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sábado, 17 de julio de 2021

La historia del edificio abandonado de la av. Tacna con Emancipacion (PERÜ)

La historia del edificio abandonado de la av. Tacna con Emancipacion






El esqueleto en cemento de este enorme edificio de 18 pisos se encuentra igual que a mediados de los 70, cuando por falta de inversión se dejó de construir. Para entonces, era una muestra de la pujanza limeña y estaba diseñado para albergar playas de estacionamiento, oficinas y departamentos. Las obras se avanzaron sin problemas hasta que se necesitó dinero para los acabados finales y ahí empezaron los problemas.

“Recurrimos por un préstamo al Banco Central Hipotecario, que nos otorgó sólo una pequeña parte, pero al poco tiempo nos inició un juicio de garantía hipotecaria y de quiebra, como si nos hubiera dado el total del crédito”, recuerda ahora Jesús Linares Cornejo, apoderado de la inmobiliaria Oropesa, dueña de la obra.APARECE UN FANTASMA

Era 1982 y empezaría el largo y engorroso proceso judicial que, pocos años después, se confirmaría que fue iniciado por un fantasma, un tal Fernando Ponce Salomón que ante el 54avo Juzgado Civil de Lima se presentó como apoderado del BCH.

Durante el proceso, este sujeto nunca diò la cara porque simplemente no existía al no figurar en los Registros de Indentidad de la época. La Comisión de Derechos Humanos del Congreso Constituyente, en 1993, bajo la presidencia de Róger Cáceres Velásquez confirmaría que ese nombre no existía en la Reniec.

Pero antes de descubrir que utilizaban a un fantasma para arrebatarles el edificio, los Linares Cornejo sufrieron el zarpazo del poder, al meterse el entonces impetuoso presidente Alan García en la obra, en noviembre de 1986, para anunciar con patetismo que “un país pobre no podía darse el lujo de desperdiciar una obra así”.

En contra de la Constitución y los códigos procesales, García emitió el decreto supremo 389-86, que entregaba el edificio al Ministerio del Interior. Pocos días después, sin embargo, se sabría que el edificio estaba en litigio y por tanto no podía ser intervenido por el estado. Pero ya la metida de pata estaba hecha y el caso vino a complicarse más.

A pesar de los anuncios de García, quien afirmó que en menos de un año se podría tener listo el edificio para usarlo, el Ministerio del Interior no movió un dedo y, para quitarse la papa caliente de encima, a través del decreto supremo 038-89 de la presidencia del Consejo de Ministros, entregó el edificio al Poder Judicial.

Previo acuerdo de sala plena, el presidente de la Corte Suprema, Oscar Alfaro Alvarez recepcionó la obra en una ceremonia especial. Ahora el Poder Judicial era juez y parte en el litigio que seguía la inmobiliaria contra el fantasma del BCH, ¡una entidad que también había dejado de existir y estaba en proceso de liquidación!

JUEZ Y PARTE

Con el Poder Judicial como interesado en poseer el edificio, los dueños vieron con impotencia como, en 1990, se aprobaba una resolución de contrato, en un proceso de 20 fojas donde se utilizaron tres expedientes falsos. La sentencia era de película: no solo les habían quitado el edificio, los Linares Cornejo ahora también eran despojados de su inmobiliaria y eran multados por ocho millones de dólares.

Lejos de amilanarse, los afectados siguieron las acciones judiciales para recuperar el edificio y la inmobiliaria y, en 1992, el Poder Judicial decidió devolver el inmueble al estado, porque era evidente que no podían utilizarlo sin que se perpetren una serie de delitos.

En 1994, los Linares Cornejo recuperaron judicialmente la inmobiliaria Oropesa y, cuatro años después, se anula el juicio de ejecución de garantía hipotecaria iniciada por el fantasma del BCH. Por si fuera poca, la jueza Enma Pacheco ordena la devolución del edificio. Pero manos extrañas nuevamente se mueven en los más altos niveles del Poder Judicial y empiezan a ponerse trabas para llevar adelante la resolución judicial, pues el edificio ahora ya figuraba como propiedad del estado en los Registros Públicos. Hasta Montesinos había acariciado la idea de adueñarse del edificio, hoy valorado en al menos diez millones de dólares.

IGUAL CON O SIN DEMOCRACIA

Con el retorno de la democracia, la administración de justicia sigue igual de lenta y remolona en este proceso, por los sucesivos cambios de jueces y la oposición de los Registros Públicos, porque para ellos, el edificio es ahora del estado y de los inmobiliaria Oropesa, a pesar que en mayo del 2004, se declaró fundada a favor la ejecutoria de ejecución de garantía hipotecaria.

Sin embargo, el año pasado, por nuevas maniobras judiciales, 24 años después de sancionado el proceso iniciado por el apoderado fantasma del BCH, un juez trata de reiniciar el proceso y nuevamente se reaviva el problema, lo cual motivó al apoderado de la inmobiliaria a presentar recursos de habeas corpus contra todo el Congreso, el Poder Judicial y los organismos del estado.

Al mismo tiempo, Linares Cornejo ha demandado al estado, por daños y perjuicios, y exige una reparación de 200 millones de dólares. Por si fuera poco, prepara llevar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Como se podrá concluir, esas dos Torres Gemelas de Lima seguirán igual de abandonadas por muchos años más. Hasta hace unos años, era una guarida de fumones y delincuentes, pero la administración Andrade decidió tapiar y sellar todas sus puertas de acceso.

Hoy cada dos semanas, unos pocos obreros de limpieza, mediante escaleras lograr entrar al edificio para barrer e inspeccionar el lugar, donde solo anidan murciélagos, cucarachas y arañas.

“La infraestructura del edificio está en buenas condiciones, con una pequeña inversión podría ser terminado el acabado y se le podría usar, solo es cuestión de tiempo”, dice Linares Cornejo al pasar frente a la obra.

* ForosPerú

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