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miércoles, 21 de diciembre de 2016

El presidente electo Donald Trump terminara de sepultar a los multimillonarios proyectos petrolíferos de las arenas bituminosas de Canadá. (el sr sostiene que el calentamiento climático es un cuento chino para afectar a la economía estadounidense y anulara todos los acuerdos climáticos por lo que su energía será más barata que la que puede extraer Canadá de sus arenas , además que EEUU tiene gas de esquisto )pero Canada , si produce petroleo de su arenas perderá dinero , pero si paralizan la producción, perderán más aun.// CHESTER DAWSON encontrado en el WSJ

El presidente electo Donald Trump terminara de sepultar a los multimillonarios proyectos petrolíferos de las arenas bituminosas de Canadá. (el sr sostiene que el calentamiento climático es un cuento chino para afectar a la economía estadounidense y anulara todos los acuerdos climáticos, por lo que su energía será más barata que la que puede extraer Canadá de sus arenas , además  que EEUU tiene gas de esquisto  )pero Canada , si produce petroleo de su arenas  perderá dinero , pero si paralizan la producción, perderán más aun.

El alza del crudo no logra rescatar a las arenas bituminosas de Canadá

http://lat.wsj.com/articles/SB12029608177119963671204582511403690305804?tesla=y

El magnate N. Murray Edwards fue premonitorio al advertir que el crudo caería a US$30 el barril y arrastraría los proyectos de petróleo de mayor costo en su país.

El magnate N. Murray Edwards fue premonitorio al advertir que el crudo caería a US$30 el barril y arrastraría los proyectos de petróleo de mayor costo en su país.PHOTO: MIKE STURK/REUTERS
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CHESTER DAWSON
Actualizado miércoles, 21 de diciembre de 2016 17:29 EDT
CALGARY—El magnate petrolero canadiense N. Murray Edwards sacudió hace un año a muchos de los actores del sector al proyectar que los precios del crudo caerían a US$30 el barril y que eso significaría el fin del rápido crecimiento de los proyectos de arenas bituminosas en Alberta. Acertó.
Incluso tras el repunte de los precios del petróleo luego de la última reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, las arenas bituminosas canadienses pierden terreno como proveedor predilecto de barriles de costo más alto ante el crudo de esquisto estadounidense, que es más barato.


La situación irrita a los ejecutivos que apostaron en grande a las arenas bituminosas, y a ninguno tanto como el propio Edwards, presidente de la junta directiva de Canadian Natural Resources Ltd., que este año se mudó a Londres y dejó un vacío en los círculos empresariales y de política del país.


El empresario de 57 años, considerado desde hace largo tiempo el ejecutivo petrolero más influyente de Canadá, sigue supervisando una de las empresas de energía más grandes del país, participando telefónicamente en las reuniones semanales, según la empresa, que carece de un presidente ejecutivo. Su ausencia, sin embargo, fue conspicua el mes pasado durante la conferencia anual de empresarios que había copresidido durante 15 años.


“Creo que extrañamos su voz. Hay pocos altos ejecutivos que están preparados para meterse en temas de políticas”, dice Alan Ross, socio gerente de Borden Ladner Gervais LLP, una firma de abogados de Calgary.

Edwards, quien al igual que Canadian Natural no quiso comentar para este artículo, mencionó motivos personales para justificar su traslado a Londres durante una entrevista con un periódico en mayo. Entre otros aspectos, señaló que quería apartarse de sus responsabilidades cotidianas en Calgary. Ejecutivos de la empresa dijeron que su papel no ha variado.

 

Canadian Natural ha registrado pérdidas en seis de los últimos siete trimestres, incluyendo el más reciente. Anunció una pérdida de 326 millones de dólares canadienses (unos US$248 millones) en el tercer trimestre, comparado con una pérdida de 111 millones de la moneda canadiense en igual lapso del año previo.

