El
piloto que se robó un MiG-25, el avión de combate más secreto de la Unión
Soviética
http://www.bbc.com/mundo/vert-fut-37349774
Stephen
Dowling
BBC
Future
17
septiembre 2016
MiG-25Image
copyrightWIKIMEDIA COMMONS
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Cuando el
piloto aterrizó en Japón con el MiG, las organizaciones de inteligencia
occidentales no podían creer su suerte.
El 6 de
septiembre de 1976 una aeronave sobrevoló el cielo de la ciudad japonesa de
Hakodate, en la isla de Hokkaido.
Pero no era
el tipo de avión de pasajeros para vuelos cortos que acostumbraban a ver sus
habitantes.
Aquel enorme
aparato gris lucía las estrellas rojas de la Unión Soviética.
Y nadie en
Occidente (ni en Japón) había visto antes uno igual.
El avión
espía más ruidoso del mundo
La nave
aterrizó en la pista de asfalto y hormigón de Hakodate. Pero ésta se quedó
corta y el avión tuvo que abrirse camino en la tierra antes de detenerse
completamente en el otro extremo del aeropuerto.
El piloto
salió de la cabina del avión y disparó dos tiros de advertencia con su pistola,
al tiempo que los automovilistas de una carretera cercana tomaban fotos de tal
extraña visión.
En pocos
minutos, los funcionarios del aeropuerto llegaron hasta él, conduciendo a
través de la terminal.
Y, entonces,
el piloto de 29 años, el teniente de vuelo Viktor
Ivanovich Belenko, de las Tropas de Defensa Aérea soviética, anunció su
deseo de desertar.
No fue una
deserción normal. Belenko no se había acercado a una embajada o había
abandonado un barco en un puerto extranjero.
El avión con
el que había volado más de 600 kilómetros -y que había quedado varado en el
extremo de la pista japonesa- era el Mikoyan-Gurevich
MiG-25: la aeronave más secreta jamás construida por la Unión Soviética.
Hasta que
Belenko aterrizó en Japón, por supuesto.
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historia de los pilotos del Club del Suicidio que no sobrevivían más de 11 días
Grandes
alas y grandes preocupaciones
Occidente
conoció por primera vez los MiG-25 en la década de 1970.
Los
satélites espía que acechaban los aeródromos soviéticos detectaron un tipo de
aeronave que estaban probando en secreto.
A los
militares occidentales les preocupaba una característica en particular: sus
alas eran muy grandes.
Una
superficie alar grande puede ser muy útil en un avión de combate, pues facilita
el ascenso y disminuye la cantidad de peso distribuido en el ala, lo cual lo
haría más ágil y fácil de girar.
Sabían que
(el MiG-25) sería muy veloz y también pensaron que podría ser muy versátil.
Tenían razón sobre lo primero pero no sobre lo segundo"
Stephen
Trimble, especialista
Este avión
soviético parecía combinar esa habilidad con dos motores enormes.
¿Qué tan
veloz podría llegar a ser? ¿Podría hacer algo la Fuerza Aérea estadounidense
para estar a la altura?
El F-22: el
arma secreta de la Guerra Fría que Washington desempolvó para atacar en Siria
El Pentágono
se encontró, de repente, ante la perspectiva de un caza soviético que podría
ser más veloz que cualquiera de sus aeronaves militares.
Fue un caso
típico de interpretación errónea, dice Stephen Trimble, editor de la revista
especializada Flightglobal para Estados Unidos.
"Sobreestimaron
sus habilidades en base a la apariencia; por el tamaño de las alas y las
entradas de aire", dice Trimble.
"Sabían que sería muy
veloz y también pensaron que podría ser muy versátil. Tenían razón sobre lo
primero pero no sobre lo segundo".
Los
retos de volar alto
El MiG-25
fue construido como respuesta a una serie de aeronaves que EE.UU. planeaba
poner en servicio en los años 60, y que podrían volar triplicando la velocidad
del sonido.
En los años
50 los soviéticos habían hecho grandes avances en aviación.
MiG-25Image
copyrightARMADA DE EE.UU.
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Estados
Unidos creía que el MiG-25 podía volar más rápido que cualquier otra aeronave.
Sus aviones
de combate rivalizaban con sus homólogos estadounidenses, pero su radar y otros
componentes electrónicos no eran tan sofisticados.
Los
soviéticos querían dar el salto tecnológico lo antes posible.
Bajo el
mando del diseñador de aviones Rostislav Belyakov el equipo soviético se puso a
trabajar.
Para volar
rápido, el nuevo motor necesitaría gran empuje.
Tumansky, el
principal diseñador de la Unión Soviética, ya había construido un motor, el R-15 turbojet. Pero el nuevo MiG necesitaría dos de
ellos.
Además,
volar tan alto generaba enormes cantidades de calor por fricción, pues la nave
avanzaba contra moléculas de aire.
Construyeron
la nave con enormes cantidades de acero. Cuando estás cerca de ella -con sus
19,5 metros de largo- puedes apreciar plenamente el trabajo que requirió su
construcción.
