Así
ira evolucionando el auto del futuro: en
2017 Tendrán un piloto automático que se podrá activar
en atascos, para que el coche acelere o frene autónomamente, manteniendo la
distancia de seguridad con el vehículo de delante, además, podrán circular
solos por autopista; las baterías les permiten recorrer de 300 a 400 kilómetros
sin recargar; llamada de emergencia a
los servicios sanitarios en caso de percance , En el año 2018 El piloto automático se atreve a
adelantar. El coche realizará sin ayuda la maniobra para estacionarse con
ordenárselo desde el móvil o desde un mando a distancia y recorrerán 500 km con
una sola recarga, las carreteras tendrán postes de recarga ultrarrápida; cada
conductor y su coche actuarán como sensores que informarán de forma automática
sobre el estado del tráfico , Año 2020 con baterías de grafeno que permitirán recargar
para 1000 km y las factorías estarán digitalizadas
en 100 % y producción masiva de autos
robots. Año 2025 autos 100 % autónomos y de forma masiva en las flotas de
reparto urbano, paquetería… en plena transición hacia la robotización total. Los autos serán menos privados y mas compartidos,
será el apogeo de los autos robots, Año 2040 Cargarán
sus baterías por inducción al rodar por calles y carreteras (no necesitaran
enchufes) de cada 4 autos solo será necesario 1 y cambiará la urbanización de
las ciudades actuales porque se liberará mucho espacio ocupado por calles,
garajes y plazas de aparcamiento, 2050 los autos serán voladores como los de los supersónicos.
Así
será el coche del futuro
http://elpais.com/elpais/2016/11/24/talento_digital/1479993397_346398.html
Los
automóviles van a experimentar en la próxima década la mayor transformación de
su historia. Te contamos año a año cómo será esta revolución
MANUEL
GÓMEZ BLANCO
25
NOV 2016 - 18:11 CET
Recreación
del proyecto de coche volador Terrafugia TF-X. TERRAFUGIA / EPV
El automóvil
se prepara para la mayor transformación de su historia. En apenas una década
experimentará una revolución de tal magnitud que logrará acabar con sus grandes
problemas actuales: dejará de ser una máquina contaminante en la que se puede
perder la vida. Las emisiones desaparecerán con el coche eléctrico. Y los
accidentes serán historia con la conducción autónoma.
Solo quedará
una asignatura pendiente, que podría incluso empeorar, al menos a corto plazo.
Y es que con más del 50% de la población mundial viviendo en megaciudades, un
escenario más que probable antes de 2050, pasaremos más tiempo en los atascos.
Pero hay consuelo: en el coche eléctrico, ya totalmente conectado, el espacio
interior se amplía y abre nuevas posibilidades. Y cuando llegue el automóvil
autónomo podremos desentendernos del volante y aprovechar los atascos para
hacer otras cosas más productivas (descansar, ver una película o trabajar) en
el salón en el que se habrá convertido el interior de nuestro coche.
Esta
es la hoja de ruta hacia el coche del futuro:
Así será el coche del
futuro en 2017
Se verán los
primeros modelos de conducción delegada. La fase previa al coche sin conductor.
Los automóviles permitirán soltar el volante en algunas circunstancias, aunque
sin abandonar el puesto de conducción ni la atención a la carretera. Tendrán un
piloto automático que se podrá activar en atascos, para que el coche acelere o
frene autónomamente, manteniendo la distancia de seguridad con el vehículo de
delante (como ya empiezan a ofrecer algunos modelos actuales). Además, podrán
circular solos por autopista: tomarán las curvas, aunque todavía no podrán
cambiar de carril para adelantar por su cuenta.
