La
4ta revolución industrial representa la
total independencia de la mano de obra humana en la manufactura y acabara con
5,000,000 de puestos de trabajo de los 15 países más industrializados del mundo
hasta 2019. Ya está ocurriendo a gran
escala y a toda velocidad. Que no le cuenten cuentos de un mundo mejor (al
menos dentro del capitalismo) la transformación será distinta a cualquier cosa que el género
humano haya experimentado antes. Para sobrevivir tiene que saber por lo menos ,de
nanotecnologías, neurotecnologías, robots, inteligencia artificial,
biotecnología, sistemas de almacenamiento de energía, drones e impresoras 3D porque
los empleos que todavía no se han inventado serán más complejos aun . Aquellos que no se adapten no lograrán
sobrevivir. Tal vez sea el motivo de enfrentar masas contra masas en Medio Oriente
para exterminar a los que sobran y que causarían dificultades de índole geopolítica
mundial. La tecnología pasara por encima de los marcos sociales, éticos y
políticos y su efecto será devastador en la humanidad.
Qué
es la cuarta revolución industrial (y por qué debería preocuparnos)
http://www.bbc.com/mundo/noticias-37631834
Valeria
Perasso
BBC
Mundo
12
octubre 2016
Diseño de
sistema ciberfísico.Image copyrightTHINKSTOCK
Los sistemas
ciberfísicos, capaces de comunicarse entre sí y con los humanos, están en el
centro de la revolución en ciernes.
A finales
del siglo XVII fue la máquina de vapor. Esta vez, serán los robots integrados
en sistemas ciberfísicos los responsables de una transformación radical.
Los
economistas le han puesto nombre: la cuarta revolución
industrial.
Marcada por
la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas, anticipan que
cambiará el mundo tal como lo conocemos.
¿Suena muy
radical? Es que, de cumplirse los vaticinios, lo será. Y está ocurriendo, dicen, a gran escala y a toda velocidad.
"Estamos al borde
de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que
vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la
transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya
experimentado antes", vaticina Klaus Schwab, autor del libro "La cuarta revolución industrial",
publicado este año.
Línea de
producción en fábrica automatizada con sistemas ciberfísicos en EE.UU.Image
copyrightGETTY IMAGES
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caption
La
manufactura cambiará de un modo radical y, con ella, el mundo del empleo.
Los
"nuevos poderes" del cambio vendrán de la mano de la ingeniería genética y las neurotecnologías, dos áreas
que parecen crípticas y lejanas para el ciudadano de a pie.
Pero las
repercusiones impactarán en cómo somos y nos relacionamos hasta en los rincones
más lejanos del planeta: la revolución afectará "el mercado del empleo, el futuro
del trabajo, la desigualdad en el ingreso" y sus coletazos
impactarán la seguridad geopolítica y los marcos éticos.
La fábrica automática y
muy, muy inteligente
Entonces,
¿de qué se trata el cambio y por qué hay quienes creen que se trata de una
revolución?
Lo
importante, destacan los teóricos de la idea, es que no
se trata de desarrollos, sino del encuentro de esos desarrollos. Y en
ese sentido, representa un cambio de paradigma, en lugar de un paso más en la
carrera tecnológica frenética.
5
claves para entender la REVOLUCIÓN 4.0
1. Alemania
fue el primer país en establecerla en la agenda de gobierno como "estrategia
de alta tecnología"
2. Se basa
en sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura física con software,
sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones.
3. La
internet de las cosas jugará un rol fundamental
4. Permitirá
agregar US$$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años
5. Cambiará el mundo del empleo por completo y afectará a
industrias en todo el planeta
WEF, 2016
Getty Images
"La cuarta revolución
industrial, no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí
mismas, sino por la transición hacia nuevos sistemas que están construidos
sobre la infraestructura de la revolución digital (anterior)", dice Schwab, que es director
ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y uno de
los principales entusiastas de la "revolución".
"Hay
tres razones por las que las transformaciones actuales no
representan una prolongación de la tercera revolución industrial, sino la
llegada de una distinta: la velocidad, el alcance y el impacto en los sistemas.
