Tregua
para nadie en Siria. Los combates siguen activos en la periferia de Damasco, de
Hama, de Homs, de Alepo así como en las ciudades de Quneitra y Deraa o en el
Golan al sur del país. Rusia ha contabilizado 50 violaciones del alto el fuego en
las últimas 24 horas, de 160 muertos en el último día de una tregua que vence
en la madrugada de este domingo. E Israel apoya con hospitales a los guerrilleros
que luchan contra Assad.
Tregua
para nadie en Siria.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/09/18/actualidad/1474156503_826896.html
Tanto
civiles como facciones rebeldes niegan que se esté implementando la tregua en
el terreno
NATALIA
SANCHA
Beirut
18 SEP 2016 –
Este domingo
abren de nuevo sus puertas las escuelas sirias. Y los padres regresan a esa ya
familiar rutina de contener cada mañana la respiración, intentando convencer a
sus mujeres, y a sí mismos, de que no será su hijo el que caiga hoy bajo un
mortero rebelde o una bomba leal camino a clase.
La tregua en
Siria está tan presente en el debate internacional como ausente de la realidad
del sirio de a pie. Rusia ha contabilizado 50
violaciones del alto el fuego en las últimas 24 horas, según ha
informado el ministro de Defensa, citado por la agencia
Ria y, a su vez, por Reuters. Y los
contadores de la muerte siguen sumando en las páginas web de los activistas con
un balance de 160 muertos en el último día de una
tregua que vence en la madrugada de este domingo. Ello, engrosando la
factura estanca de 300.000 muertos en poco más de un lustro. Los
enfrentamientos se multiplican con los
rebeldes lanzando ofensivas en la mayoría de las campiñas del país y el
Gobierno reiniciando los bombardeos.
Un hombre y
un niño caminan por la zona rebelde de Ain Tarma, en Ghuta, al este de Damasco.
BASSAM KHABIEH REUTERS
Transcurrida
una semana desde que Moscú y Washington anunciaran la
tregua, los civiles celebran una baja en la intensidad del fuego, tanto
por aire como por tierra, sin por ello llamarlo hudna (tregua, en árabe). Y sin
embargo, los sirios parecen más divididos que el domingo pasado sobre el papel
de mediador que intenta ocupar una comunidad internacional que cada día les
merece menos respeto. “La gente ya no tiene fe en la
ONU y piensan que mantiene una relación de connivencia con el régimen y
por lo tanto le sirve de apoyo”, cuenta al teléfono el cooperante Awad desde la Alepo oriental y bajo control rebelde.
Decenas de
civiles rechazaron esta semana desde sus barrios la entrada de convoyes
humanitarios de la ONU, a pesar de estar sometidos a cercos intermitentes desde
el pasado mes de julio.
Por sexto
día consecutivo, los bombarderos rusos y sirios parecían ausentes del cielo de
Alepo para reaparecer de nuevo este domingo. Un anómalo descanso que ha
permitido durante la pasada semana volver a ver tropeles de niños correteando
por las calles o bañándose en las piscinas talladas en el asfalto por las
bombas. Y sin embargo, el intercambio de artillería prosigue hoy entre las dos
mitades que dividen desde 2012 a Alepo entre las fuerzas leales y las
insurrectas. “El
Ejército sirio hace lo que puede para mantener la tregua, pero son los armados
[por insurrectos] quienes la violan cada día lanzando morteros sobre los
civiles y sobre los controles militares”, denuncia Mohamed Joumaa,
hombre de negocios de 46 años que habita a escasos kilómetros de Awad, aunque
en la zona gestionada por el régimen.
La tregua ha
permitido también al Gobierno de Damasco avanzar en la iniciativa de
reconciliación nacional, y por lo tanto en despejar los remanentes de bolsas
rebeldes encalladas en las urbes. En la ciudad de Homs,
unos 300 rebeldes abandonarán el próximo lunes el barrio de Al Waer, el
único de los 36 aún custodiado por insurrectos. “La tregua está funcionando
aquí, porque llevamos una semana sin francotiradores ni morteros”, asegura
optimista al aparato desde Homs Hayat Awad, funcionaria en la cincuentena.
Y sin
embargo, los 300 milicianos se dirigirán con sus
armas y sus familias a la periferia de Idlib para
seguir combatiendo, pero esta vez en campo abierto. El marido de Um
Mohamed está allí apostado. Madre de cuatro, esta ama de casa vive en Ein el
Baida, en la campiña norte de Latakia, fronteriza con Turquía. “Los niños han
pasado unas buenas fiestas [por el Eid el Adha, Fiesta del Sacrificio que tuvo
lugar la pasada semana] sin bombardeos, pero ayer recomenzaron los aviones otra
vez”, murmura al teléfono. Sus padres viven en la ciudad
de Latakia cuna de los Asad y una de las pocas que ha logrado permanecer
relativamente ajenas a la guerra.