Llegan los
coches eléctricos 2.0. Dotados de baterías de segunda generación que doblan su
capacidad actual (hasta los 60 kWh) y les permiten recorrer de 300 a 400
kilómetros sin recargar. Ya pueden cubrir los desplazamientos diarios del 90%
de los conductores, incluso si viven lejos, y resolver cualquier trayecto
imprevisto o emergencia que pueda surgir. Y aunque estas distancias no son
todavía suficientes para hacer viajes de larga distancia, permiten eliminar el
estrés y los agobios que provocaba hasta ahora el temor a quedarse tirado sin
batería. Entre los modelos de 300 kilómetros oficiales de autonomía destacan
los BMW i3 (ya a la venta) y VW e-Golf (en primavera). Entre los de 400
kilómetros las estrellas son el Renault Zoé (ya a la venta) y el Opel Ampera-e
(en verano).
El proyecto
de coches autónomos urbanos de nuTonomy, que ya funciona en Singapur.
Aviso
automático de accidente. Se generaliza la llamada de emergencia a los servicios
sanitarios en caso de percance, que pasará a ser obligatoria para todos los
coches nuevos que se matriculen en la UE a partir de 2018. El dispositivo va
conectado a los airbags y manda el aviso automáticamente en cuanto salta
alguno. Será una herramienta vital para reducir el tiempo de espera hasta la
llegada de los servicios médicos, un aspecto que se ha confirmado como la clave
para disminuir la mortalidad de los accidentes de tráfico.
Así será el coche del futuro en 2018
El piloto
automático se atreve a adelantar. La conducción delegada sigue sumando nuevas
funciones. Para este año habrá aprendido a adelantar por autopista: cuando
alcanza al coche de delante comprueba que no viene nadie por detrás, pone el
intermitente, adelanta y vuelve al carril derecho manteniendo la velocidad
programada. También se generalizará el aparcamiento remoto. El coche realizará
sin ayuda la maniobra para estacionarse con ordenárselo desde el móvil o desde
un mando a distancia.
Los coches
eléctricos toman las carreteras. Pronto podrán hacer viajes largos y ganar la
carrera para ser el coche principal de la casa. Los nuevos modelos de
vanguardia tecnológica permiten recorrer por fin 500 kilómetros con una carga
de batería, una barrera considerada hasta hace poco infranqueable. En la
práctica se quedan en 350 reales, pero las redes de autopistas más importantes
habrán desplegado los nuevos postes de carga ultrarrápida, que estarán
estratégicamente situados para conectar las principales ciudades. Y como
permiten en menos de 10 minutos cargar electricidad para hacer 100 kilómetros,
poco más de lo que se tarda en tomar un café, aumenta aún más su autonomía. La
clave son las nuevas evoluciones de las baterías de ion litio actuales, que han
doblado su densidad energética, hasta 90 y 100 kWh, manteniendo casi el mismo
peso y tamaño que sus predecesoras. Audi y Jaguar han anunciado ya dos
todoterrenos o SUV con ese radio de acción. El primero, basado en el prototipo
e-tron Quattro Concept y el británico en el I-Pace Concept. Además, Porsche ha
anunciado el Mission E, una superberlina inspirada en la silueta del Panamera
actual.
Mission E, coche eléctrico de Porsche.ampliar
foto
Mission E,
coche eléctrico de Porsche. PORSCHE
Y cómo se
circulará. La información dinámica permitirá sortear atascos. Con apps como
Waze, que ya ha superado los 50 millones de usuarios en todo el mundo y crece
en subida libre, cada conductor y su coche actuarán como sensores que
informarán de forma automática sobre el estado del tráfico. Los nuevos
servicios de movilidad acelerarán su despliegue masivo y se popularizarán las
apps, como Move It!, que permitirán elegir desde el móvil la mejor forma de
transporte para cada momento según las circunstancias: transporte público,
coche compartido (Car2Go), taxi, Uber e incluso ride sharing, los trayectos
compartidos entre particulares que están haciendo un mismo recorrido.
Así será el coche del futuro en 2020
Un salón con
ruedas. Los nuevos eléctricos, como no necesitan cambios, transmisiones,
radiadores, escapes y muchos otros elementos de la mecánica del coche con motor
térmico, destinarán todo ese espacio a los pasajeros. La mayoría adoptarán
carrocerías tipo sándwich: pasajeros arriba con la mecánica debajo. En unos
casos con uno, y en otros con dos minimotores eléctricos, uno en cada eje (para
tener tracción 4x4) y las baterías ocultas e integradas en un módulo protegido
debajo del piso. La solución deja toda la parte de arriba diáfana para crear
auténticos salones rodantes para uso y disfrute de los pasajeros. Así, los
coches del tamaño de un Golf actual (4,2 metros de largo), podrán ofrecer la
habitabilidad y maletero de una berlina grande como el Passat (4,8 metros). El
prototipo ID de Volkswagen, presentado en el pasado Salón de París, muestra el
camino. Y los modelos grandes serán casi como un cuarto de estar, que se podrán
disfrutar aún más cuando la llegada plena del coche autónomo, donde todo el puesto
de conducción, incluyendo volante y pedales, pueda quedar también recogido.
Estos diseños ya existen. Se empezaron a hacer cuando se confirmó que las
baterías permitirían recorrer más de 500 kilómetros para estas fechas. Pero
saldrán a la venta en 2020, cinco años después, lo que tarda la industria del
automóvil en dar vida a un modelo.
El Volkwagen
ID, eléctrico, autónomo y con el espacio de un Passat en el tamaño de un Golf.
Llega el
grafeno a las baterías. Las pilas de los coches romperán su dependencia del
litio, que poco a poco dejará de ser su componente clave. Las nuevas baterías
de tercera generación tendrán reacciones químicas diferentes, como geles y
otras soluciones alternativas. Y empezará la transición hacia las pilas de
grafeno, una solución tecnológica que puede dar la puntilla definitiva al coche
de hidrógeno. El nuevo material ya estará en pleno proceso de pruebas para
comprobar su fiabilidad y durabilidad en uso real, paso previo a un nuevo salto
tecnológico que permitirá romper el muro de los 1.000 kilómetros de autonomía
para los coches eléctricos.
Estructura tipo sándwich del Jaguar I-Pace
Concept, con un motor en cada eje.ampliar foto
Estructura
tipo sándwich del Jaguar I-Pace Concept, con un motor en cada eje. JAGUAR
Así se
fabricarán. Las factorías de automóviles más punteras estarán ya digitalizadas
al 100%, disfrutando las ventajas de la inteligencia artificial. Así, podrán
optimizar su funcionamiento y explotar las ventajas del internet de las cosas:
las máquinas anunciarán con antelación sus averías, detectarán las piezas y
montajes defectuosos, se comunicarán entre ellas los fallos del sistema...
Y cómo se
conducirá. Se podrá circular en ciudad con el piloto automático, aunque el
conductor deberá seguir en su puesto (conducción delegada). Además de detectar
semáforos y leer señales, el vehículo será capaz de ver cualquier objeto fijo y
en movimiento y reaccionar en consecuencia. El auto estará plenamente conectado
y sus usuarios podrán consultar servicios en el coche como lo hacen en su
smartphone o tablet. Además, de forma simultánea comenzará la implantación
comercial y masiva de los taxis robot, aunque todavía con conductor a bordo
como copiloto de emergencia.
Así será el coche del futuro en 2025
El coche
autónomo pleno. La conducción automática delegada (con el conductor presente
aunque no actúe) deja vía libre a la 100% autónoma. El puesto de mandos,
incluido el volante, estará recogido y se desplegará solo en momentos
concretos, a petición del usuario. El resto del tiempo, el habitáculo ofrecerá
libertad para mover los asientos y convertirse en un cuarto de estar en los
modelos familiares o una oficina rodante en los vehículos de empresa. Tendrá
plena conectividad y todos los servicios y comunicaciones necesarios para
trabajar desde el coche, hacer gestiones, entretenimiento... La conducción
autónoma empezará a ofrecerse en modelos de gama alta y en las plataformas que
ofrecen los servicios de movilidad. Además se implantarán de forma masiva en
las flotas de reparto urbano, paquetería… en plena transición hacia la
robotización total.
