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lunes, 2 de mayo de 2011

La vieja indecencia Por César Hildebrandt



La vieja indecencia



semanal Hildebrandt en sus 13



Por César Hildebrandt



El único mérito que puedo concederme en esta vida moteada de algunos éxitos y muchos fracasos, en esta carrera ingrata que me eligió, en este oficio artesanal de tratar de encontrar la verdad que a pocos importa y las mentiras que ya no escandalizan, el único mérito que me concedo, digo, es no haber cedido a la tentación del medio: resígnate, así es el Perú, tolera lo que todos, créeles a los idiotas de la derecha, a los que hacen negocios turbios y a la vez editorializan en relación con “los valores de la democracia” (cuando la verdad es que se zurran en ella y en lo que significa).Naces en este país hermoso y complicado y la primera sugerencia que te asalta es la del estoicismo: quédate quieto, tranquilo hermano, así es esta vaina, esto no lo arregla ni el sillau. Y se te puede pasar la vida haciéndote el de la vista gorda, haciéndote el loco y asistiendo con cara de palo a las grandes mecidas.Nada puedes hacer, esas son las reglas– susurra el aire tóxico de Lima.Esto no lo ha cambiado nadie– remacha una sombra, la sombra de lo que pudiste ser.Me van a perdonar pero yo jamás creí en eso. Jamás hice el muertito en el mar de los sargazos de las voluntades, quebradas o roídas. ¿Por qué? Porque siempre creí que en el país de las cabezas gachas había que mirar lo más lejos que se pudiera. Porque viendo a las hormigas a uno le dan ganas de volar. Porque hay belleza en la rebeldía y una flácida fealdad en el conformismo. Porque, en fin, siendo un viejo creyente del agnosticismo siempre he pensado que Jesucristo fue un hombre revoltoso asesinado por el orden imperante. Y que sin la rebeldía de Cáceres habríamos detenido nuestra historia en el mísero Iglesias. Y que sin la rebeldía de De Gaulle los franceses habrían tenido que arrastrarse junto a Petain, ese gran derechista pro nazi.Mi generación ha fracasado. Pudimos tener a un refundador del país y construimos a García. Pudimos tener a un inconforme consagrado por las multitudes, a alguien que estuviese más impulsado por el amor que por el odio, pero nos detuvimos en Robespierre y en sus encarnaciones criollas.Pudimos tener un país y lo que permitimos fue un mall. Ahora la pelota está en el tejado de los jóvenes( Se refiere a que el mayor porcentaje de votos esta en los jóvenes que no vivieron la dictadura). De ellos dependerá que este país cambie de verdad.Hace como mil años que vivimos hablando en voz baja, consintiendo. Hablamos bajito cuando los incas podían desollarte. Y más bajito cuando los españoles te podían trocear. Y todavía con murmullos cuando fuimos libres de boca para afuera pero súbditos de los sucesivos caudillos que creían que el Estado era un bien raíz y una chacra para los amigotes. Así fuimos haciendo esta gran Aracataca. Macondo hicimos.Pensar era –y es– una anomalía. Disentir, una provocación. Rebelarse, una extensión de la locura. En un país dominado por la injusticia hablar de la injusticia te podía costar El Frontón. Y luchar contra ella, la vida.Frente a un Túpac Amaru hubo cien Piérolas creando sus propios califatos. Porque el miedo a la libertad no es solo el título de un libro de Fromm. Es la consigna que la derecha le ha impuesto al Perú. Está en su escudo desarmado y en sus genes vendedores mayoristas de su propio país.Todos roban –te dicen–. Y eso es casi una invitación a robar. Porque si todos roban, ya nadie roba.Aquí no hay castigos ni recompensas, todo se olvida– te muelen repitiéndolo. Y eso es otra incitación a la impunidad.Lo criollo es también esta salsa espesa de quietud egoísta. Las verdaderas tradiciones peruanas no son las de Ricardo Palma: son decir sí y estar en la foto.