SPANISH
September 7, 2012, 12:02 a.m. ET
El
BCE saca la artillería pesada pese a las objeciones alemanas
http://online.wsj.com/article/SB10000872396390443686004577636070663698952.html?mod=WSJS_inicio_MiddleSecond
Por BRIAN BLACKSTONE y CHARLES
FORELLE
FRÁNCFORT—El
Banco Central Europeo (BCE), en un reconocimiento de que la crisis de la deuda
alcanzó un punto crítico, anunció que está preparado para usar su herramienta más poderosa —su imprenta— para
salvar el euro.
Haciendo
caso omiso de las objeciones de su mayor accionista, el Bundesbank de Alemania, el consejo de 22
miembros del BCE aprobó un plan que allana el camino para que la entidad
intervenga en los mercados de bonos de los países del euro en aprietos con compras ilimitadas, lo que en
la práctica equivale a imprimir dinero, aunque bajo estrictas condiciones.
El objetivo es restaurar la estabilidad de los mercados de deuda soberana de
España e Italia y captar inversionistas extranjeros, que han huido masivamente
de tales activos.
"El
euro es irreversible", sentenció Mario Draghi, presidente del BCE, luego
de la reunión mensual del organismo, que mantuvo en
0,75% su tasa de interés de referencia, un mínimo histórico.
"Queremos que esto sea percibido como un respaldo plenamente eficaz"
que elimina los riesgos del bloque, aseveró.
Los
mercados de deuda y acciones celebraron sus palabras. Los costos de
endeudamiento de España e Italia cayeron y sus principales índices bursátiles
treparon más de 4% cada uno (ver nota relacionada). El Promedio Industrial Dow
Jones avanzó 244,52 puntos para cerrar en 13.292, su mayor nivel desde
diciembre de 2007.
A pesar de la efusiva reacción de
los mercados no está nada claro que el plan vaya a funcionar. La economía
europea sigue de
capa caída. Sin ninguna perspectiva tangible de crecimiento en el corto plazo,
es probable que las posiciones fiscales de los países vulnerables empeoren,
socavando aún más la confianza de los inversionistas.
El BCE, sin
embargo, acaba de dar su paso para combatir la crisis. La decisión habría sido
impensable cuando los problemas surgieron por primera vez, hace casi tres años.
Subrayando la dimensión histórica de la medida, la junta del BCE tomó la decisión pasando por encima de las
objeciones del Bundesbank, el banco central alemán.
Las autoridades
del Bundesbank han arremetido en reiteradas ocasiones contra la intervención en
el mercado de bonos, advirtiendo que podría disparar una inflación galopante
una vez que la economía repunte. Otra preocupación es que el BCE está poniendo
un enorme riesgo en su balance, dejando a los contribuyentes con una factura
enorme si el plan falla y un país que recibe la ayuda cae en cesación de pagos.
Alemania, por su tamaño y participación en los pasivos del BCE, es la que
tendría más que perder.
Hasta ahora, Draghi parece contar
con el respaldo del gobierno alemán. Tanto la canciller Angela Merkel como su
ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, han expresado su apoyo al presidente
del BCE. Pero debido al escepticismo de los alemanes frente a las medidas del
BCE, ese apoyo podría ser efímero si la intervención no produce resultados
rápidos.
El
Bundesbank no demoró en denunciar la decisión, poniendo de relieve una profunda
grieta entre el BCE y su mayor miembro. Jens Weidmann,
presidente del Bundesbank, considera la compra de bonos como
"equivalente a financiar gobiernos mediante la impresión de
billetes", dijo un representante de la entidad.
Para
contrarrestar las críticas. El BCE resaltó que las compras serán
"completamente esterilizadas", es decir, una cantidad equivalente de
los fondos será retirada del sistema financiero en un esfuerzo por mantener
estable la oferta monetaria. El BCE hace
eso actualmente ofreciendo a los bancos depósitos con interés por el valor
total de los bonos soberanos que poseen.
El
paso, en todo caso, es en gran medida simbólico, según muchos analistas. Los bancos
todavía pueden pedir prestado al BCE tanto como deseen, suponiendo que tengan
la garantía, que puede incluir los depósitos que mantienen en el BCE. "Dudamos que esto cambie el
comportamiento bancario en alguna medida significativa", escribió Greg
Fuzesi, economista de JP Morgan.
Draghi se
defendió de las críticas en los medios alemanes que lo acusan de alejar al BCE
de sus raíces alemanas para satisfacer las necesidades del sur de Europa. No
hay una "camarilla del sur" operando el BCE, señaló, y destacó la
"enorme mayoría" que apoya su plan. Draghi enfatizó que el BCE
insistirá en un número de condiciones antes de llevar a cabo cualquier compra
de bonos.
Los países como España que pretenden
la intervención del BCE tendrán que solicitar la ayuda del fondo de rescate
europeo. Luego deben acordar recortes de presupuesto y reformas
económicas con otros gobiernos de la zona euro y, tal vez, el Fondo Monetario
Internacional. El banco central también se reservó el derecho de retirar la
ayuda si los países dan marcha atrás en sus promesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario