En
este momento está ocurriendo una ola de despidos masivos de decenas de millones de trabajadores de supermercados, y
grandes almacenes , la robotización autónoma
y los chips con códigos de barras, los
reemplazarán en menos que canta un gallo. Los drones supervisaran los stocks , y los robots autónomos ,acomodaran la mercadería
sin dejar un solo espacio vacío mediante optimizadores y atenderán con una voz
melodiosa , su software analizara su cara y vera su estado de ánimo y atenderán
de acuerdo a ello . Vote por Donald Trump si quiere sobrevivir .
Los
robots autónomos se hacen cargo de los depósitos de abarrotes
http://lat.wsj.com/articles/SB10206635837452264750604582330460961776338?tesla=y
Cadenas
minoristas y centros de distribución empiezan a apostar por ellos para reducir costos
Un robot
autónomo de Symbotic se desplaza por estanterías en un centro de distribución de
C&S Wholesale en Newburgh, Nueva York. PHOTO: MICHAEL RUBENSTEIN PARA THE
WALL STREET JOURNAL
Por ROBBIE WHELAN
jueves,
22 de septiembre de 2016
WILMINGTON,
Massachusetts,
EE.UU.—Cuando
la cadena minorista
estadounidense Target Corp. decidió renovar uno de sus mayores centros
de distribución de California tenía la opción de construir un depósito, instalar tecnologías existentes para recoger productos de
las estanterías, o correr el riesgo
de probar la nueva generación de robots de un multimillonario solitario.
Target
se inclinó por los robots.
Los nuevos autómatas pertenecen a Symbotic LLC, parte del imperio de comestibles de Rick Cohen, un magnate
de Nueva Inglaterra. A través de su propia red de distribución nacional
y pactos con algunos de los mayores minoristas del país, Cohen pretende demostrar que los robots pueden revolucionar las
actividades de almacenamiento, manipulación y transporte de los millones cajas
de bienes que los camiones dejan en sus tiendas cada año.
Su argumento
para convencer a multinacionales como Target, Coca-Cola
Co. y Wal-Mart Stores Inc. es simple: el sistema de automatización de
Symbotic incluye robots autónomos que pueden desplazarse por su cuenta entre
las estanterías de un centro de distribución. Pueden recorrer los pasillos para guardar y sacar cajas, en
coordinación con robots más convencionales que hacen tareas más simples.
Es un
contraste con lo que ocurre en muchos sistemas de automatización, en los que
los robots tienden a estar atornillados a un lugar o circulan por rutas fijas. “Lo que hacemos con
los robots autónomos no es tan diferente de lo que hace Google con el vehículo
autónomo”, dijo Cohen en una entrevista en la sede de Symbotic, en
Wilmington. “Creo
que, dentro de cinco años, cambiará la distribución.”
En el caso
de los minoristas, el objetivo de la automatización de sus depósitos es
controlar los tres grandes costos de los centros distribución con personal
humano —mano de obra, tiempo y bienes
raíces— para satisfacer las exigencias de una industria de costos altos y
márgenes bajos.
“En cada proyecto que
evaluamos, nos fijamos en la automatización como un potencial componente”, dice Frank
Bruni, vicepresidente de operaciones de la cadena de suministro de Kroger Co.
La cadena de
supermercados ha comprado sistemas de automatización de depósitos a la alemana Witron
Logistik + Informatik GmbH, una competidora de Symbotic.
Alrededor de
6% de los centros de distribución de Kroger están
totalmente automatizados, dice Bruni. “Hace 25, 30 años había mucha
gente que hacía carrera en los depósitos. Hoy, no creo que exista esa
dinámica”.
Target
quería ampliar su centro de distribución de Woodland, California, para
mantenerse al día con el aumento de las ventas en el suroeste de Estados
Unidos. Tras considerar en 2013 la construcción de un centro, en 2014 recurrió
a Symbotic.
“Target
iba a tener que construir una nueva planta en California, algo tremendamente
caro”, dice Larry Sweet, profesor de robótica
de Georgia Tech que fue director de tecnología de Symbotic hasta el año
pasado y que ha trabajado en el proyecto de Target.
“Querían que
las instalaciones manejaran más volumen, pero no podían. Symbotic fue capaz de poner un sistema en el edificio
que ayudó a que eso ocurriera”.
Hasta ahora,
a los minoristas de productos de consumo
les costaba automatizar incluso los procesos más simples, como recoger
productos de una estantería y ensamblar contenedores con formas irregulares.
En agosto, esta clase de tareas era realizada por unas 867.300
personas en depósitos en todo EE.UU., de acuerdo con los datos más
recientes del Departamento de Trabajo.
Los
alimentos, en particular, se han resistido a los robots. En el sector de alimentos y
bebidas, donde comenzó Cohen, sólo 8% de los centros de
distribución de las 75 mayores firmas de supermercados estadounidenses están
parcial o totalmente automatizados, según la consultora MWPVL
International Inc. Los distribuidores mayoristas de alimentos operan con márgenes de ganancias de entre 1% y 2%, por lo que
son reacios a invertir en automatización, que puede costar hasta US$100
millones para un depósito.
Paquetes de
abarrotes son separados por robots conforme llegan al depósito de C&S
Wholesale en Newburgh. PHOTO: MICHAEL RUBENSTEIN PARA THE WALL STREET JOURNAL
Esa actitud está
cambiando debido a que, por un lado, los crecientes costos laborales y de los
terrenos amenazan las ganancias y, por el otro, porque la mayor competencia de Amazon.com Inc. y otras firmas de tecnología trastorna
prácticas de larga data.
La
Hermandad Internacional de Camioneros, que representa a 122.000
trabajadores de depósitos de comestibles, se ha puesto a la defensiva por
el aumento de la automatización, señala Steve Vairma, jefe de división de
depósitos del sindicato. “Los empleadores buscan desplazarse cada vez más hacia la
automatización”, dice, “y creo que vamos a enfrentar estos desafíos
en las negociaciones de contratos en los próximos años”.
La
estrategia de Cohen es ambiciosa porque el uso de
robots industriales autómatas está todavía en pañales. El desarrollo de
robots que pueden trabajar sin ataduras ha sido una especie de cruzada para los
ingenieros de fabricantes como Boeing Co., que
invierten grandes sumas en su desarrollo. Un robot que recorre por sí mismo una
fábrica, dicen, puede hacer tareas de montaje con mayor eficiencia que sus
antepasados fijos en un lugar.
Todavía es
difícil para los robots realizar tareas precisas en entornos caóticos, explica Martial Hebert, profesor de la Universidad Carnegie Mellon
que se especializa en sistemas de visión
y reconocimiento para robots autónomos.
Los sensores
avanzados y el software están derribando algunas de esas barreras, dice. “Las
áreas en las que la automatización se mueve más rápido son aquellas donde el
medio ambiente es más estructurado, como las fábricas o depósitos con
cantidades limitadas de productos”, señala Hebert. “Estamos llegando a un punto donde la
tecnología se está pasando al mundo real.”
Cohen lleva
a cabo su experimento en C&S Wholesale Grocers Inc.,
el mayor distribuidor mayorista de abarrotes de EE.UU. por ventas, que fundó su
abuelo.
Su
estrategia es doble: instalar los robots en los depósitos de C&S para
servir a las cadenas de supermercados, y vendérselos a empresas que tienen sus
propias instalaciones de distribución.
Durante los próximos 12 meses, Symbotic planea lanzar casi una
docena de depósitos de alimentos
totalmente automatizados en EE.UU., desde Pensilvania a California.
La firma
llegó a un acuerdo para suministrar robots a Target y al centro de distribución de Coca-Cola en South Brunswick, Nueva
Jersey, y Wal-Mart dijo que está poniendo a prueba el sistema de Symbotic en
dos de sus grandes centros de distribución.
Cuando un
robot de Symbotic está “enfermo” o funciona mal,
se retira por su cuenta del sistema y alerta a los técnicos. PHOTO: MICHAEL
RUBENSTEIN PARA THE WALL STREET JOURNAL
Symbotic
dice que su sistema permite a minoristas y mayoristas de alimentos reducir los costos de mano de obra en los centros de
distribución en 80% y operar depósitos que son entre 25% y 40% más pequeños.
La empresa
enfrenta en el mercado estadounidense la competencia de compañías como Dematic Corp., de
Atlanta, y la austríaca Knapp AG.
