Wall
Street desarrolla un apetito voraz por los datos
http://lat.wsj.com/articles/SB10605583215429024627104582312283347731996?tesla=y
Fondos de
cobertura y otros inversionistas han pasado a depender cada vez más de firmas
que recopilan y analizan información de fuentes no convencionales
“Recorro el piso, trato
de conversar con las empresas para tener una idea de quién, dentro de una
industria, recopila datos que puedan ofrecer una perspectiva singular del
sector”, dice Erik Haines, director de datos y analítica de Guidepoint.
Photo: Sasha Maslov para The Wall Street Journal
Por Bradley Hope
martes,
13 de septiembre de 2016
19:51 EDT
Una nueva
especie recorre las conferencias sobre los temas más recónditos del mundo de
los negocios: el cazador de datos.
Erik
Haines, director de datos y analítica de la firma neoyorquina Guidepoint Global
LLC, busca por todo el
mundo información que pueda vender a los fondos de cobertura que son sus
clientes. Una de sus estrategias más efectivas es asistir a conferencias sobre
temas aparentemente prosaicos, como la que la Asociación
de Recursos de Salud y Gestión de Materiales organizó el año pasado en
San Diego o la que realizó en Nueva Orleans la Liga
Nacional de Transporte Industrial de Estados Unidos.
“Recorro el
piso, trato de conversar con las empresas para tener una idea de quién, dentro
de una industria, recopila datos que puedan ofrecer una perspectiva singular
del sector”, explica.
Los
fondos de cobertura y otros inversionistas sofisticados han pasado a depender cada vez más
de intermediarios como Haines, de 35 años, cuando buscan información sobre las
ventas y la salud de una empresa que no se puede encontrar fácilmente en las
fuentes convencionales.
Los datos
varían desde los rendimientos de cosechas calculados
por imágenes satelitales y análisis lingüísticos de los discursos pronunciados
por los presidentes ejecutivos hasta transacciones de tarjetas de
crédito y el monitoreo de la imagen de una compañía en las redes sociales.
La exactitud
de esta información es materia de debate entre los inversionistas y algunos
sostienen que se basa en muestras que están plagadas de sesgos y errores.
Los
cazadores de datos rastrean el mundo empresarial en busca de empresas que tengan información que pueda ser
útiles para predecir los precios de las acciones de otras firmas. Por ejemplo,
una compañía que procesa transacciones
en las tiendas podría tener datos sobre las ventas de ciertos productos o
marcas capaces de alterar los precios del mercado, o un proveedor de software para hospitales podría disponer de
información específica sobre el uso de ciertos equipos
médicos.
Ya quedaron
atrás los días en que un fondo de cobertura llamaba por teléfono a una muestra
aleatoria de tiendas de una cadena minorista para preguntarles a los gerentes
sobre las ventas o visitaba locales para tener una idea del tráfico de
clientes.
En un
ejemplo reciente, Haines halló una empresa de publicidad móvil que recababa
información sobre el tipo de dispositivo que una persona estaba usando cuando
se le aparecía un aviso. Los datos ayudaron a estimar las ventas de iPhones
antes de los anuncios de Apple Inc. en 2011 y 2012
y fueron lucrativos para Quanton Data, la ex empresa de
Haines.
El ejecutivo y el equipo de Quanton se integraron hace unos
meses a Guidepoint, una firma que tradicionalmente se ha dedicado a
proveer expertos y datos de encuestas a sus clientes.
Algunos
fondos de cobertura han formado internamente equipos de cazadores de datos, en especial los llamados fondos cuantitativos
cuyas estrategias se enfocan exclusivamente en encontrar patrones en grandes
conjuntos de datos. Estos fondos, conocidos como quants, analizan habitualmente
información de mercado como precios y
volumen en el tiempo. Cada vez más, sin embargo, aplican sus destrezas a
esta clase de datos, que son un resultado secundario del negocio principal de
una empresa.
WorldQuant
LLC, un fondo de
cobertura cuantitativo de Connecticut, cuenta con un equipo de científicos y
matemáticos que revisa cientos de conjuntos de datos al año. Luego, tratan de
determinar si la información los ayuda a predecir los ingresos de una compañía
u otros acontecimientos de mercado.
Una serie de
startups tratan de que los fondos que no disponen de un equipo de cazadores de
datos accedan a la misma perspectiva. Quandl Inc., de
Toronto, ofrece una plataforma que incluye los datos tradicionales del
mercado junto a varios conjuntos de información “alternativa”.
“La oportunidad que
buscamos es que en esta inmensidad de datos se encuentren pepitas de oro alfa”, dice su fundador y presidente
ejecutivo, Tammer Kamel, en alusión al desempeño de una cartera respecto de su
índice de referencia.
La firma
alcanzó un acuerdo con una aseguradora importante para determinar todos los
días qué clase de vehículos recibían pólizas de seguros, un posible indicador
del desempeño de las ventas de las automotrices.
Otro acuerdo
es con una empresa que monitorea permisos de
construcción en los municipios de EE.UU., un indicador de la actividad de construcción, dice Kamel.
Si bien hay índices que compilan cifras de construcción oficiales a partir de
los mismos datos, el objetivo de la compañía es adelantarse a estos indicadores
y aprovechar la escasa frecuencia de los informes del gobierno.
En su
mayoría los datos fácilmente disponibles no sirven para predecir los precios de
las acciones y otros valores, lo que dificulta la cacería de esta información,
manifiesta Kamel. Algunos, por ejemplo, creen
que las redes sociales no son una buena herramienta para proyectar la conducta
de una empresa.
También hay
compañías que tratan de generar esta información secundaria. En esos casos, a
menudo los datos de una persona son el precio a pagar por una aplicación o
servicio gratis en un teléfono inteligente.
Slice
Technologies Inc.
permite a los usuarios seguir de cerca la llegada de paquetes a sus hogares en
su aplicación Slice o bloquear correo electrónico basura mediante otro servicio
gratuito llamado Unroll.me.
A cambio,
unos cuatro millones de usuarios dejan que la empresa lea sus correos
electrónicos. Slice analiza facturas y otros datos en los e-mails y luego
empaqueta en forma anónima esa información y se la vende a anunciantes y fondos
de cobertura. Esos datos podrían mostrar, por ejemplo, que Amazon.com Inc. vende más de un artículo
particularmente rentable o un aumento de las suscripciones a Netflix, algo que
los inversionistas pueden posteriormente usar en sus transacciones.
Los usuarios
de Slice permiten que la empresa use su información para otros fines, siempre y
cuando sea en forma anónima.
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