La
Iglesia católica prohíbe esparcir las cenizas de los difuntos o tenerlas en
casa. Para así lucrar con sus cementerios o sus diferentes rituales que realiza
y que cobra caro
La
Iglesia prohíbe esparcir las cenizas de los difuntos o tenerlas en casa
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/25/actualidad/1477392380_549301.html
El incumplimiento de esta medida
puede suponer la negación del funeral al fallecido
PABLO
ORDAZ
Roma
25 OCT 2016 - 18:57 CEST
El Papa en
la plaza de San Pedro. GIUSEPPE LAMI (EFE) / VÍDEO: EPV
La Iglesia
católica sigue prefiriendo enterrar a los muertos,
pero en el caso de que –por razones higiénicas o por la voluntad expresa del
finado—se optase por la cremación, prohíbe desde hoy que las cenizas sean
esparcidas, divididas entre los familiares o conservadas en casa. Según un
documento redactado por la Congregación para la Doctrina de la Fe –el antiguo
Santo Oficio-- y firmado por el papa Francisco, la prohibición pretende evitar
cualquier “malentendido panteísta, naturalista o nihilista”.
El documento
aprobado, que se titula Instruccion Ad resurgendum cum
Christo y sustituye a otro de 1963, advierte de que "no se
permite la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en
cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos
conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos". Y va
más allá: "En el caso de que el difunto hubiera sido sometido a la
cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones
contrarias a la fe cristiana, se le ha de negar el funeral". La
Congregación para la Doctrina de la Fe justifica la elaboración de un documento
así de drástico como reacción a las nuevas prácticas en la sepultura y en la
cremación "contrarias a la fe de la Iglesia".
La conservación
de las cenizas en el hogar solo se contemplará "en casos de graves y
excepcionales circunstancias", o cuando una persona lo pida "por
piedad o cercanía", ha explicado el consultor de la Congregación de la
Doctrina de la Fe, el español Ángel Rodríguez Luño, en la rueda de prensa de la
presentación del documento. Para la Iglesia, "la conservación de las
cenizas en un lugar sagrado ayuda a reducir el riesgo de apartar a los difuntos
de la oración". Además, "se evita la posibilidad de olvido, falta de
respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la
primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas".
Según la
Congregación para la Doctrina de la Fe, las cenizas deben mantenerse "por
regla general en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia
o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica
competente. El prefecto de la Congregación, el muy conservador cardenal alemán
Gerhard Mueller, llegó a decir durante la presentación del documento: "Los muertos no
son propiedad de los familiares, son hijos de Dios, forman parte de Dios y
esperan en un campo santo su resurrección".
Aunque la
Iglesia admite que "no ve razones doctrinales" para prohibir la
cremación --"la
cremación del cadáver no toca el alma y no impide a la omnipotencia divina
resucitar el cuerpo", el secretario de la Comisión Teológica
Internacional, Serge-Thomas Bonino, la calificó como "algo brutal",
por tratarse de "un proceso que no es natural, sino que interviene la
técnica y que además no permite a las personas cercanas acostumbrarse a la
falta de un ser querido".
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