En
Venezuela prefieren quemar miles de
barriles de petróleo y gas en vez de venderlo barato. Debe ser una estrategia
para que suba de precio, aunque mejor sería cerrar el grifo, podrían generar electricidad. Cerca de
los pozos donde se quema el petróleo, la gente hace fila por gas licuado (Es para no creerlo) si el Estado Islámico gobernara Venezuela los habría ejecutado por inútiles y contaminadores
Los
problemas de Venezuela para extraer petróleo se agudizan
http://lat.wsj.com/articles/SB11045210543746473847404582392910801599988?tesla=y
La caída de precios y la falta de
divisas frenan al sector en el país de las mayores reservas de crudo
La falta de
inversión en la industria petrolera de Venezuela ha llevado a la quema de gas.
PHOTO: MIGUEL GUTIÉRREZ PARA THE WALL STREET JOURNAL
Por ANATOLY KURMANAEV
Actualizado
domingo, 23 de octubre de 2016 20:17 EDT
PUNTA
DE MATA, Venezuela—Esta
deteriorada ciudad petrolera tiene un misterioso brillo nocturno, iluminada por decenas de pozos que queman precioso crudo y gas porque
el equipo necesario para procesarlo no funciona.
Las columnas de humo de Puerto Mata crecen cada mes, un
despilfarro asombroso en un momento en que Venezuela, el país con las mayores
reservas petroleras del mundo, necesita con desesperación
el dinero de cada barril de crudo para importar alimentos y medicinas.
En este caso, los
yacimientos queman dinero, casi literalmente.
Por si esto
fuera poco, por cada barril de crudo liviano que se
quema en los pozos de Punta de Mata, Venezuela tiene que gastar dólares
para importar un barril de diluyente que mezcla con el
petróleo pesado producido en el sur del país.
“Es única y exclusivamente
un problema de mala gestión”, dice Carlos Bellorin, analista petrolero de IHS Inc. en
Londres. “No hay otra explicación racional para tal
desperdicio”.
El estado
decrépito de campos como los de Punta de Mata, de donde proviene el grueso de
los ingresos del país, es una de las principales
razones por las que la producción del país cae más rápido que la de cualquier
otro productor importante salvo Nigeria, donde
el gobierno enfrenta una insurgencia.
La
producción venezolana de crudo cayó 11% interanual en septiembre para alcanzar
2,3 millones de barriles al día, según cifras oficiales. La consultora Medley & Associates prevé una
aceleración del descenso en los próximos 12 meses. A menos que repunten los
precios del petróleo, el repliegue de la producción puede sumir a Venezuela en
una crisis aún más profunda.
PHOTO:
MIGUEL GUTIÉRREZ PARA THE WALL STREET JOURNAL
Cerca
de los pozos donde se quema el petróleo, la gente hace fila por gas licuado. PHOTO: MIGUEL GUTIÉRREZ PARA THE
WALL STREET JOURNAL
El descenso
de la producción ahonda las tribulaciones que atraviesa la economía del país
que, según las proyecciones, se contraerá 10% este año. El gobierno tiene
problemas para obtener los dólares suficientes para importar
medicinas y alimentos y pagar cerca de US$16.000 millones a sus acreedores
hasta fines de 2017.
En los yacimientos de la sabana oriental, las plataformas de bombeo
están inertes ante la falta de repuestos, los lanchones abandonados se
oxidan y los operarios que ganan US$9 a la semana a menudo se saltan turnos.
En total, la
cantidad plataformas de perforación en Venezuela cayó
25% entre septiembre de 2014 y 2015, según la empresa estadounidense de
servicios petroleros Baker Hugues Inc.
En la actualidad, hay más
plataformas en operación en Omán, cuyas reservas probadas son apenas 1,7% de
las de Venezuela.
“No creo que este
gobierno logre estabilizar la producción incluso si suben los precios del
petróleo”, dijo
Luisa Palacios, analista de Medley para Venezuela.
Los
trabajadores petroleros en Punta de Mata, que en su momento fue uno de los
grandes centros de producción de crudo, atribuyen el descenso a las
expropiaciones del gobierno, la corrupción y el colapso de los salarios que
dejó a la petrolera estatal Petróleos de Venezuela S.A, PDVSA, con las manos
atadas.
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MIGUEL GUTIÉRREZ PARA THE WALL STREET JOURNAL
La quema de
gas en Venezuela está creciendo a uno de los ritmos más rápidos del mundo,
según el Banco Mundial. PHOTO: MIGUEL GUTIÉRREZ PARA THE WALL STREET JOURNAL
Las empresas
internacionales de servicios, como las estadounidenses
Schlumberger Ltd., Halliburton Co. y Baker Hughes, que antes perforaban
los yacimientos de Punta de Mata y gestionaban el flujo asociado de gas, han
casi todas hecho sus maletas, afectadas por los miles de millones de dólares en
cuentas impagas o la expropiación de sus activos en el país.
