¿Terminó la bonanza económica para Perú? por
Fernando Rospigliosi Presidente del Consejo Nacional de Inteligencia (CNI), la
agencia de inteligencia del Estado
http://www.larepublica.pe/columnistas/controversias/termino-la-bonanza-economica-27-04-2013
Domingo,
28 de abril de 2013 | 4:30 am
Algunas cifras están mostrando una situación que no
se veía desde hace mucho tiempo. En los
dos primeros meses del año las exportaciones cayeron 19,3% con respecto al año
anterior y las importaciones siguieron creciendo.
La balanza comercial, la diferencia entre
exportaciones e importaciones, fue
negativa en US$ 834 millones. Es decir, compramos al extranjero más de lo que
vendemos. Una señal de alarma.
Las
crisis
En el Perú hemos tenido varios períodos de
crecimiento en el último siglo, y todos terminaban siempre en una crisis
similar.
El problema radicaba en que el crecimiento de la
economía demandaba dólares para importar bienes de capital, insumos y productos
de consumo. En algún momento los dólares no alcanzaban, porque las
exportaciones, que son las que producen divisas, no crecían al mismo ritmo de
las importaciones.
El resultado era un círculo vicioso de devaluación,
inflación, paquetazos dictados por el gobierno de turno y una larga crisis.
Sin
embargo, en los últimos años hemos tenido un crecimiento espectacular y
sostenido en el tiempo, básicamente gracias a la minería que ha proporcionado
los dólares necesarios para sustentar el crecimiento económico.
La minería pudo desarrollarse por una combinación de
factores. El primero, un entorno económico y
político favorable, desde principios de la década de 1990 durante el gobierno
de Alberto Fujimori, situación que mantuvieron los siguientes gobiernos hasta hace poco. El primer gran proyecto de
la nueva minería fue Yanacocha, en Cajamarca, iniciado en 1993.
El segundo,
el aumento de los precios de los minerales en el mercado internacional, un
ciclo muy largo.
Las
exportaciones totales en 1990 fueron US$
3.280 millones. Dos décadas después, en 2012 eran US$ 45.639 millones, es decir catorce veces más.
Las exportaciones de minerales en 1990 eran US$
1.480 millones, poco menos de la mitad del total. En 2012 habían crecido a US$ 25.921, es decir, se habían multiplicado por dieciocho y eran poco más de la mitad
del total.
Ahora las cosas están cambiando.
Esta semana el Banco Central de Reserva
redujo su pronóstico para el superávit comercial del 2013 de US$ 2.900 millones
a US$ 800 millones. Y el próximo año se estima que habrá déficit.
No tenemos una crisis a la vuelta de la esquina, hay US$ 67.000 millones en reservas, pero el futuro
viene complicado.
Conga
en el peor momento (es un gran proyecto minero paralizado)
Los conflictos en la minería han obstaculizado el
desarrollo de varios proyectos, pero el que marcó un hito fue el de Conga en
Cajamarca. Entre noviembre de 2011 y julio de 2012 las protestas dirigidas por
grupos antimineros paralizaron el que era el más grande proyecto de inversión
de la historia del país.
La tremenda ineptitud del gobierno de Ollanta Humala
en el manejo del conflicto fue, por supuesto, parte fundamental del problema.
Y ocurrió en el peor momento imaginable, cuando
asomaba la crisis internacional con la consecuente caída en la demanda y los
precios.
El daño que ha causado al Perú la paralización de
Conga es inconmensurable, porque liquidó por mucho tiempo un proyecto minero
que hubiera entrado en producción el próximo año y habría contribuido a
aumentar las exportaciones y proporcionar las divisas que necesitamos ahora.
En
las actuales condiciones, Conga ya no se desarrollará porque no es rentable
para la empresa.
Pero además, la paralización fue un pésimo ejemplo
que incentivó a otros grupos antimineros en el resto del país a tratar de
bloquear, casi siempre con éxito, otros proyectos mineros.
Esto y la cantidad de trabas burocráticas y demoras
que ha introducido el gobierno, están haciendo del Perú un país cada vez menos
atractivo para las inversiones, en momentos en que las empresas están
retrayéndose en todo el mundo.
De hecho, en Cajamarca, dos grandes proyectos
mineros que estaban en etapas preliminares, Michiquillay y Galeno, ya despidieron al 90% de sus trabajadores y
esperarán mejores tiempos.
La paralización de esos tres proyectos mineros está
golpeando la economía de Cajamarca, departamento que recibió 2.900 millones de
soles por canon minero entre 2003 y 2011. Los próximos años el canon
se reducirá a su mínima expresión.
El asunto es que esos 2.900 millones fueron mal utilizados, derrochados o robados por
responsabilidad de los políticos y autoridades regionales y locales. En el
futuro probablemente la pobreza volverá a aumentar en Cajamarca.
Pero al igual que Cajamarca, los sucesivos gobiernos
en el país no han aprovechado la bonanza para hacer las reformas necesarias en
el Estado, en salud, educación, seguridad y tantas otras que se requieren.
Peor aún, ahora Humala pretende embarcarnos en una
aventura peligrosa y cuyo fracaso ya ha experimentado el Perú, como la compra
de Repsol.
Malas señales en muy mal momento.
Fernando Rospigliosi
Ministro del Interior en dos ocasiones durante el
gobierno de Alejandro Toledo y Presidente del Consejo Nacional de Inteligencia
(CNI), la agencia de inteligencia del Estado
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