Las
empresas sopesan el impacto del gobierno de Donald Trump
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El resultado electoral en EE.UU. tomó
por sorpresa a muchos presidentes ejecutivos
Trabajadoras
ensamblan lavadoras en una planta de Whirlpool en Ohio. PHOTO: LUKE
SHARRETT/BLOOMBERG NEWS
Por
Marcelo
Prince y
Theo Francis
Actualizado
miércoles, 9 de noviembre de 2016 19:18 EDT
Ejecutivos
alrededor del mundo regresaron a sus oficinas el miércoles en medio de un
panorama político radicalmente diferente: la elección de Donald Trump como
presidente de Estados Unidos, el segundo gran cambio para los negocios globales
en los últimos meses después del voto del Reino Unido a favor de abandonar la
Unión Europea, un proceso conocido como brexit.
Las empresas estadounidenses se
preparan para una reformulación de los pactos comerciales y una potencial
campaña en contra de trasladar operaciones al extranjero, junto con la promesa de menores
impuestos y mayores gastos en infraestructura. Los ejecutivos de Asia y Europa
dijeron que tenían la esperanza de que sus estrechos vínculos con la economía
de EE.UU. superaran la agitación política y la acalorada retórica de la
campaña.
En una carta
abierta al presidente electo, un grupo de presidentes ejecutivos, incluidos los
líderes de Boeing Co., Procter & Gamble Co. y
United Technologies Corp., expresaron el miércoles una “necesidad urgente
de restaurar la fe en la vital economía y las instituciones gubernamentales”
del país.
Durante su
campaña electoral, Trump criticó duramente a grandes corporaciones como Ford Motor Co. y United Technologies por trasladar
trabajos y operaciones al extranjero. Por ejemplo, el entonces candidato prometió imponer tarifas de 35% sobre los automóviles
importados a EE.UU. desde México.
“Somos
conscientes de que habrá momentos en que no estamos de acuerdo con puntos
específicos de las políticas importantes”, escribieron los presidentes
ejecutivos en una carta organizada por la Asociación Nacional de Fabricantes,
un importante gremio. “Creemos, sin embargo, que podemos ser constructivos...
si podemos abordar situaciones desafiantes de buena fe”.
El Presidente
electo ha criticado el comercio mundial, el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación
Económica, un pacto para reducir o eliminar los aranceles entre EE.UU. y otros 11 países, incluidos Chile, México y Perú.
También ha criticado a China, el mayor socio comercial del país norteamericano.
“Esperamos
que el presidente Trump sea más matizado que el candidato Trump”, dijo Jake
Parker, vicepresidente de operaciones en China del Consejo Empresarial
Chino-estadounidense.
Charlie
Ergen, presidente ejecutivo de la empresa de televisión satelital Dish Network Corp., dijo que un gobierno de Trump podría
traer apoyo bipartidista para el gasto en infraestructura, regulación menos
estricta y un código tributario “más racional” que traería dinero del
extranjero a EE.UU. “Usted tiene un montón de potenciales positivos para los
negocios en general”, dijo Ergen.
La elección de Trump sacudió la industria estadounidense
de la salud, proporcionando alivio a las farmacéuticas
preocupadas por el espectro de controles de precios del gobierno, pero
alimentando temores entre operadores hospitalarios y algunas aseguradoras de
salud sobre la continuidad de la expansión del Medicaid
(el seguro de salud del gobierno para las personas de bajos recursos)
contemplada en la ley de salud de Obama. Esa disposición había generado más
clientes para estas empresas.
Trump se ha
comprometido a derogar la ley de salud asequible del presidente Obama,
popularmente conocida como Obamacare, aunque
muchos analistas piensan que es improbable que se anulen todos sus efectos. El
presidente electo también apuntó a los altos precios de los medicamentos,
insinuando medidas como la reimportación de drogas y dar al Medicare (el
programa de seguridad social del gobierno para ancianos y personas
discapacitadas) poderes para negociar los precios de los medicamentos.
Trump
ha prometido gastar US$1.000 millones en proyectos de infraestructura, una posición que fue aplaudida por Caterpillar Inc., que también depende en gran medida
de los mercados de exportación. “Tenemos mucho que hacer para construir nuestra
propia infraestructura en este país, y estamos entusiasmados con algunas de las
cosas que [Trump] ha dicho al respecto”, dijo Kathryn Dickey Karol,
vicepresidenta de gobierno global y asuntos corporativos en Caterpillar .
Pero Martin
Richenhagen, presidente ejecutivo del fabricante de equipos agrícolas Agco Corp., dijo que está preocupado por el reiterado
apoyo que Trump le ha dado al proteccionismo comercial. “Sería una pesadilla si
hacemos la vida difícil para las importaciones y las exportaciones”, dijo
Richenhagen, quien estuvo en Alemania esta semana. “Tenemos que explicarle eso.
Los europeos están muy preocupados”.
Trump
ha propuesto reducir el impuesto corporativo de EE.UU. de 35% a 15%. Su plan también prevé una tasa impositiva única de 10% para las ganancias empresariales
repatriadas, lo que ayudaría a financiar los proyectos de
infraestructura. Cerca de US$2,4 billones en efectivo se encuentran en el
extranjero en los balances de las empresas estadounidenses, protegidos de los
impuestos a la renta estadounidenses porque las compañías han declarado que es
poco probable que lo utilicen en el país norteamericano.
Trump ha
dicho que planea instruir al representante comercial de EE.UU. para que tramite
casos comerciales contra los chinos para castigarlos por presuntamente usar
subsidios injustos para ayudar a sus compañías. Eso impulsó las acciones de
productores estadounidenses como US Steel Corp. pero podría significar
problemas para otros, desde Apple Inc. hasta Wal-Mart
Stores Inc., que dependen de las fábricas en el país asiático.
La
Federación Nacional de Minoristas está observando de cerca cómo Trump podría
alterar el comercio transfronterizo, la política fiscal y las leyes laborales. “La cadena de
suministro minorista es completamente global”, dijo el miércoles
David French, vicepresidente sénior de relaciones gubernamentales del grupo. “Cualquier
cosa que amenace el comercio de dos vías puede perjudicar a los minoristas y a
los consumidores”, dijo French.
Las intenciones de Trump en materia de energía fueron claras:
poner nuevamente en funcionamiento las minas de carbón, deshacer los subsidios para la energía renovable y
poner fin a la participación de EE.UU. en los esfuerzos globales para detener
el cambio climático.
Scott
Sheffield, presidente ejecutivo de Pioneer Natural
Resources Co., un importante productor estadounidense en el oeste de
Texas, dijo que la eliminación de las onerosas regulaciones ayudaría a regresar
al trabajo a empleados del sector petrolero que fueron golpeados duramente por
el bajón de dos años de la industria. “Su mensaje sobre la generación de empleo
fue lo que rompió la pared azul y atrajo votos de los demócratas en algunos
estados”, dijo Sheffield.
Harold Hamm,
presidente ejecutivo de Continental Resources Inc., y principal asesor de Trump
en cuestiones energéticas, dijo que los subsidios para
las energías renovables como la solar y la eólica deben ser eliminados.
“Ninguna de ellas debe ser subvencionada, ninguna”, dijo Hamm el miércoles en
una entrevista, luego de asistir a la fiesta de la victoria de Trump. “Si lo
logra en el mercado, bien”.
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