¿Exigir cambios? Eso es –dicen los que cortan el jamón y los idiotas de sus services– de chavistas, rojos, perfeccionistas, amargados y renegones. En el Perú la ira de los pobres se combate con misas o balazos y hay un estoico agazapado en cada futuro, detrás de la maleza de los días. Y cuando estemos lo suficientemente ablandados, vendrá el tiro de gracia. Y cuando venga el tiro de gracia, cuando ya no pienses sino en ti mismo y bailes solo en la loseta ínfima que te asignaron, ese será el día final de tu hechura: serás uno de ellos. Hablarás como ellos, maldecirás como ellos, venderás como ellos. Y, sobre todo, harás lo que ellos: negar al otro y sólo reconocerte entre los tuyos.Que los jóvenes aprendan la lección. Nada cambiará si no matamos la resignación. Porque la democracia no consiste en votar de vez en cuando. Consiste en ejercer la libertad a cada rato.Los esclavos no aman la libertad –esa es una mentira altruista–. Solo los libres pueden amar la libertad y defenderla.La mansedumbre no es madurez sino derrota. El aguante es la amnistía crónica. La docilidad es lo que se les exigía a los negros carabalíes embarcados a la fuerza en el puerto de Macao. La libertad no mata. La paciencia es una mentira teologal que contradice a Cristo y que Cipriani aplica en cada hostia. Cristo fue impaciente. La vida es una ráfaga impaciente. Los peruanos no nacimos un día en el que Dios estuvo enfermo, como decía Vallejo de sí mismo. Naceremos el día en que sepamos apreciar el vértigo creador de la palabra desacato. El desacato no es el caos. Caos es lo que vendrá cuando las presiones sociales, contenidas por el plomo y la mentira, revienten otra vez.Y ahora sería un magnífico desacato, un descomunal acto de rebelión democrática o dejarse engatusar por quienes quieren, en el colmo de la indignidad, que premiemos a la hija de un ladrón y asesino –ladrona ella misma al gozar del dinero robado– con la presidencia de la República. Y todo por cerrarle el camino a un señor que quiere cambiar algunas cosas. Solo algunas cosas. Un señor al que la experiencia ha moderado y que se ha comprometido a no hacer experimentos anacrónicos. Pero que sí quiere que las mineras paguen lo que deben, que los impuestos sean más directos, que los viejos estén menos desamparados, que haya menos hambre y que la pobreza rural se atenúe todo lo que se pueda sin desbaratar la economía. Y que quiere también que el gas peruano abastezca primero a los peruanos y que los grandes proyectos de exploración y explotación de la minería y del petróleo se concilien con los intereses nativos y las normas ambientales que no se están cumpliendo.La derecha quiere volver a demostrarnos que siempre gana. Presentó cuatro candidatos –cuatro variaciones de la misma melodía: Castañeda, Toledo, PPK y K. Fujimori– y los cuatro perdieron. Ganó un hombre gris que propuso algunos cambios. Y lo peor: sale la primera encuesta pos primera vuelta y el hombre sin demasiados atributos ¡sigue ganando! Y sigue ganando porque Lima, este espanto, no es el Perú. Porque el gobierno de Las Casuarinas está en crisis. Porque el modelo García, una combinación de Caco con Friedman, drena sanguaza.Entonces, la derecha propone liquidar, de una vez y para siempre, esta pesadilla que aturde al dólar, baja las acciones, hace chorrear el rímel. Para eso están su tele, su radio, sus periódicos. Y se deciden por lo previsible: la campaña del terror. Solo el terror podrá salvarlos. Porque saben que su prontuariada candidata es impresentable aun para 75 por ciento de peruanos.Lo único que cabe, entonces, es bombardear al incómodo reformista con todos los B-52 de la calumnia, el rumor, la mugre, la idiotez que los cándidos pueden propagar. El propósito es el homicidio político del hombre que propone algunos cambios. Y los muertos no pueden ganar elecciones. Hablan de intromisión extranjera los que quisieran anexarse a los Estados Unidos o al Chile potente que sus tatarabuelos dejaron entrar con su cobardía y su desunión. Denuncian que la libertad de prensa peligra quienes despiden a periodistas que se niegan a sumarse al lodo de la campaña contra Humala. Y advierten que el empleo está amenazado quienes han creado la mayor cantidad imaginable de empleos basura y services explotadoras.Y a todo esto le llaman “elecciones democráticas”. A ensuciar la inmundicia le llaman “debate”. Y no tienen problema alguno bancando a una candidata indecente. Ellos representan la vieja indecencia de las encomiendas, las ladronas leyes de consolidación, el festín del guano. La señora K. Fujimori les cae como anillo al dedo.Reproducido del semanario Hildebrandt en sus trece que cada viernes está en circulación.
César Augusto Hildebrandt Pérez-Treviño, (*Lima, 7 de agosto de 1948), Periodista peruano. Es considerado uno de los periodistas más polémicos del Perú en los últimos treinta años. Sus posiciones suelen ser no solo críticas sino incluso furibundas.



