40,000
soldados chiíes y kurdos de Iraq están combatiendo en Mosul contra 4,000
soldados del Estado Islámico .
Lanzan
la batalla decisiva contra el ISIS en Irak
http://www.clarin.com/mundo/Lanzan-batalla-decisiva-ISIS-Irak_0_1670233129.html
Guerra al terrorismo
Al menos 40.000 soldados iraquíes y milicianos kurdos iniciaron
el asalto final a la ciudad de Mosul, bastión yihadista. La ONU, preocupada por
los civiles que huyen de la guerra.
Combates.
Milicianos kurdos disparan sus armas hacia la ciudad de Mosul (AFP).
Miles
de combatientes iraquíes y kurdos –se calculan unos 40.000 hombres, apoyados por la aviación de
EE.UU.– iniciaron hoy el asalto final para recuperar Mosul, la ciudad de Irak
más grande bajo control del yihadista ISIS, en medio de fuertes bombardeos y
combates, en el mayor operativo militar desde la invasión norteamericana de
2003.
En el primer
día de ofensiva, las fuerzas iraquíes retomaron nueve
pueblos al noreste de la norteña Mosul, el segundo mayor centro poblado
del país y el lugar desde donde el líder del ISIS, Abu Bakr al Baghdadi,
proclamó su “califato”, como denomina a los territorios contiguos bajo su
dominio a ambos lados de la frontera sirio–iraquí.
En la
operación para recuperar este bastión yihadista se juega la integridad
territorial y el futuro de Irak, así como su capacidad para mantenerse unidos
por sobre las diferencias sectarias entre la mayoría shiíta, que controla el
gobierno, y la minoría sunnita, que desangran el país desde hace más de una
década. El objetivo es dar un golpe decisivo a la banda terrorista que reduzca
su prestigio y capacidad de reclutar militantes en Irak y Siria, además de
otros frentes como Libia. “Hoy declaro el inicio de estas victoriosas
operaciones para liberarlos de la violencia y el terrorismo del ISIS”,
anunció el primer ministro, Haider al Abadi, en un mensaje televisado horas
antes de iniciada la embestida contra los yihadistas.
Esta
ofensiva se da un día después de que el ISIS perdiera la ciudad siria de Dabiq, el lugar reservado, según los
yihadistas, para la batalla más épica, la del “juicio final”. Sin Dabiq en
Siria –reservada como escenario y puesta en práctica de la propaganda del ISIS–
los extremistas, en clara situación de debilidad, afrentan ahora esta histórica
ofensiva en Mosul, la ciudad más grande en su califato, capital de la provincia
de Nínive. El gobernador de la provincia, Nofel Hamadi
al Sultan, dijo que la ofensiva será “el golpe mortal al terrorismo”.
Nueve
poblaciones –ubicadas en la zona de Al Hamdaniya,
situada en la línea de la ofensiva de Al Jazer, a unos
17 kilómetros al noreste de Mosul– fueron recuperadas ayer tras un
intenso bombardeo aéreo y de artillería terrestre. También iraquíes y kurdos
bombardearon Bashiqa y otras áreas de Sahel Nínive, con el objetivo de irrumpir
en la primera localidad, donde está desplegado un contingente de fuerzas de
Turquía. Pese al optimismo iraquí, el general estadounidense Stephen Townsend,
comandante de las tropas de ese país en Siria e Irak, advirtió que la operación puede durar semanas o incluso más.
La alianza
ofensiva con 40.000 combatientes (parte de un ejército
total de 80.000 efectivos) supera en número a la milicia yihadista que
cuenta con sólo 4.000 en Mosul y los alrededores.
Pero éstos no sólo tendrían profundas trincheras en la ciudad, sino un sistema
de túneles en el que pueden moverse sin ser detectados. Además, las calles y
los edificios están poblados con artefactos explosivos improvisados.
El
presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyo país tiene fuerzas estacionadas en el norte
de Irak desde el año pasado, aseguró ayer que esas tropas serán parte de la
ofensiva pese al rechazo del gobierno iraquí, que ha
acusado a Ankara de “ocupación militar”.
En tanto, en
lo que va de esta ofensiva, el grupo Los Batallones de Mosul anunció que la
resistencia mató a cuatro miembros del ISIS y quemaron la casa de uno de sus
líderes. Y, al menos, siete combatientes kurdos
murieron y otros once resultaron heridos durante los combates.
El
megaoperativo militar, que el portavoz del Parlamento equiparó a la invasión
estadounidense de 2003, por sus dimensiones y significado, cuentan además con
el apoyo aéreo de la coalición internacional contra el ISIS, en los papeles integrada por 60 países, pero donde
casi todas las operaciones se producen con participación de Estados Unidos, con
la ayuda de Reino Unido y Francia.
El primer
ministro Al Abadi y sus socios de gobierno confían además en que la victoria dé
apoyo y legitimidad a su mandato, que atraviesa una profunda crisis. Pero hay
un temor “extremadamente” preocupante por los civiles que permanecen atrapados
en la ciudad, unos 1,5 millones, según expresaron desde la ONU.
El alto
comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, pidió ayer que la
protección de los civiles sea “la prioridad” en la ofensiva y durante una
visita a Bagdad dijo haber recibido garantías del gobierno en ese sentido. La ONU tiene ya cinco campos de refugiados para acoger a los
desplazados de Mosul y ha previsto establecer hasta 11 más en las
próximas semanas, para poder recibir a 100.000 personas, el número previsto por
la ONU que huirá de la zona. Al enorme riesgo de encontrarse atrapados en el
fuego cruzado, se agrega el temor de que el ISIS los use como “escudos humanos”
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