el contenido de los mensajes en
sus servidores. Eso significa, dice la compañía, que les puede dar a las
autoridades sólo los datos de los usuarios, no las transcripciones de las
comunicaciones entre sí. La firma recibió publicidad negativa luego de informes
de The Wall Street Journal y otros medios que decían que agentes de Estado
Islámico ven esta función como una ventaja y usan la aplicación.
—Damian Paletta,
Ryan Knutson y
Deepa Seetharaman contribuyeron a este artículo.
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