Las
guerras climáticas se disponen a exterminar a la humanidad en pocas décadas según
el último informe de la ONU de un panel intergubernamental formado por 60
científicos y representantes de un centenar de países (los muros propuestos por
el Sr Donald Trump se reproducirán como clones) .
Primero
lo dijo la NASA y ahora la ONU: el colapso de la civilización está próximo
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-03-26/primero-lo-dijo-la-nasa-y-ahora-la-onu-el-colapso-de-la-civilizacion-esta-proximo_106883/
Incertidumbre,
riesgo,
crisis,
peligros
globales,
caos… son algunos de los conceptos más repetidos en el último informe de la ONU que se discute hoy en Japón
El hambre y
la falta de acceso a los recursos afectará a amplios territorios del planeta.
(Freestockimages)
IVÁN
GIL
26.03.2014 – 06:00 H.
Incertidumbre,
riesgo, crisis, peligros globales, caos… Son algunos de los conceptos más
repetidos en el último informe de la ONU que un panel
intergubernamental (formado por 60 científicos y representantes de un centenar
de países) discute estos días en Japón.
El documento
ha sido elaborado por la agencia sobre cambio climático
de naciones unidas, pero su perspectiva no se limita a describir el
actual impacto ambiental, como en ocasiones anteriores, sino que centra su foco
en el análisis de las amenazas contra la civilización.
Sus conclusiones
no son nada halagüeñas y vienen a reforzar, mediante una escalofriante mímesis, las mismas advertencias
lanzadas en un reciente estudio financiado por la Nasa.
Las catástrofes naturales producidas durante el pasado
año, junto a los efectos del clima extremo, con
sequías, olas de calor, inundaciones y ciclones, han dejado a su paso
graves problemas de abastecimiento, hiperinflación y ciertos conatos de
revuelta.
El nuevo
enfoque de la ONU ya no se centra en el deshielo de los glaciares y el peligro que
supone para los osos polares la alteración de su hábitat. Esta vez se apuntan
las serias dificultades que enfrentará la civilización
en un periodo no muy lejano, de entre cuatro y
ocho décadas. El reto ahora es “buscar la supervivencia de la especie humana”.
Un punto de
inflexión en las lecturas sobre el clima, que según Michel Jarraud, secretario
general de la Organización Meteorológica Mundial, “es el resultado de la acción
humana”.
Por tanto,
como apuntan en las conclusiones, en nuestras manos está revertir esta
tendencia o, al menos, reducir el devastador efecto de dichas amenazas.
El
informe que aún no ha sido publicado, pues necesita todavía la aprobación de los representantes
de todos los países de la ONU, propone la publicación de un documento más
sintético, de unas 29 páginas, destinado a los responsables políticos.
Los
riesgos y amenazas para la civilización
Aún hay
margen para tomar medidas, aseguran. De lo contrario, la pobreza, las migraciones o el hambre, resultantes de
estas catástrofes naturales, se convertirían en una fuente constante de
conflictos.
La disminución de
recursos incentivaría la guerra por el acceso a bienes de primera necesidad, advierte
la versión preliminar del informe, “empujando a los Estados a asumir nuevos
desafíos y determinando, cada vez más, las políticas de seguridad nacional”.
La
disminución de recursos empujará a los Estados a asumir nuevos desafíos y
determinará, cada vez más, las políticas de seguridad nacional
Como telón
de fondo, la agravación de los fenómenos meteorológicos extremos ya apunta a
- una menor supervivencia de especies animales y vegetales,
-al descenso de los rendimientos agrícolas,
-el aumento
de enfermedades asociadas a la contaminación y
-el
desplazamiento de grandes masas de población.
“Una desestabilización de
los actuales equilibrios” que pondría en riesgo la continuidad de la civilización, según los
expertos que se han basado en cientos de estudios anteriores sometidos a la
opinión de la comunidad científica.
“Está muy claro, no estamos
preparados para asumir este tipo de situaciones”, reconocía tras uno de los encuentros
el autor principal del informe, Chris Field, a la
agencia Associated Press. Unos riesgos que podrían encuadrarse en cinco
grandes bloques:
Violencia y enfrentamientos
entre países por el acceso los recursos
Por primera
vez, el panel de expertos ha hecho hincapié en la asociación
entre calentamiento global y conflictos bélicos.
En primera
instancia, matizan, no causará guerras abiertas entre países, pero se convertirá en un factor de desestabilización que
acrecentará los motivos de enfrentamiento.
Las
repercusiones transfronterizas (reducción
de las zonas heladas del planeta, de las fuentes de agua compartidas o de los
recursos alimentarios) “tienen el potencial de aumentar la rivalidad entre
estados”.
Un buen
ejemplo es el fenómeno climático de El Niño,
capaz de alterar la disponibilidad de alimentos básicos en numerosos puntos del
planeta, ocasionando problemas de abastecimiento, hiperinflación y, en última
instancia, revueltas sociales, como se analizaba recientemente en Valor
Añadido. Y es que, “el origen de la abortada primavera árabe hay que buscarlo
ahí”, aclaraba el autor.
Aumento
del precio de los alimentos y ‘puntos calientes’ de hambre
Los precios
de los alimentos y materias primas agrícolas aumentarán entre un 3 y 84% hasta
el año 2050. A medida que se vaya encareciendo la comida, paralelamente irán
surgiendo “puntos calientes” de hambre en la ciudades. De hecho, el antecedente
de la crisis financiera fue la crisis alimentaria.
Por cada grado centígrado
que aumente el calentamiento global, los recursos de agua potable disminuirían
en un 20%
Por su
parte, la organización Oxfam, presente en estos
encuentros celebrados en la ciudad japonesa de Yokohama, advirtió que el cambio climático podría perjudicar la lucha contra el hambre
en el mundo.
Sólo durante
la próxima década, la producción mundial
de cereales se reduciría en un 2%, mientras que la demanda aumentaría en un 14%
de aquí a 2050.
Amplios
territorios sin acceso a recursos hídricos
Según la
versión aún no definitiva del documento, por cada grado centígrado
suplementario (de calentamiento), los recursos de agua potable disminuirían en
un 20%
O lo que es lo mismo,
un 7% de la población mundial no tendría acceso a este recurso vital.
Simultáneamente,
los riesgos de inundaciones, en
particular en Europa y Asia, aumentarían sensiblemente a causa de la
emisión de gases de efecto invernadero, en consonancia con las tesis de James
Lovelock, autor de la refrendada hipótesis de Gaia.
La creciente
contaminación del agua se convertiría en una fuente de trasmisión de
infecciones.
Desigualdad
económica y generalización de la pobreza
Los
pobres serán más pobres, las clases medias perderán poder adquisitivo y los
ricos serán más ricos.
Unas desigualdades económicas que sientan las bases de un posible colapso de la civilización, como ya vaticinaba el citado
estudio la Nasa.
Enfermedades
crónicas y auge de las infecciones
La mala
alimentación, las olas de calor o la contaminación agravarán los problemas de
salud de la población. Sin embargo, el informe señala que los efectos del
deterioro medioambiental sobre la salud humana es uno de los que menos gravedad
reviste, en comparación con el resto.
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