Un número de
firmas más pequeñas trabaja en formas de usar de robots autónomos para recoger
y empaquetar artículos individuales para satisfacer las compras en línea.
Para hallar
evidencia de cómo funcionan los robots en depósitos de alimentos, los
distribuidores estadounidenses pueden mirar a Europa,
donde los costos de mano de obra y de los terrenos son más altos y la
automatización de la distribución de alimentos es más común. “A la
larga, si usted no se automatiza (...) realmente limitará su cadena de
suministro”, dice Norman Leonhardt, jefe de ventas de Witron, una firma
alemana de automatización.
Symbotic
demuestra el potencial de los robots en un depósito de C&S
en Newburgh, Nueva York, donde se yuxtaponen con humanos. En un sector
del depósito, un equipo de unos 20 “selectores” humanos se apresta a empezar su
turno nocturno con ejercicios de elongación. Un gerente da un discurso
motivacional sobre seguridad y eficiencia y luego se ponen en marcha los
montacargas con los que salen a buscar cajas de papel de cocina y latas de
verduras, que son cargadas a mano. Estos selectores pueden caminar hasta 30
kilómetros y levantar unos 23.000 kilos durante un turno, de acuerdo con los
estudios de salud ocupacional.
Paquetes son
desplazados a una estructura metálica que los ingenieros llaman La Caja- PHOTO:
MICHAEL RUBENSTEIN PARA THE WALL STREET JOURNAL
En el otro
lado del almacén, más de 100 robots de Symbotic se mueven libremente antes de
dirigirse a estantes ubicados en estrechos pasillos en una estructura metálica
de múltiples niveles que los ingenieros de la empresa bautizaron como “La Caja”.
Pueden desplazarse a 40 kilómetros
por hora en la oscuridad y usar un brazo mecánico para subir y bajar cajas. Los
robots se comunican por medio de sensores y una red celular.
Hasta ahora
se limitan a transportar objetos de tamaños regulares y superficies sólidas,
tales como cajas de cartón. Un derrame ocasional o un contenedor agrietado
puede hacer que el robot deje de funcionar hasta que sea arreglado por un
humano.
Los robots autónomos entregan productos
a sus parientes menos móviles en el depósito. Un robot fijo descarga las cajas de tomates enlatados
y de macarrones con queso y las coloca en transportadores que las llevan a La
Caja, donde otros robots las colocan en los estantes correspondientes, desde
donde son luego transportadas por otros robots a los camiones que distribuyen
la mercadería a los supermercados.
Cada uno de
los robots autónomos de Symbotic puede cargar y
descargar una caja de productos por minuto, aproximadamente cinco veces más rápido que un ser humano. Los robots tienen 71 centímetros de ancho y los
pasillos por los que se desplazan son sólo un poco más anchos, en comparación
con los pasillos de 3 a 3,60 metros de un depósito convencional.
La Caja es
una gigantesca estructura metálica que almacena productos que los robots de
Symbotic recogen para empaquetarlos y enviarlos a las tiendas. PHOTO: MICHAEL
RUBENSTEIN PARA THE WALL STREET JOURNAL
Cohen contó
que se interesó en la robótica a causa de su pasión por recortar costos en la
empresa familiar. Su abuelo, Israel Cohen, fundó C&S en Worcester,
Massachusetts, en 1918. Cohen se convirtió en presidente ejecutivo en 1989 y es
el único propietario. Dijo que su alergia a los gastos innecesarios lo llevó a
invertir en Symbotic en 2007 y posteriormente a comprar toda la empresa.
“Eliminar lo que
sobre es fascinante para mí”, reconoció. “Camino por un depósito, y
todo el mundo ve lo que está sucediendo, y yo veo lo que no está sucediendo”.
Un factor
que limita el crecimiento de Symbotic es el costo. Sus sistemas pueden valer
entre US$40 millones y US$80 millones por equipo,
de acuerdo con MWPVL, la consultora. De todos modos, los costos laborales “van a golpear a la industria de comestibles
muy duramente”, dice el fundador de MWPVL, Marc Wulfraat. “La mayoría de
los jóvenes prefiere trabajar en un escritorio antes que estar moviendo cajas
de un lado a otro”.
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