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viernes, 8 de abril de 2016

El legado de su padre es la mayor fortaleza y la principal debilidad de Keiko Fujimori. // Por RYAN DUBE encontrado en el WSJ

El legado de su padre es la mayor fortaleza y la principal debilidad de Keiko Fujimori

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 Keiko Fujimori, durante una manifestación política.

Keiko Fujimori, durante una manifestación política. PHOTO: JANINE COSTA/REUTERS

Por RYAN DUBE

viernes, 8 de abril de 2016 22:44 EDT

LIMA—Para ganar las elecciones presidenciales en Perú, la favorita Keiko Fujimori está tratando de crear una imagen de guardián del legado de su padre mientras trata al mismo tiempo de distanciarse del lado oscuro del régimen autoritario que éste lideró durante los años 90.


A medida que los peruanos se preparan para la primera vuelta electoral este domingo, su candidatura sigue estrechamente ligada a Alberto Fujimori, el frágil ex presidente de 77 años quien desde la cárcel sigue proyectando una larga sombra sobre este país de 30 millones habitantes. El ex mandatario está en prisión desde 2009 cumpliendo una condena por corrupción y por haber creado un escuadrón de la muerte durante sus 10 años en el poder entre 1990 y 2000.

Fujimori, una ex congresista con una maestría en administración de empresas de la Universidad de Columbia, tiene una amplia ventaja frente a sus rivales gracias al apoyo de aquellos que atribuyen a su padre haber establecido los fundamentos del crecimiento económico sólido de Perú al haber aplastado a los grupos guerrilleros de izquierda y derrotado la hiperinflación en los años 90.


Sin embargo, aunque se espera que obtenga la mayoría de votos entre los diez candidatos presidenciales, esta madre de 40 años no conseguirá los suficientes para evitar una segunda vuelta en junio, sugieren las encuestas. Ganar una segunda ronda electoral podría ser mucho más difícil, proyectan analistas políticos y firmas encuestadoras, a menos de que logre convencer a suficientes peruanos de que una presidencia suya no será un regreso a la corrupción generalizada y las violaciones de derechos humanos que marcaron el gobierno de su padre.

Algunos sondeos sugieren que el ex ministro de Economía y Finanzas Pedro Pablo Kuczynski, y quien aparece segundo en la mayoría de las encuestas, se impondría en una segunda vuelta si se enfrenta con Fujimori. El candidato del partido Peruanos por el Kambio es favorecido por los ejecutivos de empresas mineras que impulsan la economía y quienes ven a Fujimori a la luz de la división y corrupción que marcó el mandato de su padre.


 Simpatizantes de Keiko Fujimori.


Simpatizantes de Keiko Fujimori. PHOTO: RYAN DUBE/THE WALL STREET JOURNAL

Fujimori es más fuerte entre los votantes más pobres de Perú, que recuerdan los programas sociales y la derrota del terrorismo durante el gobierno de su padre. Julio Carrión, politólogo de la Universidad de Delaware, dice que la candidata necesita atraer a quienes cuestionan el régimen de Alberto Fujimori. “Pero no es mucho lo que puede hacer”, señaló. “Su apoyo viene principalmente de aquellos que piensan que su padre fue muy exitoso”.

Keiko Fujimori, quien según economistas mantendría las políticas favorables para el sector empresarial de Perú, declinó varias solicitudes de entrevistas.


Públicamente, se presenta como una versión más moderada y receptiva a las preocupaciones sobre los derechos humanos que la imagen que proyectó cuando se postuló sin éxito a la presidencia en 2011.

Fujimori reconoce un reporte mordaz sobre el conflicto interno del país realizado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que desde hace tiempo ha sido criticado como parcial por los seguidores de su padre por documentar los abusos de los militares cometidos durante la exitosa lucha de Fujimori contra el grupo guerrillero Sendero Luminoso. La candidata sacó también a tres seguidores de línea dura de su padre de su lista de aspirantes al Congreso, a pesar de una carta pública del propio Alberto Fujimori en la que defendía sus carreras como impecables.


Durante un debate presidencial el domingo, Fujimori firmó una promesa de respetar la democracia, los derechos humanos y la libertad de prensa en Perú mientras lucha contra la corrupción. También ha señalado que compensará a las mujeres pobres de los Andes que fueron esterilizadas a la fuerza por el gobierno de su padre.



El expresidente Alberto Fujimori. PHOTO: ENRIQUE CASTRO-MENDIVIL/REUTERS

“Tendrá que ser reparada por el Estado”, dijo en un discurso reciente.

Muchos aún recuerdan afectuosamente a Fujimori padre por haber mejorado la seguridad, construido carreteras y expandido los programas de asistencia a los pobres. Durante un reciente mitin político en las afueras de Lima, Keiko prometió suministrar agua potable, mejorar la educación y construir cárceles en las alturas de los Andes para los peores delincuentes.


“Necesitamos un gobierno de mano dura porque hay mucha delincuencia”, dijo Antonio Apcho, de 50 años y dueño de un pequeño negocio, quien está preocupado por la falta de seguridad.

Pero muchos no están convencidos. Miles salieron a las calles de Lima y otras ciudades el martes para protestar por su candidatura en el aniversario del cierre del Congreso ordenado por su padre en 1992.


“Se presenta como una propuesta renovada, aparentemente distinta a la de los 90, pero nada es diferente”, dijo Abraham Calderón, un sociólogo de 28 años que ha protestado contra Fujimori. “Representa un estilo de hacer política autoritario, vinculado a la corrupción y una época donde se han violado los derechos humanos”.

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