Otro de los indicadores que se vio deteriorado fue el del trabajo adecuado, que es el empleo formal. (Foto: USI)
Otro de los indicadores que se vio deteriorado fue el del trabajo adecuado, que es el empleo formal. (Foto: USI)
Los bolsillos de los peruanos tocaron fondo entre marzo (mes en el que se inició el estado de emergencia) y mayo. Durante ese período, la población ocupada en  se redujo casi a la mitad (47,6%). Es decir, si en el mismo período del año pasado existían 4’867.500 personas empleadas; 2’318.300 perdieron sus entre marzo y mayo del 2020, según informó el .
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Asimismo, entre marzo y abril, las empresas en las que se perdieron más empleos fueron aquellas de menos de diez trabajadores, las mismas que lideran la contratación formal: la población ocupada de dichos negocios se redujo en 56,8%, es decir, 1’656.400 personas.
Otro de los indicadores que se vio deteriorado fue el del trabajo adecuado, que es el empleo formal. En el período de estudio, esta población se redujo en 54% (1’684.600 personas) en comparación con similar trimestre del 2019.
La situación laboral en Lima Metropolitana. (Infografía: El Comercio)
La situación laboral en Lima Metropolitana. (Infografía: El Comercio)
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Puestos que no volverán

La recuperación de los empleos que se vienen perdiendo desde el inicio de la cuarentena no será sencilla. Por ello, lo que se vendría en los siguientes meses sería una migración hacia empleos de menor calidad (subempleo), explicó Diego Macera, gerente del Instituto Peruano de Economía (IPE).
Lo que suele pasar es una transición entre trabajar en una microempresa formal, por ejemplo, a un empleo ya directamente informal o independiente”, explicó.
Si bien a medida que se vaya reabriendo la economía local se espera una recuperación de los empleos, “algunas empresas ya cerraron y esa sí es fuerza laboral perdida”, acota Luis Eduardo Falen, jefe de Macroeconomía de Intéligo.
El turismo fue uno de los sectores más golpeados durante la pandemia. (Foto: GEC)
El turismo fue uno de los sectores más golpeados durante la pandemia. (Foto: GEC)
Macera, por su lado, recalca que “van a haber empleos que no van a regresar” vinculados, sobre todo, a los sectores más golpeados como turismo y transporte. Con ello, es innegable que la tasa de informalidad, ya de por sí alta en el Perú (72%), se vea impactada tras esta crisis sanitaria. “No es improbable que se vean tasas de informalidad del 80%”, indicó Macera.
Por su parte, Hugo Ñopo, investigador principal de Grade, recordó que tres cuartas partes de los presupuestos de los hogares se financian a partir del trabajo. “Lamentablemente, hoy tenemos un mercado laboral altamente disfuncional. Necesitamos un vuelco radical también en la legislación laboral”, remarcó.
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Errores a corregir

Para Ñopo, es fundamental identificar que se requiere un cambio importante en la batalla contra el problema sanitario actual, pues las cifras demuestran que la estrategia ha terminado afectando con una mayor magnitud en el ámbito laboral. “Se quiso martillar la curva de crecimiento de la pandemia y nos terminó cayendo un mazazo en nuestros trabajos. Algo tiene que cambiar. La estrategia sanitaria no está a la altura del partido”, aseveró.
Falen advirtió, además, que si la informalidad era lo que impedía focalizar los planes de la emergencia sanitaria, la capacidad de respuesta ante una próxima crisis será aún más crítica en este mercado laboral más informal, pues las familias ya han gastado sus ahorros, y el país, sus ingresos fiscales.
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¿Y la caída de PBI?

La  cayó 40,4% en abril, más de lo esperado, ante la paralización de actividades por el estado de emergencia.
La contracción incidió en la reducción de las ventas al por menor (-66,35%), la importación de bienes de consumo no duradero (-8,63%), la inversión en construcción (-89,72%) y la demanda externa (-49,38%), según el INEI.

Para Falen, lo que terminó marcando el mayor deterioro fue la caída del sector manufactura (-54,91%); sobre todo en los bienes de capital (-99%), ligados a la inversión privada.
Macera añadió que esta caída debería ser la más dura del año. “La última semana de mayo se vio un mejor nivel de actividad económica. Con eso esperaríamos que los resultados sean muy malos, pero no tanto como en abril”, indicó.