En su quinto día consecutivo de lucha por reprimir una importante incursión ucraniana , Rusia dijo el sábado que había evacuado a decenas de miles de personas de su región fronteriza, lanzó una “operación antiterrorista” y advirtió que los combates estaban poniendo en peligro una planta de energía nuclear.
Unidades ucranianas irrumpieron en la región occidental rusa de Kursk el martes por la mañana en un ataque de choque, la ofensiva transfronteriza más grande y exitosa de Kiev en los dos años y medio de conflicto.
Sus tropas han avanzado varios kilómetros y el ejército ruso ha enviado rápidamente reservas y equipo adicional, aunque ninguna de las partes ha dado detalles precisos sobre las fuerzas que han comprometido.
Kiev ha mantenido un estricto silencio operativo sobre la ofensiva y aún no ha confirmado públicamente que esté detrás del ataque.
La agencia nuclear rusa advirtió el sábado de una “amenaza directa” a la cercana central nuclear de Kursk, y funcionarios locales detallaron la escala de las evacuaciones civiles de pueblos y aldeas cercanas a la zona de combate.
“Más de 76.000 personas han sido reubicadas temporalmente en lugares seguros”, dijo un funcionario del Ministerio de Situaciones de Emergencia regional en una conferencia de prensa el sábado, según informó la agencia de noticias estatal TASS.
Se ha enviado ayuda de emergencia a la zona fronteriza y se han puesto en marcha trenes adicionales a la capital, Moscú, para la gente que huye de los combates.
“La guerra ha llegado hasta nosotros”, declaró a la AFP una mujer que llegó el viernes a una estación de trenes de Moscú y que no quiso dar su nombre.
El ejército ruso confirmó el sábado que sigue combatiendo la incursión ucraniana por quinto día.
Según la información, Kiev cruzó inicialmente la frontera con alrededor de 1.000 soldados, unos 20 vehículos blindados y 11 tanques, aunque el sábado afirmó haber destruido hasta ahora cinco veces esa cantidad de material militar.
'Sin precedentes'
El comité nacional antiterrorista de Rusia dijo el viernes por la noche que estaba iniciando “operaciones antiterroristas en las regiones de Belgorod, Bryansk y Kursk... para garantizar la seguridad de los ciudadanos y suprimir la amenaza de actos terroristas llevados a cabo por grupos de sabotaje del enemigo”.
Las regiones de Belgorod y Bryansk también limitan con Ucrania y también han sido duramente afectadas por bombardeos y ataques aéreos desde que Rusia lanzó su ofensiva en febrero de 2022.
Las fuerzas de seguridad y los militares reciben amplios poderes de emergencia durante las operaciones “antiterroristas”.
Se restringe el movimiento, se pueden confiscar vehículos, se pueden monitorear llamadas telefónicas, se declaran zonas prohibidas, se introducen puestos de control y se refuerza la seguridad en sitios de infraestructura clave.
El sábado, en las calles de Moscú, los periodistas de la AFP encontraron apoyo a medidas duras para sofocar la respuesta, junto con sectores de enojo por la forma en que se permitió que ocurriera la incursión.
“En una situación como esta, debemos tomar todas las medidas posibles”, afirma Alexander Ilyin, un arquitecto de 42 años.
El comité antiterrorista afirmó que Ucrania había montado un “intento sin precedentes de desestabilizar la situación en varias regiones de nuestro país”.
El viernes Rusia pareció contraatacar, lanzando un ataque con misiles contra un supermercado en la ciudad de Kostyantynivka, en el este de Ucrania, que mató al menos a 14 personas. Tres personas murieron en la región nororiental de Kharkiv el sábado, según informaron funcionarios locales.
Ucrania también dijo que necesitaba evacuar a 20.000 personas de la región de Sumy, justo al otro lado de la frontera con Kursk.
Ninguna de las partes ha proporcionado detalles precisos sobre el alcance de la incursión ucraniana.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el sábado que había atacado algunas posiciones ucranianas a hasta 10 kilómetros (seis millas) de la frontera.
También se informó de ataques contra tropas ucranianas en zonas separadas por 30 kilómetros, un indicio de la amplitud y profundidad del avance de Ucrania.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos, dijo el sábado que creía que las fuerzas ucranianas habían penetrado unos 13 kilómetros en territorio ruso.
Bielorrusia, un aliado cercano de Rusia, ordenó el sábado el despliegue de refuerzos militares (tropas terrestres, unidades aéreas, sistemas de defensa aérea y de misiles) más cerca de su frontera con Ucrania en respuesta a la incursión de Kiev, informó el Ministerio de Defensa en Minsk.
'Particularmente eficaz'
Moscú también advirtió de la amenaza a la planta nuclear de Kursk, a menos de 50 kilómetros de los combates, un día después de que el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica pidió "máxima moderación".
“Las acciones del ejército ucraniano suponen una amenaza directa” para la planta de Kursk, en el oeste de Rusia, dijeron las agencias de noticias estatales citando a su agencia de energía atómica, Rosatom.
Los dirigentes ucranianos han mantenido el silencio sobre la operación.
Estados Unidos, el aliado más cercano de Kiev, afirmó que no fue informado de los planes con antelación.
Pero el presidente Volodymyr Zelenskyy parece haber promocionado los primeros éxitos de sus tropas en varios comentarios crípticos que no mencionan explícitamente la ofensiva de Kursk.
En otra parte de la línea del frente, Ucrania informó el sábado el menor número de “combates” en su territorio desde el 10 de junio.
Eso podría ser una posible señal de que su incursión está ayudando a aliviar la presión en otras partes de la extensa línea del frente donde las tropas de Moscú habían estado avanzando.
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