Los
demócratas de EEUU liderados por Barack Obama se arriesgan a ganar la guerra al
Estado Islámico en la ciudad de Mosul antes
de las elecciones norteamericanas del 8 de noviembre y gane Hillary Clinton . En
la arriesgada apuesta puso a combatir 5,000 soldados norteamericanos en secreto. Si las bajas de EEUU son elevadas y no se ve
un claro avance puede ganar el Sr Donald Trump. Es por eso que envía sicosociales
que los misiles crucero están destruyendo todos los centros de
explosivos del EI . Si yo fuera Kurdo o chií o turco viendo al gran apuesta y
me ordenara EEUU que entre a Mosul, le diría, “entra tu primero a abrir camino
y después yo , y ya cuando mueras y se
debilite el EI enterare yo a apoderarme de la ciudad y de los pozos de petróleo.
Sería una torpeza que muera primero,
para que EEUU diga ganamos los norteamericanos.
Obama
busca una victoria en Mosul antes del cambio en la Casa Blanca
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/17/estados_unidos/1476733897_409451.html
La ciudad
simboliza los desafíos pasados y presentes de la estrategia de Estados Unidos
en Irak
JOAN
FAUS
Corresponsal
en Estados Unidos
Washington
17 OCT 2016 - 22:36 CEST
A tres meses
del fin de la presidencia de Barack Obama, Estados Unidos confía en que la
ofensiva para recuperar la ciudad de Mosul suponga un
golpe determinante contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en
inglés). Mosul simboliza los desafíos pasados y presentes de la estrategia militar
estadounidense en Irak. El asalto llega a los dos años del inicio de la campaña
aérea impulsada por Washington contra el grupo yihadista y a tres semanas de
las elecciones presidenciales.
Obama, este
lunes, en un acto educativo en Washington ALEX WONG AFP
Estados
Unidos coordina una coalición de 19 países que apoyan a las fuerzas de
seguridad iraquíes en su campaña para expulsar al ISIS de Mosul, su mayor feudo
en Irak. El Pentágono apoyará desde el aire a las
tropas iraquíes y tribus suníes, pero se desconoce el alcance de su
participación sobre el terreno. “Este es un momento decisivo en la campaña
para asestar al ISIS una derrota duradera”, declaró el domingo el
secretario de Defensa, Ash Carter, al iniciarse la ofensiva para arrebatar la
ciudad a los extremistas.
El Gobierno
de Obama ha reforzado el despliegue militar en Irak en la antesala de la
batalla por Mosul, ampliando a más de 5.000 militares
su contingente en ese país.
El portavoz del Pentágono, Peter Cook, explicó este lunes
que los uniformados, entre los que hay soldados de
élite, tienen “una variedad de responsabilidades” dentro de su función
de asesorar y ayudar a las tropas iraquíes con información logística y de inteligencia.
El portavoz
insistió en que es una operación liderada por las autoridades de Bagdad, pero
admitió que los soldados estadounidenses pueden verse envueltos en “situaciones
de peligro” y evitó comentar si podrían llegar a entrar en la ciudad de Mosul.
Washington
ha repetido como un mantra que sus militares no combatirán sobre el terreno. Esa es la línea roja marcada por el
presidente Obama en la ofensiva contra el ISIS, iniciada en agosto de 2014. Es
un contraste con el despliegue masivo de tropas en la invasión de Irak en 2003,
que no logró estabilizar el país y en la que murieron
más de 4.000 soldados norteamericanos.
Obama busca una victoria en Mosul antes del
cambio en la Casa Blanca
Mosul es un
símbolo de los peligros de cualquier intento de la primera potencia mundial de
estabilizar Irak. Fue la inesperada conquista de la ciudad por parte del Estado
Islámico en junio de 2014 lo que llevó a Obama a volver a enviar tropas
estadounidenses a ese país. El presidente demócrata había retirado en 2011
todos los soldados de Irak tras llegar a la Casa Blanca prometiendo acabar con
las guerras de su predecesor, el republicano George W. Bush.
Una
huida humillante
Los
yihadistas se hicieron con Mosul después de que soldados iraquíes lanzaran al
suelo sus armas, se despojaran de sus uniformes y huyeran. La escena causó
humillación en Washington después de haber invertido en
la última década decenas de miles de millones de dólares en entrenar y equipar
al Ejército de Bagdad.
En la
invasión de 2003, EE UU logró controlar Mosul con poca dificultad, pero al poco tiempo la ciudad se convirtió en una base de la
insurgencia suní de Al Qaeda, de la que nacería el ISIS. El general
David Petraeus, entonces máximo responsable militar estadounidense, la puso
como un ejemplo del fracaso de apaciguar la tensión sectaria al no integrar en
el nuevo Irak a suníes y seguidores del régimen de Sadam Husein.
Mosul,
de mayoría suní, es ahora
un termómetro para evitar fricciones sectarias. Y también es la mayor prueba
para Washington sobre su capacidad de derrotar al grupo yihadista. En febrero
de 2015, el Pentágono anunció que el asalto a la ciudad se iniciaría en mayo de
ese año. El anuncio levantó ampollas y reveló una pugna sobre el tempo contra
el ISIS. EE UU evita ahora cualquier atisbo de triunfalismo y se impone la
cautela. Se limita a pronosticar que la ofensiva en
Mosul será difícil y durará semanas.
5.000
SOLDADOS DESPLEGADOS
Estados Unidos envió este mes a Irak
a 615 nuevos soldados, lo que aumentó su contingente a más de 5.000. Su función
es apoyar a las tropas iraquíes, no combatir. Algunos estarán desplegados sobre
el terreno.
El Pentágono creó en julio un centro
de operaciones a las afueras de Mosul, que ahora será clave para el
asesoramiento y la logística.
Washington desplegó en junio de 2014
a sus primeros asesores militares a Irak en la lucha contra el Estado Islámico.
El despliegue ha crecido de forma continua.
Desde agosto de 2014, EE UU ha
realizado más de 10.000 ataques aéreos contra el ISIS en Siria e Irak.
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