Las
importaciones de china descendieron 14 % el año pasado y este
año está descendiendo nuevamente en los 9 primeros meses del 2016 en 8,2 % ahora
se autoabastece con producción nacional (esta dejando de comprar a los demás países y trata de venderles todo lo que puede ) lo que acrecienta la parálisis del comercio
mundial y le da municiones al Brexit y al Sr Donald Trump .
La
industria china se autoabastece y el comercio global siente el impacto
http://lat.wsj.com/articles/SB10052005312475964215204582382793314539240?tesla=y
Se está apoderando de una mayor parte
de las cadenas de suministro globales
GMM
Non-Stick Coatings ha empezado a comprar más materiales de proveedores chinos
en lugar de empresas multinacionales. Trabajadores en su fábrica en Zhuhai,
China. PHOTO: VINCENT YU/ASSOCIATED PRESS
Por ANJANI TRIVEDI
martes,
18 de octubre de 2016
20:00 EDT
ZHUHAI,
China—Como trabajador de
una empresa china que fabrica revestimientos antiadherentes que se usan en las
bandejas para el horno, sartenes y parrillas que se venden en Wal-Mart y otras cadenas de supermercados,
Judah Huang está en el engranaje de la cadena global de suministros.
Hasta hace
unos años, las sartenes y parrillas eran fabricadas en China, pero la mayoría
de los materiales provenía de otros países. Huang importaba la mayoría de las
resinas, los pigmentos y las pastas de multinacionales como la estadounidense Dow Chemical Co. y la alemana Eckart Effect Pigments.
Sin embargo,
en un cambio que refleja lo que está ocurriendo en el gigantesco sector manufacturero
chino, Huang ahora compra más de 70% de tales insumos
de proveedores nacionales. “Todas estas materias primas, ahora hay alguien que las
fabrica en China”, dice Huang, gerente técnico jefe de GMM Non-Stick
Coatings, que tiene una planta en esta ciudad cerca de Macao.
China ha
sido durante muchos años la fábrica del mundo, pero ahora se está apoderando de
una mayor parte de las cadenas globales de suministro y provocando cambios en
los patrones de comercio a nivel mundial al reducir sus
importaciones.
La segunda
economía mundial, detrás de Estados Unidos, absorbe una
enorme cantidad de materias primas y componentes, desde aluminio a microprocesadores, que luego transforma en
productos terminados como iPhones y parrillas para
asados que se venden alrededor del mundo. Tales flujos de suministro
propulsaron el comercio global durante años y convirtieron a China en uno de
los principales destinos para las exportaciones de otros países.
Ahora, los flujos se están reduciendo, lo que golpea duramente las
finanzas de los socios comerciales de China, desacelera
la economía global y ofrece nuevas municiones para los políticos que
cuestionan los beneficios del comercio mundial, como el candidato republicano a
la presidencia de EE.UU., Donald Trump.
Las
exportaciones a China, que habían subido casi todos los
años desde 1990, cayeron 14% el año pasado, el mayor retroceso anual
desde los años 60, y acumulan un descenso de 8,2% en
los primeros nueve meses de 2016. El repliegue ayudó a recortar 0,3 puntos
porcentuales del crecimiento del comercio mundial en 2015 y es una de las
principales razones de la expansión de apenas 1,7% prevista para este año,
luego de haber promediado un crecimiento de 5% durante los últimos 20 años.
Parte
del menor apetito chino por las importaciones está relacionado con el
enfriamiento de la economía y un exceso de bienes, tanto en China como en el resto del mundo. El
país, sin embargo, también está sustituyendo las importaciones de los
materiales que necesita para fabricar productos por insumos nacionales,
especialmente en los rubros con márgenes de ganancias más altos, como los semiconductores y la maquinaria.
Es una tendencia perturbadora para muchos fabricantes globales,
que les han cedido la producción de bienes baratos a sus competidores chinos,
pero apuestan a mantener la delantera en los bienes de gama alta e ingredientes
que incorporan tecnología de punta. “El segmento más alto del mercado todavía no es alcanzable”,
dice Ka Lok Cheung, director de operaciones de la alemana Eckart en Zhuhai,
quien subraya que a sus rivales chinos aún les cuesta mantener una calidad
consistente en algunos de los pigmentos difíciles de producir. “Pero en muchos
aspectos, nos están alcanzando”.
