El
Instituto Brooksfield para la Innovación en Canadá ,El Bank of
America, el Wall Street Journal y el Instituto McKinsey predicen que en 10 años
el 40 % del trabajos en Canadá serán reemplazados
por software inteligente, asimismo será reemplazado el 47 % de los empleos
norteamericanos
La
Inteligencia Artificial y el futuro del trabajo
http://www.laprensagrafica.com/2016/09/16/la-inteligencia-artificial-y-el-futuro-del-trabajo
Thomas
Hobbes en su libro “Leviatán”, de 1651, describe la idea de un animal
artificial, argumentando: “Qué es el corazón sino un resorte, y los nervios
tantas cuerdas, y las articulaciones tantas ruedas”.
16
de Septiembre de 2016 a
la(s) 6:0 / Napoleón Cornejo
Trescientos
años mas adelante, notados científicos y matemáticos como Alan Turing, Marvin Minsky y John McCarthy hacen una
concepción similar sobre el cerebro humano: cómo construir una máquina que sea
capaz de pensar de forma inteligente. Así nace la rama de ciencias de la
computación que llamamos Inteligencia Artificial (IA).
Inicialmente
un mero esfuerzo y curiosidad académica, el siglo pasado vio un altibajo en los
éxitos de la disciplina. Al principio se creía que las máquinas podían emular
la inteligencia humana simplemente con reglas matemáticas y de lógica, pero
pronto fue evidente que esto era imposible y la disciplina cayó en un
adormecimiento.
Pero algo cambió en los noventa. Con el
torrente de datos e interacciones posibilitadas por internet, los algoritmos y las máquinas que los corren comenzaron a
aprender.
Lo que hace
80 años era solo un sueño, ahora pasa desapercibido en el día a día: chatbots, sistemas de recomendaciones (ej. Netflix, Amazon), traductores de idiomas (ej. Google),
interpretadores de voz (ej. Siri, del iPhone) y
reconocedores de rostros en fotografías (ej. Facebook).
Y a medida que las habilidades de la inteligencia artificial aumentan, crece
también el temor que sustituya el quehacer de millones de personas que verán
sus empleos caer en la obsolescencia.
No es una
mera conjetura.
El Instituto Brooksfield para la Innovación en Canadá
predice que cerca del 40 % de los trabajadores
canadienses será reemplazado por robots o software en los próximos 10 o 20
años.
La
Universidad de Oxford en 2013 publicó un amplio estudio donde predice que el
47 % de los empleos en EUA corre el riesgo de ser sustituido por software inteligente.
El
Bank of America, el Wall Street Journal y el Instituto McKinsey hacen predicciones similares. Pero
ya no es necesario hacer vaticinios. La sustitución de empleos ya está sucediendo.
Foxconn,
en China, despidió a 60,000 trabajadores este año para sustituirlos por robots.
Walmart planea reemplazar 7,000 de sus plazas en
finanzas y contabilidad por autómatas.
DeepMind, el sistema de inteligencia
artificial de Google, acaba de probar que puede imitar voces humanas y componer
música. El bufete de abogados Baker & Hostetler en Cleveland ha contratado
al primer abogado artificial, desarrollado por IBM, para sus consultas legales.
Y los comunicadores no se salvan, pues el mismo sistema de IBM ha demostrado
que puede editar revistas, periódicos y videos de la misma forma que lo hace un
editor humano. De hecho, el tráiler de la película “Morgan” ha sido
completamente creado sin intervención humana por este sistema. Muchas más
profesiones están siendo alcanzadas.
En un ámbito
mas personal, para la empresa holandesa Orbital-Eye dedicamos
aproximadamente un año a desarrollar un algoritmo que ahora es capaz de
identificar actividades humanas a través de imágenes de radar de satélites en
el espacio. Para muchas empresas, como las que manejan grandes gasoductos,
resulta ahora más económico, rápido y conveniente utilizar esta tecnología que
emplear inspectores que transiten toda su infraestructura. En un par de horas,
el sistema de inteligencia artificial analiza más de 41,000 km², cubriendo todo
el territorio holandés, y reportando inmediatamente actividades humanas
sospechosas a los operadores.
Latinoamérica
aún tiene un rezago en la adopción de tecnologías de esta índole, pero para
mantenerse competitivas en el futuro cercano, será primordial que lo hagan. La inversión en sistemas inteligentes diseñados a partir de
las propias ideas y necesidades de la industria local debe ir de la mano con
una fuerza laboral altamente calificada. El progreso de estos avances es
inevitable, y la ambición del país debe ser entrenar a las nuevas generaciones
en las disciplinas que los mantengan competitivos en un mundo dominado por la
automatización.
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