El
avance del dólar siembra una ola de ansiedad en las economías emergentes
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REUTERS
Chelsey
Dulaney y Ben Eisen, en Nueva York, y
Yantoultra Ngui, en Kuala Lumpur, Malasia
lunes,
21 de noviembre de 2016
0:03 EDT
El dólar
sigue su poderosa alza, lo que ha llevado a los bancos centrales de los países
en desarrollo a tomar cartas en el asunto para estabilizar sus monedas en una
tendencia que amenaza con generar vientos en contra para el crecimiento en
Estados Unidos.
La moneda estadounidense se acercó a la paridad con el euro
luego de subir el viernes por décima jornada consecutiva, su repunte más
prolongado desde la creación de la moneda única europea en 1999.
La
divisa verde también subió frente al yen, que cayó a su nivel más bajo contra el dólar desde el 30 de
mayo.
Las
ganancias son incluso mayores contra las monedas de los mercados emergentes, lo
que llevó a los bancos centrales de varios países a intervenir.
El
peso mexicano ha descendido 11% contra el dólar y ha tocado niveles mínimos desde las elecciones
presidenciales en EE.UU., mientras que
El real brasileño ha caído 6,3%.
El
fortalecimiento del dólar abarata los bienes de otros países y los viajes para
los estadounidenses y podrían otorgar un impulso a las exportaciones de Japón y
Europa. Pero también ha reanudado temores de que la
apreciación desacelere las ganancias de las compañías estadounidenses e
intensifique la fuga de capitales del mundo en desarrollo, lo cual
podría complicar las perspectivas de crecimiento económico.
“El dólar fuerte está
desestabilizando los mercados, para activos extranjeros, para países de
mercados emergentes que pagan su deuda en dólares”, dijo Jonathan Lewis, jefe de
inversión de Fiera Capital Inc. “Eso es bastante significativo”.
El alza del
dólar ha sido impulsada por apuestas a que el gasto fiscal y el recorte de
impuestos propuesto por el presidente electo de EE.UU., Donald Trump,
estimularán el crecimiento económico y, al mismo tiempo, elevarán las
probabilidades de que la Reserva Federal suba las tasas
de interés en diciembre. La presidenta del banco central, Janet Yellen,
dijo el jueves que la entidad podría actuar “relativamente pronto”.
El
índice ICE US Dollar,
que sigue la evolución de la divisa contra otras seis monedas, alcanzó el
viernes su mayor nivel en más de 13 años. Desde las elecciones del 8 de noviembre acumula un alza de
3,4%, un lapso en que ha revertido sus pérdidas frente al euro, el yen y
el franco suizo. La semana pasada el dólar avanzó 2,5% frente al euro y 4% ante
el yen.
La velocidad
del repunte ha motivado la reacción de las autoridades monetarias.
El
banco central de Indonesia intervino varias veces la semana pasada vendiendo dólares y comprando bonos
del gobierno con el fin de frenar la depreciación de la rupia.
China
redujo el valor del yuan frente al dólar durante varios días, pero usó a los bancos
estatales para prevenir una depreciación excesiva, dijeron operadores del
mercado.
El
Banco de México elevó el
jueves las tasas de interés de corto plazo, en momentos en que el país lucha
contra una caída del peso y la incertidumbre sobre el futuro de la relación con
EE.UU., su principal socio comercial. Trump ha prometido renegociar el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés).
Malasia lanzó una campaña contra la
negociación en el mercado de futuros en un esfuerzo por reducir la
especulación. El banco central intervino en los mercados para defender el
ringgit después de que retrocediera más de 4% ante al
dólar, informó el viernes su gobernador adjunto. El gobierno también
persuadió a los bancos extranjeros a dejar de facilitar las operaciones que
podrían ayudar a los especuladores a apostar contra la moneda nacional.
A pesar de
las medidas, economistas dijeron que el
poder de los bancos centrales para frenar los movimientos de los mercados es
limitado. “Hay poco que los bancos centrales puedan hacer individualmente
para detener el descenso de sus monedas mientras el dinero va hacia el dólar
estadounidense”, dijo Greg McKenna, estratega jefe de mercado de la corredora
de divisas AxiTrader. “Algunas veces en los mercados, no se puede interponer en
el camino de un camión Mack que va a toda velocidad por la autopista”.
Un dólar más
fuerte puede perjudicar la demanda de productos estadounidenses en otros
países, porque se vuelven más costosos, y reduce
el valor de las ventas internacionales cuando se convierten a dólares. Eso
puede poner en riesgo la tibia recuperación de las utilidades de las empresas
de EE.UU.
Las
ganancias de las empresas que conforman el índice de referencia de EE.UU. S&P 500 subieron un modesto 3% en el tercer trimestre
luego de descender durante cinco trimestres consecutivos, según FactSet,
aunque aún falta que 5% de las firmas reporten resultados del ejercicio. Los
analistas prevén que las ganancias aumenten 3,4% en el cuarto trimestre,
ligeramente menos del crecimiento de 3,7% proyectado el día previo a las
elecciones, según FactSet.
En una
conferencia telefónica donde habló de sus resultados, Cisco Systems Inc. dijo
que había detectado una demanda más débil de clientes del exterior, en parte
debido a los “increíbles vientos en contra de las divisas”. Chuck Robbins, el
presidente ejecutivo de la compañía, señaló que algunos
clientes han aplazado su gasto de capital “hasta que tengan mayor claridad
sobre la situación cambiaria”.
Coca-Cola
Co. proyecta que las
oscilaciones del tipo de cambio reducirán en hasta 9%
las ganancias antes de impuestos previstas para este año.
Los
inversionistas ya apuestan a compañías que generan la mayoría de sus ingresos
en EE.UU. y están menos
expuestas a las fluctuaciones cambiarias. Las acciones de las empresas del S&P 500 que generan más de 90% de sus
ingresos dentro de EE.UU., como la tienda por departamentos Kohl’s Corp., han subido 5,2% desde las elecciones.
Las acciones de las compañías que facturan la mayoría de sus ingresos fuera del
país, como International Business Machines Corp., han
ganado 2,2% en el mismo periodo, según la firma de investigación Bespoke
Investment Group.
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Un alza de
la divisa estadounidense también impulsa el poder adquisitivo de los
estadounidenses, lo que abarata los trajes italianos y el vino de Nueva
Zelanda. Esta tendencia ayuda a las economías en problemas de Europa y a Japón
a ser más competitivas, lo que podría aliviar las tensiones deflacionarias que
agobian a la economía global.
De todas
formas, un dólar más fuerte restringe las condiciones financieras porque
encarece el endeudamiento en la moneda verde fuera de EE.UU. y deja a las
empresas menos dinero para gastar al reducir sus ganancias.
Los
mercados emergentes han emitido este año un récord de US$409.000 millones en
deuda denominada en dólares, según el proveedor de datos Dealogic. Para muchos, esa deuda es cada
vez más cara de pagar.
Al mismo
tiempo, las materias primas con precios en dólares como el oro y el petróleo
que muchos países en desarrollo exportan han estado bajo presión a medida que
la divisa estadounidense se fortalece.
Numerosos inversionistas ya se están
desprendiendo de activos de las economías en desarrollo. Desde las elecciones
estadounidenses, cerca de US$11.000 millones en
inversiones extranjeras han sido retirados de los mercados emergentes de
acciones y bonos, según el Instituto de Finanzas Internacionales.
—Ira Iosebashvili y Julie Wernau contribuyeron a este
artículo.
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