La velocidad de los avances actuales no tiene precedentes en la historia… Y
está interfiriendo en casi todas las industrias de todos los países",
apunta el WEF.
También
llamada 4.0, la revolución sigue a los otros
tres procesos históricos transformadores: la primera marcó el paso de la
producción manual a la mecanizada, entre 1760 y 1830; la segunda, alrededor de
1850, trajo la electricidad y permitió la manufactura en masa.
Primera
Revolución Industrial, ilustraciónImage copyrightHULTON ARCHIVE
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caption
La primera
revolución industrial permitió pasar a la producción mecanizada, gracias a
novedades como el motor a vapor.
Para la
tercera hubo que esperar a mediados del siglo XX, con la llegada de la
electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones.
Ahora, el
cuarto giro trae consigo una tendencia a la
automatización total de la manufactura - su nombre proviene, de hecho,
de un proyecto de estrategia de alta tecnología del gobierno de Alemania, sobre
el que trabajan desde 2013 para llevar su producción
a una total independencia de la mano de obra humana.
La
automatización corre por cuenta de sistemas
ciberfísicos, hechos posibles por el internet de la cosas y el cloud
computing o nube.
Los sistemas ciberfísicos, que
combinan maquinaria física y tangible con procesos digitales, son capaces de
tomar decisiones descentralizadas y de cooperar -entre ellos y con los humanos-
mediante el internet de las cosas.
Lo que veremos, dicen los teóricos,
es una "fábrica inteligente". Verdaderamente inteligente.
Trabajador
con rollo de fibra óptica.Image copyrightGETTY IMAGES
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¿Y
qué pasará con el empleo?
El principio
básico es que las empresas podrán crear redes inteligentes que podrán
controlarse a sí mismas, a lo largo de toda la cadena de valor.
Los
guarismos económicos son impactantes: según calculó la consultora Accenture en
2015, una versión a escala industrial de esta revolución podría agregar US$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años.
En el Foro
de Davos, en enero de este año, hubo un anticipo de lo que los académicos más
entusiastas tienen en la cabeza cuando hablan de Revolución
4.0: nanotecnologías, neurotecnologías, robots, inteligencia artificial,
biotecnología, sistemas de almacenamiento de energía, drones e impresoras 3D
serán sus artífices.
Pero serán
también los gestores de una de las premisas más controvertidas del cambio: la cuarta
revolución podría acabar con cinco millones de puestos de trabajo en los 15
países más industrializados del mundo.
Escenario
del Foro de Davos.Image copyrightGETTY IMAGES
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En el Foro
de Davos, en enero pasado, la cuarta revolución industrial fue la estrella del
debate.
Revolución,
¿para quién?
Son
precisamente los países más avanzados los que
encarnarán los cambios con mayor rapidez, pero a la vez los expertos
destacan que son las economías emergentes las que
podrán sacarle mayor beneficio.
La cuarta
revolución tiene el potencial de elevar los niveles de ingreso globales y
mejorar la calidad de vida de poblaciones enteras, apunta Schwab, las mismas
que se han beneficiado con la llegada del mundo digital (y la posibilidad, por
caso, de hacer pagos, escuchar música o pedir un taxi desde un celular ubicuo y
barato).
Sin embargo,
el proceso de transformación sólo
beneficiará a quienes sean capaces de innovar y adaptarse.
Gráfico de
internet de las cosasImage copyrightTHINKSTOCK
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Un esquema
de la internet de las cosas (IoT, en inglés) sobre la que se apoya la
transformación.
"El futuro del
empleo estará hecho de trabajos que no existen, en industrias que
usan tecnologías nuevas, en condiciones planetarias que
ningún ser humano jamás ha experimentado", resume David Ritter, CEO de Greenpeace Australia/Pacífico, en
una columna sobre la cuarta revolución para el diario británico The Guardian.
Aunque los
empresarios parecen entusiasmados - más que intimidados- por la magnitud del
reto: un sondeo revela que 70% tiene
expectativas positivas sobre la cuarta revolución industrial.