El valor de los componentes y materiales importados por China
para su uso en otros productos bajó 15% en 2015 frente al año previo, el
mayor declive anual desde la crisis financiera de 2008, y registró una caída de
14% entre enero y septiembre de este año, según Wind Info, una proveedora de
datos que se basa en cifras oficiales chinas.
Parte del
descenso se debe a que los exportadores chinos emplean menos importaciones en
sus bienes, sugiere un estudio del Fondo Monetario Internacional. La proporción de insumos extranjeros en las exportaciones
chinas ha promediado un descenso de 1,6 puntos porcentuales al año durante la
última década y el año pasado
llegó a 19,6%, frente a más de 40% a mediados de los años 90, según cifras
del gobierno chino.
La
estadounidense Wilton Brands, que fabrica bandejas y moldes para hornear en
China con revestimientos no adherentes, solía usar acero
de Japón o Corea del Sur puesto que el chino tenía demasiadas fallas,
cuenta James Hill, vicepresidente ejecutivo de operaciones globales. No
obstante, tras las mejoras del acero chino, las plantas compran acero local, lo
que significa que casi la totalidad de la sartén, incluyendo los ingredientes
para el revestimiento, proviene de China.
En el
segmento bajo del mercado, en particular en sectores que sufren de un exceso de
capacidad, el Ministerio de Comercio de China ha impuesto aranceles antidumping
contra compañías como Dow Chemical e Eastman Chemical
Co. que, en su opinión, perjudican a las empresas nacionales al vender
bienes en el país a precios inferiores al costo.
Dow Chemical
no quiso referirse a los aranceles, pero indicó que vendió el negocio afectado
y se ha concentrado en químicos de gama más alta, que ahora representan más de 95% de sus ventas en China, según Peter Wong, presidente
de Asia Pacífico de la empresa. Eastman se abstuvo de comentar al respecto.
Para
fortalecer la industria nacional en el segmento alto del mercado, el gobierno
chino anunció el año pasado un plan para elevar el
contenido doméstico de los componentes y materiales esenciales a 40% para 2020
y 70% para 2025. El gobierno invirtió US$213.000
millones en investigación y desarrollo el año pasado, cerca de 2,1% del
Producto Interno Bruto, según la prensa estatal, y prometió en junio más
fondos para fomentar la “innovación tecnológica”.
En el rubro
de químicos especiales o de mayor gama, el sector de GMM, las importaciones chinas procedentes de EE.UU. cayeron 8%
en los primeros siete meses del año, según Wind Info.
GMM fue
fundada hace casi una década por Ravin Gandhi, un ejecutivo con una amplia
experiencia en la industria química estadounidense, y su socio de Hong Kong,
Raymond Chung, parte de una ola de empresarios cautivados por la gigantesca y
barata mano de obra y la creciente red de fábricas en China. La planta de GMM produce 20 toneladas de revestimientos al año, lo
suficiente para 600.000 sartenes o 200.000 parrillas eléctricas.
Durante
años, GMM compraba más de la mitad de sus materias primas a multinacionales
como DuPont Co. y Dow Chemical, que ahora se están fusionando. Por en 2012,
empresas chinas de químicos empezaron a golpear su puerta con resinas y
pigmentos que costaban mucho menos que los importados, pero satisfacían las
exigencias de los reguladores estadounidenses y de otros países, cuenta Gandhi.
GMM empezó a usar más proveedores chinos.
Puesto que
los precios de los proveedores chinos son entre 10% y
25% más bajos que los de las empresas internacionales, el cambio la ha
beneficiado enormemente, dice Huang. El costo de los revestimientos terminados
ha caído 10% desde 2012 y las ganancias han aumentado hasta 15%. Más de 70% de los 200 proveedores de GMM son locales,
comparado con 40% hace cinco años, señala Ghandi.
A poco más
de 15 kilómetros de la planta de GMM en Zhuhai,
en la sede de las operaciones de Eckart en el país, Cheung, el director de
operaciones, reconoce que la competencia con las empresas chinas se ha
intensificado. “Nos quieren alcanzar”, afirma. “Ven que la demanda del mercado
de este mejor producto está en aumento”.
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