El fuselaje
de acero pesado es la razón por la cual ese avión tiene alas tan grandes; no es
para luchar contra Estados Unidos, sino para poder mantenerse en el aire.
Pero, a
principios de los 70, los responsables de defensa estadounidenses poco sabían
sobre las capacidades del MiG.
Le dieron el
sobrenombre de "Foxbat" (murciélago-zorro).
A menos que
pudieran tener uno en sus manos, parecía que el MiG sería una misteriosa
amenaza para ellos.
Hasta que un
decepcionado piloto de combate soviético urdió su plan.
Buscando una
vía de escape
Tarjeta de
identificación de Víktor BelenkoImage copyrightMUSEO DE LA CIA
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La
identificación militar de Belenko se exhibe en el museo de la CIA, en
Washington.
Viktor
Belenko había sido un ciudadano soviético modelo.
Nació justo
al final de la Segunda Guerra Mundial, en las montañas del Cáucaso. Entró en el
servicio militar y se graduó como piloto de combate.
Pero Belenko
estaba desencantado.
Era padre y
se enfrentaba a un divorcio. Y había comenzado a cuestionar la naturaleza de la
sociedad soviética, y si EE.UU. era realmente tan malvado como el régimen
comunista sugería.
"La
propaganda soviética de esa época lo presentaba como una sociedad podrida que
se estaba derrumbando", le dijo Belenko a la revista Full Context en 1996.
"Pero
yo tenía muchas interrogantes en mi cabeza".
Belenko se
dio cuenta de que el nuevo y enorme caza que estaba probando podría ser su vía
de escape.
Estaba
basado en la base aérea de Chuguyevka, en Primorie, cerca de la ciudad de
Vladivostok, en el extremo más oriental del país.
La
propaganda soviética de esa época presentaba (a EE.UU.) como una sociedad
podrida que se estaba derrumbando. Pero yo tenía muchos interrogantes en mi
cabeza"
Viktor
Belenko en una entrevista en 1996
Y Japón
quedaba sólo a 644 kilómetros.
El nuevo MiG
podría volar rápido y alto, pero sus dos motores gigantes hacían imposible que
pudiera llegar muy lejos; desde luego, no lo suficiente como para tocar tierra
en Estados Unidos.
El 6 de
septiembre Belenko voló en una misión de entrenamiento. Ninguno de los MiGs
estaba armado pero sí tenían combustible.
El piloto
rompió formación y en pocos minutos estaba sobrevolando las olas en dirección a
Japón.
De repente,
los japoneses se encontraron con un piloto desertor y un avión de combate que
había logrado eludir (hasta entonces) a las agencias de inteligencia
occidentales.
MiG-25Image
copyrightARMADA DE EE.UU.
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El avión
soviético era casi tan grande como el bombardero Lancaster de la Segunda Guerra
Mundial.
De vuelta a
casa
La
CIA no podía creer su suerte.
Analizaron
el MiG detenidamente. "Al desmontarlo e inspeccionarlo pieza por pieza durante
varias semanas podían comprender exactamente de lo que (los soviéticos) eran
capaces", dice Trimble.
Pero los
soviéticos no habían construido el "súper caza" que temía el
Pentágono, dice Roger Connor, responsable de aviación del museo del Instituto
Smithsoniano, en Washington D.C., EE.UU.
"El MiG no era un
avión de combate muy útil. Era caro y pesado, y no era particularmente efectivo
en combate", dice Connor.
Pero el
espectro del MiG-25 había hecho que EE.UU. se embarcara en un enorme proyecto,
que ayudó a crear el F-15 Eagle, todavía en
funcionamiento.
El MiG por
el que Occidente se había preocupado tanto se acabó convirtiendo en papel
mojado.
Su gran
radar quedaba años detrás de los modelos estadounidenses. Sus grandes motores
requerían tanto combustible que sólo podía volar distancias muy cortas.
Podía despegar
muy rápido y volar a gran velocidad en línea recta para disparar misiles o
tomar fotos. Eso era todo.
El avión que
la Unión Soviética había escondido del mundo durante años fue reensamblado y
cargado en un barco, de vuelta a la Unión Soviética.
F-15Image
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La
"amenaza" del MiG-25 ayudó a impulsar el
desarrollo del F-15, que todavía está en operación.
Los
japoneses les cobraron a los soviéticos US$40.000 por los costos de envío y los
daños que causó Belenko en el aeropuerto.
Sin embargo,
nada evitó que la Unión Soviética construyera más de
1.200 MiG-25; un avión de prestigio para las fuerzas soviéticas, que lo
anunciaban como el segundo más veloz del mundo.
En cuanto a
Belenko, no regresó a la URSS. El desertor se fue a vivir a EE.UU., donde se
convirtió en ingeniero aeronáutico y en consultor de la Fuerza Aérea
estadounidense.
Pero la
historia del MiG-25 no ha terminado.
Su diseño fue modificado para crear el MiG-31, con mejores sensores, radar y motores.
Y gran parte
de su funcionamiento sigue siendo un secreto bien guardado.
Al fin y al
cabo, ningún piloto ruso ha decido exiliarse del país y pilotar su MiG-31 rumbo
a un aeropuerto extranjero.
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