Así se
desprende del último Barómetro Global de Innovación, una medición que publica
General Electric cada año y que recoge opiniones de más de 4.000 líderes y
personas interesadas en las transformaciones de 23 países.
LA
CUARTA REVOLUCIÓN
¿Qué
opinan los empresarios?
70%
de los ejecutivos tiene expectativas positivas
85% cree que las innovaciones de los
sistemas ciberfísicos serán beneficiosas
64% está dispuesto a asumir los
riesgos de innovar
17% teme por el impacto negativo en
los trabajadores
Barómetro
Global de Innovación 2016, GE
Getty
Aunque la
distribución regional es desigual y son los mercados emergentes de Asia
principalmente los que están adoptando los cambios de manera más disruptiva que
sus pares de economías desarrolladas.
"Ser
disruptivo es el estándar de oro para ejecutivos y ciudadanos, pero sigue
siendo un objetivo complicado de llevar a la práctica", reconoce el
estudio.
Los peligros del cibermodelo
Así, no
todos ven el futuro con optimismo: los sondeos reflejan las preocupaciones de
empresarios por el "darwinismo tecnológico",
donde aquellos
que no se adapten no lograrán sobrevivir.
Y si ello
ocurre a toda velocidad, como señalan los entusiastas de la cuarta revolución, el efecto puede ser
más devastador que el que generó a su turno la tercera revolución.
Hombre y
robot, ilustración.Image copyrightTHINKSTOCK
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La
revolución tendrá que escribir una nueva relación entre los hombres y los
robots. Pero detrás hay dilemas éticos y sociales por resolver, dicen los
críticos.
"En el juego del
desarrollo tecnológico, siempre hay perdedores. Y una de las formas de
inequidad que más me preocupa es la de los valores. Hay un real riesgo de que
la élite tecnocrática vea todos los cambios que vienen como una justificación
de sus valores",
le dice a
BBC Mundo Elizabeth Garbee, investigadora de la Escuela
para el Futuro de la Innovación en la Sociedad de la Universidad Estatal de
Arizona (ASU).
"Ese tipo de ideología
limita gravemente las perspectivas que se traen a la mesa a la hora de tomar
decisiones (políticas), lo que a su vez exacerba la inequidad que ya vemos en
el mundo hoy", agrega.
"Dado que mantener
el status quo no es una opción, necesitamos un debate fundamental sobre la
forma y los objetivos de esta nueva economía", apunta Ritter, que considera que
debe haber un "debate democrático" en torno a los cambios
tecnológicos.
Joven
asiático frente a computadoras.Image copyrightGETTY IMAGES
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Los
mercados emergentes de Asia están a la vanguardia de la cuarta revolución, dicen los expertos.
Por una
parte, hay quienes descreen que se trate de una cuarta revolución: es cierto
que los cambios son muchos y muy profundos, pero el concepto fue por primera
vez usado en 1940 (en un documento de una revista de Harvard titulado "La
última oportunidad de Estados Unidos", que pintaba un futuro sombrío por
el avance de la tecnología) y su uso representa una "pereza
intelectual", dice Garbee.
Otros, más
pragmáticos, alertan que la cuarta revolución no hará
sino aumentar la desigualdad en el reparto del ingreso y traerá consigo toda
clase de dilemas de seguridad geopolítica.
El mismo WEF
reconoce que "los beneficios de la apertura están en riesgo" por
medidas proteccionistas, especialmente barreras no tarifarias y normativas del
comercio mundial, que se han exacerbado desde la crisis financiera de 2007: un
desafío que la cuarta revolución deberá sortear si quiere entregar lo que
promete.
"El
entusiasmo no es injustificado, estas tecnologías representan avances
asombrosos. Pero el
entusiasmo no es excusa para la ingenuidad y la historia está plagada de
ejemplos de cómo la tecnología pasa por encima de los
marcos sociales, éticos y políticos que necesitamos para hacer buen uso
de ella", remata Garbee.
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Angela
Merkel, en una fábrica de robots: para Alemania, la revolución 4.0 es una
prioridad.
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