César Hildebrandt nació en Lima, Perú el 7 de agosto de 1948. Desde muy joven trabajó en el semanario de circulación nacional Caretas y en diversos medios de comunicación como columnista. Estudió Educación con especialidad de Lengua y Literatura, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Rumorean las leyendas urbanas que durante su vida estudiantil solía desafiar en las cátedras universitarias con textos novedosos y actualizados que dejaban mal parado al profesor en el aula; por ello era habitual que al finalizar las clases algunos profesores lo buscaran para solicitarle sus últimas adquisiciones bibliográficas. Por su temprana fama como investigador acucioso y bien leído, así como por sus puntos de vista agudos y provocadores, se convirtió rápidamente en director de diferentes revistas y publicaciones como la fundación del semanario 'Sí' y el diario 'Liberación' que luchó contra la dictadura de Alberto Fujimori.sigue en la wikipedia
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Esta dirigido solo para peruanos (como hay elecciones en Perú este 5 de junio) mas o menos da a entender que el peruano siempre ha sido sumiso y cobarde por eso les ha ido mal, el ingeniero Alberto Fujimori dio en un día (no un mes o una semana o un año sino en un día ) una inflación de 400%( cuatrocientos por ciento) y todo el Perú se quedo resignado .
La oligarquía nos impuso un himno donde se nos enseña que somos un país de inútiles y sumisos cobardes y que tuvieron que venir del extranjero a liberarnos y desde niños se nos lava el cerebro (no con esas palabras pero es lo mismo) hasta el WSJ lo editorializo en su web
Martes, 25 de enero de 2011 THE WALL STREET JOURNAL AMERICAS. EL COMERCIO martes 25 de enero del 2011
Más gloria y menos opresión en el himno del Perú
No lo encontre en el wsj en cambio lo encontre en otro blog
http://empresarioshaciendopais.pe/wp-content/uploads/Himno-peru.pdf
La controvertida modificación trata de resaltar el optimismo de una economía emergente boyante enero del 2011 I b17