Conforme las
multinacionales comenzaron a dejar de operar sus plataformas de perforación y
la mano de obra capacitada se marchó, la producción de
la cuenca del norte de Monagas, que abarca Punta de Mata, se desplomó dos
tercios en la última década, la caída más pronunciada del país, según
los gerentes regionales de PDVSA.
Impactada
por la escasez de efectivo, PDVSA está tratando de postergar
por tres años el vencimiento de bonos por US$5.000 millones, una medida
que la calificadora de riesgo Standard & Poor’s calificó como “equivalente a una
cesación de pagos”.
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MIGUEL GUTIÉRREZ PARA THE WALL STREET JOURNAL
La empresa,
que ha dejado de pagar su deuda interna. reconoció en su último informe anual
que a finales del año pasado adeudaba cerca de
US$19.000 millones a contratistas que proveen desde plataformas de perforación
a almuerzos.
Después de
asumir un cargo contable de US$500 millones ligados a sus negocios en
Venezuela, Schlumberger, la mayor firma de
servicios petroleros del mundo, empezó en junio a desmantelar sus operaciones
en los campos maduros. La empresa anunció despidos, suspendió las operaciones
en algunas plataformas y dijo que sólo trabajaría con PDVSA si recibía el pago
por adelantado y en efectivo.
“Schlumberger tiró la
toalla”, dice Héctor
Navarro, un gerente de producción de PDVSA en el norte de Monagas. Hace algunos
meses, Saipem, una subsidiaria de servicios del
gigante energético italiano Eni SpA, retiró sus
plataformas del norte de Monagas y despidió unos 300 trabajadores, según el
sindicato nacional FUTPV. El director general de finanzas de Saipem les dijo a
los inversionistas en julio que la empresa había “reducido casi a cero nuestra exposición operacional a
Venezuela”.
En el estado
Monagas, donde se quema la mayor parte del gas, PDVSA no ha construido ninguna
red de gas residencial, por lo que la gente tiene que llenar tanques. PHOTO:
MIGUEL GUTIÉRREZ POR THE WALL STREET JOURNAL
Halliburton
sólo perforará este año
en los proyectos de PDVSA cuando la empresa estatal esté asociada con un
accionista extranjero y tenga una mayor probabilidad de recibir su pago, según
el testimonio de dos ingenieros de la empresa.
“Esas firmas
extranjeras tienen el conocimiento y el capital que nosotros simplemente no
podemos igualar”, señaló Igor Miranda, propietario de Venecia & Service
Co., la mayor compañía de servicios petroleros de Punta de Mata. “La situación
es crítica”.
Schlumberger
y Halliburton declinaron referirse a la situación de sus operaciones en el
país. El presidente de PDVSA, Eulogio del Pino, dijo que la empresa está
invirtiendo para reducir las quemas de gas y tratando de que empresas más
pequeñas se hagan cargo de los yacimientos maduros. El ejecutivo añadió que la
producción de crudo y otros líquidos ascenderá a los 2,7 millones de barriles
al día a fin de año, un descenso de 2% respecto del promedio de 2015.
En los años 90, Punta de Mata era una ciudad pujante repleta de
profesionales del sector petrolero con un campo de golf, canchas de
tenis y un aeropuerto en las cercanías con conexiones directas a balnearios del
Caribe. El operario de perforadora Luis Centeno cuenta que con la bonificación
navideña que recibió en 1998 le alcanzó para comprarse un Jeep Cherokee.
Hoy, tras las múltiples devaluaciones del bolívar y una inflación galopante,
gana US$20 al mes al tipo de cambio oficial.
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PDVSA trató
de revertir la caída en la producción de los yacimientos maduros al redoblar la
apuesta por el desarrollo de vastas reservas de crudo extra pesado en el Río
Orinoco con la idea de que es más fácil extraer ese petróleo. Otorgó un
contrato en septiembre de US$3.200 millones a tres empresas, incluyendo
Schlumberger, para perforar 480 pozos en la Faja del Orinoco.
Las empresas
serán pagadas de cada barril de petróleo que PDVSA venda de esos yacimientos.
Pero es
improbable que la nueva ofensiva marque una diferencia importante en los
ingresos petroleros de Venezuela, tomando en cuenta el alto costo de
procesarlo, dice Bellorin, el analista de IHS.
—
María Ramírez, en Puerto Ordaz, contribuyó a este artículo.
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