En
China , EEUU, Ciudad de México ,
Lima ,etc. cientos de millones tienen el cerebro contaminado con magnetita redonda
(un mineral de hierro ) que se origina en los motores a combustión y mas que
seguro morirán con enfermedades neurodegenerativas como demencias , o cáncer
cerebral . Un poderoso argumento a favor de la masificación de autos eléctricos en detrimento de los que funcionan con energías fósiles.
El
impactante hallazgo sobre la contaminación en cerebros de personas que vivieron
y murieron en Ciudad de México
http://www.bbc.com/mundo/noticias-37286480
Redacción
BBC Mundo
6
septiembre 2016
BrainImage
copyrightZEPHYR/SCIENCE PHOTO LIBRARY
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Es la
primera vez que se encuentra evidencia de que partículas de la contaminación
pueden llegar al cerebro.
Los desechos tóxicos de la
contaminación del tráfico pueden, literalmente, llegar a tu cerebro.
Al menos eso
se desprende de la evidencia presentada en un estudio realizado en muestras de
tejido cerebral.
Investigadores
de la Universidad de Lancaster, Inglaterra, descubrieron que pequeñas partículas de metal que se desprenden de los gases
de escape de la combustión pueden introducirse por la nariz y viajar hasta el
cerebro humano.
Una vez
allí, sugieren los científicos, pueden causar daños en el cerebro y contribuir,
por ejemplo, a la enfermedad de Alzheimer.
El hallazgo,
afirman los investigadores, presenta una nueva serie de preguntas sobre los
riesgos de la contaminación ambiental en la salud.
"Impactante"
Varios
estudios en el pasado se han centrado en el impacto del aire contaminado en los
pulmones y el corazón.
Pero ésta es
la primera vez que una investigación se centra en el efecto en el cerebro.
Ciudad de
MéxicoImage copyrightAP
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Se
estudiaron cerebros de gente que había vivido y muerto en la Ciudad de México,
una de las urbes más contaminadas del mundo.
Para el
estudio, publicado en Proceedings of the National
Academy of Science (PNAS), los científicos analizaron muestras de tejido
cerebral de 37 personas: 29 de ellas, de entre 3 y 85
años, habían vivido y muerto en la Ciudad de México, una zona
notoriamente contaminada.
Las otras
ocho personas habían vivido en Manchester, Inglaterra,
tenían entre 62 y 92 años, y algunos habían muerto a causa de
enfermedades neurodegenerativas de diversos grados de
gravedad.
Ya se sabía
que las nanopartículas de hierro pueden estar
presentes en el cerebro, pero por lo general se asume que éstas provienen del
mineral que se encuentra de forma natural en nuestro organismo y que se deriva
del alimento.
Pero lo que
los investigadores encontraron ahora son partículas de otro tipo de mineral, la magnetita.
Gases
contaminantesImage copyrightGETTY IMAGES
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Los
investigadores encontraron nanopartículas de magnetita,
un mineral que se desprende de los gases de escape de
la combustión.
La profesora
Barbara Maher, principal autora del estudio, ya había identificado partículas
de magnetita en muestras de aire recogidas junto a una calle
transitada en Lancaster y frente a una planta de energía.
Sospechaba que estas mismas
partículas podrían encontrarse en las muestras de cerbero. Y eso fue lo descubrió.
"Fue
muy impactante", le dijo la científica a la BBC.
"Cuando estudiamos el
tejido vimos las partículas distribuidas entre las células y cuando hicimos una
extracción de la magnetita había millones de partículas, millones en un solo
gramo de tejido cerebral".
"Esas son millones
de oportunidades para causar daños", afirma.
Orígenes
Para
comprobar que las nanopartículas provenían de los gases de escape de la
combustión, los investigadores analizaron la forma de
la magnetita.
Este mineral
también puede estar presente en el cerebro de forma natural, pero en
pequeñísimas cantidades, y tiene una forma distintivamente
dentada.
