Ha
ingresado US$ 35,000,000,000 más de los que a egresado a los mercados emergentes
en el 1er trimestre del 2016 , pero no es por el buen desempeño económico ,sino
que los inversionistas buscan rendimientos ante las tasas de interés ultrajas o
negativas de los países desarrollados. Pero todo puede cambiar de la noche a la
mañana. Los codiciosos inversionistas están comprando cualquier cosa de los
mercados emergentes prefiriendo activos en dólares o euros que pagan 5 % , en comparación
con la moneda local que paga unos 6,2 % ejemplo Argentina
El
entusiasmo por los mercados emergentes podría ser efímero
http://lat.wsj.com/articles/SB10179624953256293805704582358670036287872?tesla=y
Los inversionistas, más interesados en
lograr rendimientos que en los avances económicos
Una foto de
Puerto Madero, en Buenos Aires. Argentina vendió el
miércoles dos bonos por un total de 2.500 millones de euros (US$2.790 millones)
PHOTO: MACIEJ
LUCZNIEWSKI/NURPHOTO/ZUMA
PRESS
Por
JON SINDREU
jueves,
6 de octubre de 2016
20:09 EDT
A pesar del
entusiasmo que los mercados emergentes despiertan en los inversionistas, hay
indicios de que el dinero estaría más bien persiguiendo
ciegamente rendimientos en lugar de representar una muestra de fe en el
crecimiento de esos países
.
El dinero
que ingresó a los fondos dedicados a invertir en los mercados emergentes superó al que salió en US$35.000 millones durante el tercer trimestre, según la firma
especializada EPFR Global, comparado con US$10.000 millones en el período
previo y una salida neta de US$3.000 millones en los
tres primeros meses del año.
Algunos
economistas sostienen que la llegada de gobiernos más promercado en países como
Argentina y Brasil, así como un leve repunte en
los precios de las materias primas que se dispone a ayudar a exportadores como
Rusia y Sudáfrica justifica el mayor ingreso de fondos.
Los
inversionistas, sin embargo, parecen estar motivados principalmente por los rendimientos
ultrabajos que ofrecen los países desarrollados, sobre todo después
de que la Reserva Federal de Estados Unidos señaló a mediados de año que las
tasas de interés se mantendrán bajas durante más tiempo del previsto.
“Una gran parte del dinero que ha llegado a los mercados
emergentes está comprando cualquier cosa que tenga puesta la etiqueta de
mercado emergente”, dice Pablo Goldberg, gestor de fondos de BlackRock.
Argentina
vendió el miércoles dos bonos por un total de 2.500 millones de euros (US$2.790
millones). Los inversionistas querían más y la demanda
ascendió a 6.300 millones de euros, pese a que Argentina acaba de
regresar a los mercados de capitales después de años de disputas legales con
los tenedores de bonos debido a una cesación de pagos soberano
de más de US$80.000 millones en 2001.
El
país colocó en abril deuda soberana por un valor récord de US$16.500 millones.
La
estructura de la emisión argentina pone de relieve otra de las características
de la fiebre por los mercados emergentes.
En los tres meses hasta septiembre,
apenas 39% de los flujos de capital fue a parar a fondos especializados en
moneda local.
En cambio,
los que invierten solamente en activos denominados en
moneda fuerte, como dólares o euros, recibieron 52% de los flujos; el
resto se dirigió a fondos combinados que invierten tanto en moneda dura como en
divisas locales.
La creciente
brecha de rendimiento entre los activos en divisas locales y en monedas fuertes
también muestra el mayor interés por los segundos.
Según los
índices de J.P. Morgan Chase & Co., tal
brecha se amplió en septiembre a su mayor nivel desde julio de 2014. Mientras
que los bonos de mercados emergentes en moneda dura rindieron un promedio de 5% en septiembre, los denominados en divisas locales
ofrecieron un rendimiento de 6,2%. El
rendimiento de los bonos se mueve de manera inversa a su precio.
En estos
momentos “hay gente lo suficientemente audaz para entrar en activos en dólares,
pero no lo suficientemente audaz para entrar en monedas locales”,
señala Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversión de Carmignac.
La gestora
de activos francesa ha aumentado ambos tipos de inversiones en mercados
emergentes, pero es cautelosa sobre las perspectivas de estos países.
BlackRock
resaltó en un informe
enviado a sus clientes el martes que durante el tercer trimestre los
inversionistas basados en EE.UU. compraron casi exclusivamente activos de
mercados emergentes en dólares, mientras que los inversionistas europeos se
interesaron también en bonos en moneda local.
Esto
apoyaría la idea de que se trataría de una reacción impulsiva de los
inversionistas estadounidenses, que estarían buscan un lugar para poner su
dinero.
Los datos
sobre flujos de fondos también revelan que los inversionistas
particulares, que tienden a ser más volubles que los institucionales,
mostraron en los últimos meses una clara preferencia
por los activos en moneda dura, recortando a la vez su exposición a las
inversiones en divisas locales.
Hani Redha,
gestor de fondos de PineBridge Investments, opina que es probable que parte del flujo hacia activos en dólares y en euros sea
“mucho más inconstante y persiga rendimientos”, en lugar de mostrar fe en las
economías de estos países.
“Si la Fed sorprendiera
a los mercados, dado el menor nivel de sofisticación de los inversionistas, hay
riesgo de una reversión” del mercado, agrega Redha, que ha realizado inversiones
selectivas en monedas locales.
Sin duda,
los inversionistas también podrían estar tomando una decisión racional al no
querer divisas de mercados emergentes, ya que estas han tenido una mala racha
en los últimos dos años.
“Creo que
todo gira en torno al desempeño en el pasado”, afirma Michael Biggs, gestor de
un fondo de mercados emergentes en moneda local de la firma suiza GAM Holding
AG.
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