Menos autos
privados y más compartidos. El concepto de coche particular, incluyendo otras
soluciones actuales, como leasing o renting, perderá protagonismo hasta
convertirse en muy minoritario. El concepto binario actual, "un vehículo,
un ocupante", que implica tener el auto parado en el destino casi todo el
día, dará paso a las alternativas del coche compartido, con diferentes
conductores y pasajeros que irán cambiando a lo largo de la jornada. Llegan
nuevas alternativas mixtas de propiedad y uso, como las comunidades peer to
peer (persona a persona), que ofrecerán sus coches a otros usuarios en
intercambio o en alquiler por horas, días o lo que decidan, para rentabilizar
la inversión.
El taxi
robot. La conducción plenamente autónoma permitirá que los taxis prescindan de
su chófer. Los vehículos acudirán solos a por su cliente, que previamente habrá
solicitado el servicio por medio de su móvil.
Así será el coche del futuro en 2040
Burbujas
rodantes. Los coches, que circularán silenciosos por las calles, tendrán forma
de burbuja. La carrocería, de fibras plásticas, será flexible en sus formas y
funciones y permitirá que se regule la luminosidad, aumentando o reduciendo la
transparencia y la opacidad para crear ambientes a la carta. Cargarán sus
baterías por inducción al rodar por calles y carreteras. Las grandes ciudades
empezarán a disfrutar las ventajas de la implantación masiva del coche
eléctrico y autónomo. Por una parte se irán rebajando de forma drástica las
emisiones contaminantes, lo que mejorará la calidad del aire en igual
proporción. Por otra, se reducirá el número de vehículos en circulación. Así,
un 20% de los coches actuales serán suficientes para cubrir el 80% de los
desplazamientos diarios de los habitantes de las megaurbes. Y como habrán
bajado el tráfico y los atascos de forma ostensible, se habrá desencadenado un
círculo virtuoso que mejorará la calidad de vida de sus habitantes. Ahora hay
menos coches en circulación, pero llevan más pasajeros a bordo y están más
tiempo en movimiento. Al mejorar tanto el tráfico, las empresas de movilidad
autónoma habrán optimizado sus servicios, que se realizarán con tiempos de
espera de tres minutos en horas valle y 12 a 15 minutos en horas punta. Pero sobre
todo la gran ventaja es que cambiará la urbanización de las ciudades actuales
porque se liberará mucho espacio ocupado por calles, garajes y plazas de
aparcamiento que podrá ser utilizado en equipamientos urbanos: más parques,
mejores aceras, instalaciones deportivas, etc. Además, los accidentes serán
casi anecdóticos y provocados casi al 100% por quienes sigan circulando al
volante de sus viejos vehículos con guiado manual. Todos estos avances, en
complicidad con la infraestructura, también se traducirán en un aumento de la
velocidad de viaje: el coche se acercará paulatinamente a los trenes de alta
velocidad.
Así será el coche del futuro en 2050
El coche se
atreve a volar. La movilidad se realizará prácticamente al 100% con vehículos
autónomos, al menos en los países desarrollados. Y la ruptura tecnológica
permitirá alcanzar el sueño del doble 0: 0 accidentes y 0 emisiones. La
distribución de productos y mercancías estará robotizada y las entregas se
realizarán en su mayoría con drones, sobre todo el trayecto ‘último kilómetro’.
La convergencia tecnológica entre la conducción autónoma y los drones acelerará
el despliegue del coche volador. En la actualidad, algunas empresas
tecnológicas visionarias, desde Terrafugia hasta la NASA, trabajan en
prototipos de laboratorio para construir coches de dos a cuatro plazas que
podrían volar a baja altura. Pero aún les queda un largo camino que recorrer en
el que tendrán que solucionar desafíos como el enorme gasto enérgetico.
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