Allí los
vecinos aprovechan los últimos días festivos para zambullirse en el mar o fumar
una pipa de agua al atardecer.
En Damasco
la tregua tampoco ha logrado desterrar el miedo de la población. Aunque con
menos frecuencia, los obuses rebeldes han seguido martilleando la ciudad. “La gente sale y hace
su vida, pero cada día caen dos o tres. Uno de ellos mató a una vecina durante
el primer día de Eid”, relata en una conversación telefónica desde
damasco Ahmed M., estudiante de filología. Lejos de reducir la violencia, el
flanco rebelde parece aprovechar la llamada tregua para lanzar nuevos ataques
sobre posiciones de las tropas de el Asad.
Los combates siguen
activos en la periferia de Damasco, de Hama, de Homs, de Alepo así como en las
ciudades de Quneitra y Deraa o en el Golan al sur del país. Este
viernes, los habitantes de Damasco entraban en pánico cuando los rebeldes
llegaron hasta la capital tras lanzar un ataque sorpresa desde Jubar (al este
de la ciudad). Las tropas regulares tuvieron que enviar refuerzos y embarcarse
en duros combates durante horas antes de lograr repeler la ofensiva.
Decepcionados
de tanto la ONU como de Washington, a quienes tildan de aliados de conveniencia
de Damasco, cada vez menos rebeldes diferencian Estados Unidos de Rusia. “Todos
buscan su propio interés. A los sirios no nos queda más opción que la vía
militar”, resume pesimista Abu Alí, oficial del Ejército Libre Sirio en Deraa.
LAS
OFENSIVAS REBELDES AUMENTAN DEBILITANDO LA POSICIÓN DE WASHINGTON
N.S-
BEIRUT
Lejos de ser
una excepción, las ofensivas rebeldes se multiplican desde el anuncio de la
tregua. Ahrar el Sham y el Frente Fatá al Sham (antigua
franquicia local de Al Qaeda) están enviando efectivos a la campiña de Hama.
Al
sur del país, en el Golán, varias facciones rebeldes atacaban las posiciones
del Ejército regular.
Mientras que los terroristas del Estado Islámico (ISIS,
por sus siglas en inglés), que al igual que Fatáa al
Sham han sido excluidos del acuerdo, aprovecharon para lanzar sendas
ofensivas sobre la periferia de Palmira, en el centro del país, y sobre Deir
Ezzor, al norte.
En una
cadena de acusaciones mutuas, Rusia reprocha a Estados Unidos de no ser capaz
de contener a las facciones rebeldes, mientras que éstas arremeten contra los
norteamericanos a los que acusan de favorecer al Gobierno de El Asad. Un video
ampliamente difundido en las redes sociales mostraba a milicianos rebeldes expulsando de la localidad de Al Rai, periferia
de Alepo, a un supuesto convoy de fuerzas especiales norteamericanas.
“América no está de nuestro lado. Son ellos quienes le han dado tiempo al
régimen para que cerquen Alepo”, protesta al teléfono y desde Deraa Abu Alí,
oficial del Ejército Libre Sirio (ELS) de 59 años. Al igual que él, numerosos
insurgentes son de la opinión de que es el régimen el principal beneficiario de
la tregua para ganar posiciones en el campo de batalla, tal y como hiciera
durante la última tregua.
Y sin
embargo, la coalición liderada por Estados admite que puede haber bombardeado
por error una posición del Ejercito sirio en la localidad de Deir Ezzor,
matando a 62 soldados.
“No hay diferencia
entre el ELS y las facciones revolucionarias islamistas, somos un mismo
frente”, asegura
el oficial, molesto con que Fatá el Sham sea tachada de grupo terrorista. Abu
Alí asegura que es corriente que una misma casa haya un hijo combatiendo en
cada facción. Su unidad acaba de regresar de luchar a pocos kilómetros de la
frontera con Jordania. “Estamos cercados aunque no le importe al mundo. Ninguna
organización médica internacional está presionando para que Aman deje salir a
los heridos por la frontera. Ayer se nos murieron dos,
mientras que antes de ayer 53 compañeros heridos fueron tratados en Israel.
Así están las cosas”, musita al aparato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario