Publicada el 15/08/2021 - 09:36 AM
[OPINIÓN] Ingreso directo a las universidades, por Bruno Cépeda
Pero el problema no solo es económico; también tiene una arista de calidad. Si solo con 2000 ingresantes la UNT puede atender con alta calidad educativa a estos alumnos, con diez mil, deberá contratar a docentes que no necesariamente se encuentren en ese nivel de calidad.
El título explica, por sí solo, la naturaleza del tema. ¿Qué tan posible es? A ver, ¿es posible hacer un postre sin azúcar? Sí es posible. ¿Pero será agradable al gusto y tendrá la calidad de postre? Definitivamente, no. ¿Es posible que la UNT pueda ofertar ingreso directo? Sí es posible, basta el anuncio y hacerlo oficial a través de una resolución; sin embargo, ¿qué tan pertinente es?
Según los datos de la oficina de admisión de la UNT, se ofertan 2139 vacantes por semestre. Esta es la cantidad, cuya capacidad instalada le permite a la UNT atender, con calidad, a sus ingresantes en un semestre. Pero la UNT tiene un promedio de 10 mil postulantes por semestre; es decir, casi cinco veces más la capacidad que hoy le permite otorgar educación de calidad a sus ingresantes. Ahora, multipliquemos estos datos por dos semestres al año.
Muchas personas aseguran que el CEPUNT podría atender a esta cantidad de alumnos. Habría que recordar que el 10% de postulantes ni siquiera puede ingresar al CEPUNT y el 37% de postulantes ordinarios no participan del CEPUNT por motivos económicos, topográficos u otros. Además, este Centro Preuniversitario se sostiene económicamente con recursos propios; es decir, por las pensiones que sus alumnos pagan. Sin este ingreso, la universidad no podría cubrir los sueldos de los 314 docentes y 32 colaboradores que trabajan en CEPUNT, además que su cierre dejaría a la UNT sin uno de los tres ingresos propios con mayor rentabilidad de la Casa de Sánchez Carrión.
Pero el problema no solo es económico; también tiene una arista de calidad. Si solo con 2000 ingresantes la UNT puede atender con alta calidad educativa a estos alumnos, con diez mil, deberá contratar a docentes que no necesariamente se encuentren en ese nivel de calidad; es decir, deberá recurrir a docentes de buena o mediana calidad educativa; incluso, a uno que otro cuestionable por su ejercicio docente. Todo esto en un marco de eterno cuestionamiento por ingresos y contrataciones docentes al amparo de intereses ideológicos o de partidismo político.
Si bien estos datos son válidos para nuestra región y parten solo de datos de la UNT, sí se pueden generalizar a todo el sistema universitario.
Creo que sí es posible generar ingreso directo a las universidades; pero no en este momento y en estas condiciones. El sistema universitario todavía no está preparado para atender esta demanda a nivel nacional. Urge cambiar y transparentar sistemas de ingreso y contratación a los docentes, aumentar la capacidad de las aulas y servicios, capacitar a los docentes en atención a alumnos de reciente egreso de secundaria, desarrollo de estrategias y técnicas de evaluación acordes con el nuevo proceso, entre otras necesidades que requieren, por lo menos, dos años de preparación y mucho dinero que debe salir de los bolsillos de quienes pagamos impuestos… ¿valdrá la pena?
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