No es un caso aislado. La industria canadiense de arenas bituminosas se encamina a registrar en 2016 pérdidas de 10.000 millones de dólares canadienses (US$7.600 millones), la primera vez que tendría pérdidas durante dos años consecutivos, según el Conference Board of Canada, un centro de estudios que analiza tendencias económicas.
Aunque los precios del crudo han superado los US$50 el barril tras la reciente decisión de la OPEP de reducir la producción, la cotización se desplomó desde más de US$100 el barril en 2014 a menos de US$30 el barril este año.

Alberta, que atrajo inversiones de miles de millones de dólares de los grandes productores de crudo durante una década de crecimiento vertiginoso entre 2003 y 2013, es ahora considerado uno de los lugares con menos probabilidades de recuperarse del derrumbe de los precios debido a los altos costos de inversión, el largo período de desarrollo y los límites sobre las emisiones de carbono.

La Junta de Energía de Canadá estimó en octubre que la producción de petróleo, en su mayor parte procedente de las arenas bituminosas, subiría de la mano de los precios para alcanzar 5,7 millones de barriles diarios para 2040, casi 400.000 barriles al día menos que lo previsto en enero. Sin embargo, si los precios permanecen relativamente bajos, la producción llegaría a 4,7 millones de barriles al día para ese entonces, una leve alza frente a los 4,3 millones de barriles por día registrados en 2015.

Las dificultades que atraviesa el negocio llevaron a la noruega Statoil ASA a abandonar sus operaciones canadienses la semana pasada y asumir una rebaja contable de US$500 millones.

Royal Dutch Shell PLC también asumió una rebaja contable de US$2.000 millones el año pasado tras abandonar un importante proyecto de arenas bituminosas, mientras que Exxon Mobil Corp. reveló este año que podría verse obligada a eliminar miles de millones de barriles de arenas bituminosas de sus libros.
“Están viendo los vientos en contra y, esencialmente, pisando el freno”, dice Mike Dunn, analista del banco de inversión de Calgary GMP FirstEnergy Capital Corp.





Canadian Natural, cuyas operaciones canadienses representan casi la totalidad de sus reservas de petróleo crudo, no ha tenido más remedio que improvisar.

“Tenemos que hallar maneras de reinventar nuestro negocio”, declaró Edwards a un grupo de periodistas en 2014. Uno de estos cambios irritó a muchos: acoger la agenda ambientalista de un nuevo gobierno de izquierda de la provincia, que abarcaba un alza de los impuestos al carbono y un controvertido límite a las emisiones de gases invernadero vinculado con la producción de arenas bituminosas.
“Alcanzaron un acuerdo con el gobierno y dejaron a mucha gente abandonada”, dice el ex presidente ejecutivo de TransCanada Corp., Hal Kvisle.
Durante los dos últimos años, Canadian Natural ha archivado gran parte de sus proyectos de expansión y recortado el gasto para conservar efectivo. La empresa sigue sufriendo las consecuencias de las deudas en las que incurrió para financiar la mina de arenas bituminosas en Alberta por 22.000 millones de dólares canadienses, mientras que los bajos precios del petróleo reducen sus márgenes de ganancia.


La calificadora de riesgo Moody’s Investors Service redujo la calificación de la empresa este año y la dejó un peldaño por encima del nivel de chatarra.

Los analistas esperan que la empresa capee la tormenta y el precio de la acción ha repuntado desde enero, cuando alcanzó su menor nivel en siete años. En lo que va del año, las acciones han subido más de 50% y su capitalización de mercado ronda los 48.900 millones de dólares canadienses.

Canadian Natural también ha reformulado sus planes para un nuevo proyecto de menor escala y está intensificando las obras para la fase final de una gigantesca nueva mina de arenas bituminosas el año entrante.


La compañía no tiene más remedio que concentrarse en sus negocios principales. “Tienen menos flexibilidad que las grandes petroleras globales que pueden ir en direcciones que la mayoría de las empresas locales no pueden seguir”, señala Kevin Birn, analista de petróleo de arenas bituminosas de IHS Markit Ltd.

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