Las
nanopartículas que se
encontraron en el estudio, sin embargo, no sólo eran
más numerosas, sino también lisas y redondas.
Había
millones de partículas en un solo gramo de tejido cerebral. Esas son millones
de oportunidades para causar daños".
Barbara
Maher, Universidad de Lancaster
Según los
investigadores, son características que sólo pueden
crearse en las altas temperaturas del motor de un vehículo o los sistemas de
freno.
"Son formas esféricas
y tienen pequeñas cristalitas alrededor de su superficie, aparecen junto con
otros metales, como el platino, que surgen de los convertidores catalíticos", explica
la profesora Maher.
"Es la primera vez
que vemos estas partículas de contaminación dentro del cerebro humano. Es un
hallazgo que plantea toda una nueva área de investigación para entender si
estas partículas de magnetita están causando o acelerando enfermedades
neurodegenerativas", agrega.
Gráfica que
muestra las placas amiloides rodeando a las neuronas en el cerebroImage
copyrightALFRED PASIEKA/SCIENCE PHOTO
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No se ha
logrado encontrar evidencia que de la contaminación conduzca a enfermedades
neurodegenerativas como Alzheimer.
El estudio
no mostró resultados concluyentes al respecto.
Los cerebros
de los donantes de Manchester, especialmente los que habían muerto de trastornos neurodegenerativos, tenían niveles
elevados de magnetita.
En las
víctimas de la Ciudad de México se encontraron niveles
similares o más altos.
El nivel más
alto de magnetita se descubrió en un hombre mexicano de 32 años que murió en un
accidente de tráfico.
¿Riesgo
de Alzheimer?
Las partículas
grandes que desecha la contaminación, como el hollín,
pueden quedar atrapadas dentro de la nariz. Otras
más pequeñas pueden entrar a los pulmones, y las más pequeñas pueden llegar
hasta la corriente sanguínea.
Pero se
piensa que las nanopartículas de la magnetita son tan
diminutas que pueden pasar desde la nariz y el bulbo olfatorio hacia el sistema
nervioso y hasta la corteza frontal del cerebro.
Contaminación
en Ciudad de MéxicoImage copyrightAP
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En meses
recientes las autoridades en México emitieron varias
advertencias de alerta de contaminación en la capital.
Algunos
expertos creen que esto podría ser un "riesgo importante" de desarrollar
enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer, pero por ahora, subrayan, no
se ha comprobado que exista un vínculo.
"Este
estudio ofrece evidencia convincente de que la
magnetita procedente de la contaminación ambiental puede entrar al cerebro,
pero no nos dice qué efecto tiene esto en la salud de nuestro cerebro o en
trastornos como la enfermedad de Alzheimer", afirma la doctora Clare
Walton, de la organización Alzheimer's Society.
"Las
causas de la demencia son complejas y hasta ahora no ha habido suficientes
estudios que muestren si vivir en ciudades y en áreas contaminadas incrementa
el riesgo de demencia".
"Se
necesitan más investigaciones al respecto", asegura la experta.
Prevención
La profesora
Barbara Maher -que dirigió el estudio de Lancaster-
afirma que su hallazgo la ha forzado a llevar cambios en su estilo de vida para evitar, en lo posible, la contaminación.
"Debido a que la
magnetita es tan tóxica para el cerebro, me ha hecho ver la atmósfera que
respiro de forma diferente", le dijo la investigadora a la revista New Scientist.
"Si camino en una
calle muy transitada me alejo todo lo que puedo del borde del andén".
"Si
camino una calle inclinada, cruzo hacia el lado donde el tráfico va hacia
abajo. "Los vehículos que van de subida generan
más materia particulada".
"Si
estoy manejando, nunca me paro justo detrás de un auto. En tráfico pesado la
mejor opción es tener un aire acondicionado en modo de recircular. Y siempre elijo mi ruta para transitar por las calles
alternativas", afirma la investigadora.
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