Por Matt Moffett
LIMA—En los últimos 10 años,
Julio César Rivera Dávalos ha invertido
más de US$10.000 de sus
ahorros, ha dejado de lado por un
tiempo su negocio de consultoría
y hasta ha sufrido ataques personales
para sacar adelante una
insólita causa: cambiar el tono
deprimente del épico himno nacional
del Perú.
El auditor de 69 años ha recorrido
los Andes de arriba abajo
dando charlas, criticando la
canción y su lúgubre primera
estrofa, que dice: “Largo tiempo
el peruano oprimido la ominosa
cadena arrastró”
. En dos libros
que publicó él mismo, Rivera argumenta
que el himno engendra
“alienación, indiferencia, apatía,
pesimismo y desintegración”.
Incluso
ha propuesto un himno alternativo,
contrató a un tenor
clásico para que lo interpretara
y grabó un CD con la canción.
Si bien ha sido una ardua lucha,
ahora Rivera ha podido proclamar
al menos una victoria
parcial. En agosto, el Ministerio
de Educación, convencido de que
una economía emergente estelar
como el Perú merece un himno
más optimista, pidió a todos los
colegios del país que reemplazaran
la primera estrofa (la que se
canta con mayor frecuencia) con
una posterior que ensalza la libertad
y la majestuosidad de los
Andes. Las Fuerzas Armadas también
están de acuerdo.
En la era en que los políticos
son más conscientes que nunca
de la marca nacional y más sensibles
a lo políticamente correcto,
los debates sobre los himnos
nacionales han ido apareciendo
desde Canadá hasta Nepal. Pero
los aspirantes a reformadores
han comprobado que no siempre
es fácil cambiar un himno,
independientemente de cuán
arcaico sea.
Con la intención de promover
la igualdad de derechos de las
mujeres, el Gobierno de Canadá
dijo en marzo que consideraba un
sustituto unisex para la letra de
su O Canadá que dice: “Inspiras
verdadero amor patrio en todos
tus hijos”. Sin embargo, la oposición
de la gente a la que le gusta
la versión actual fue tan feroz que
la idea fue desechada en dos días.
Las protestas de los legisladores
rusos también se hicieron
sentir cuando el Partido Comunista
presionó para que se promulgara
una ley en el 2010 que
permitiera eliminar a Dios de su
himno, y sustituirlo por un “nosotros”.
En algunos países, incluyendo
Afganistán y Nepal, ha sido necesario
un cambio de régimen para
que se lleve a cabo una revisión
del himno. “El Himno Neutral e
Independiente de Turkmenistán”
no fue reescrito hasta la muerte
en 2006 del presidente vitalicio
Saparmurat Niyazov, conocido
como Turkmenbashi. El propio
Niyazov había compuesto el himno
original, en el que describía el
país como la “gran creación de
Turkmenbashi”. Una vez fallecido,
ese verso fue cambiado a: “la
gran creación del pueblo”.
El himno nacional de Estados
Unidos también tiene sus detractores,
que aseguran que glorifica
la guerra y es muy difícil de cantar.
Sin embargo, distintos intentos
de cambiarlo por otras canciones
populares como America
the Beautiful (América la Bella)
no han prosperado.
En algunos lugares hasta surgieron
competencias para escribir
la letra de sus himnos, como
por ejemplo en la isla de Jersey,
un territorio dependiente del
Reino Unido en la costa de Francia.
La canción ganadora en el
2008, Island Home, fue elogiada
por sus notas de apertura que
alaban el mugido de las vacas de
la isla. El himno fue adoptado, si
bien no todos los residentes están
entusiasmados.
Sin letra
En España, uno de los pocos
países que tiene un himno exclusivamente
instrumental, hubo incluso
mayor revuelo en el 2008
cuando se convocó un concurso
para añadirle letra. Surgió una
controversia cuando el jurado escogió
entre 7.000 propuestas una
que incluía el estribillo “Viva España”,
un clásico grito de guerra
del ex dictador Francisco Franco.
El plan fue archivado.
El himno actual del Perú, que
data de 1821, es característico de
América Latina, dice Michael Jamieson
Bristow, editor de National
Anthems of the World. “Todos
son como minióperas interminables,
tal como saben para su pesar
los aficionados al fútbol”, dice.
Rivera asegura que la primera
estrofa fue añadida décadas más
tarde y la letra insiste demasiado
en la idea de los peruanos
como “condenados a una cruel
servidumbre” por España. Sus
detractores lo tachan como un
antipatriota.
Sin embargo, políticos peruanos
han empezado a hacerse eco
del argumento de Rivera de que el
himno contribuyó a la negatividad
que se ha cernido sobre el Perú,
pese a los recientes logros que
deberían estimular el orgullo nacional.
La economía creció en torno
a 9% el año pasado, el escritor
peruano Mario Vargas Llosa acaba
de ganar el Premio Nobel y la cocina
peruana está siendo reconocida
globalmente. Aun así, las encuestas
muestran que los peruanos están
en gran medida insatisfechos
con sus vidas y su país.
“Somos como somos, tristones,
desconfiados”, dijo recientemente
el presidente Alan García.
Comparó a sus compatriotas con
los brasileños, “que tienen otro
tipo de raza, de alegrías y sol”.
El Ejército del Perú fue el primero
en utilizar la nueva apertura
del himno, seguido de García en
una aparición ante el Congreso, el
día de la independencia en julio.

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