Maduro aspira a un tercer mandato en Venezuela, mientras Estados Unidos y Brasil advierten sobre la necesidad de elecciones libres...Desde niño escuchaba eso, que el poder nace de la punta del fusil, y que mientras más fusiles tengan, mas poder tienen.. Así que si Maduro tiene a las fuerzas armadas de su lado , y supongamos que solo obtiene 20 % de votos y Gonzales tiene 50 % y si Maduro dice que no se va , ¿quien lo saca? o puede alegar que hubo fraude y vuelta otra elección, etc. Por el momento las encuestas le dan 20 % menos de votos que Gonzales.
- El presidente venezolano, Nicolás Maduro, buscará su tercer mandato en el cargo el domingo en una elección que es ampliamente considerada como la contienda más abierta del país sudamericano en más de una década.
- Algunas encuestas de opinión pública han indicado una preferencia por el candidato opositor y ex diplomático Edmundo González Urrutia.
- La Casa Blanca expresó el jueves su preocupación por la amenaza de violencia en las elecciones presidenciales de Venezuela e instó a los candidatos a comprometerse con un resultado pacífico, independientemente del resultado.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, buscará su tercer mandato en el cargo el domingo en una elección que se considera la más abierta del país sudamericano en más de una década.
Los analistas creen que la elección presidencial podría poner a Venezuela en el camino hacia un cambio sustancial, siempre que Maduro esté abierto a renunciar al poder si es derrotado en las urnas.
Algunas encuestas de opinión pública indican una preferencia por el candidato opositor y ex diplomático Edmundo González Urrutia, considerado ampliamente como el único candidato capaz de negarle a Maduro un tercer mandato de seis años.
González fue seleccionada por la principal coalición opositora del país, la Plataforma Unitaria Democrática, tras las descalificaciones de María Corina Machado y Corina Yoris.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Maduro gobierna Venezuela desde 2013, cuando el exlíder sindicalista asumió el poder tras la muerte de su mentor, Hugo Chávez. Su victoria electoral de 2018 fue considerada ampliamente como una contienda injusta, dado que a muchos partidos de oposición prominentes se les prohibió participar.
Maduro y sus aliados políticos han incrementado las referencias a la posibilidad de violencia postelectoral en las últimas semanas, generando alarma en la comunidad internacional.
“El destino de Venezuela depende de nuestra victoria”, dijo Maduro en un mitin a principios de este mes, según la Associated Press . “Si queremos evitar un baño de sangre o una guerra civil fratricida desatada por los fascistas, entonces debemos garantizar la mayor victoria electoral de la historia”.
La Casa Blanca expresó el jueves su preocupación por la amenaza de violencia en las elecciones presidenciales de Venezuela e instó a Maduro a comprometerse con un resultado pacífico, independientemente del resultado.
Cuando se le preguntó en una conferencia de prensa si era probable que Maduro manipulara la votación del domingo, John Kirby, portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo que era difícil saber cómo se desarrollaría la situación, pero que Estados Unidos quería “dejarle claro al señor Maduro que estamos observando, estamos observando de cerca”.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también instó a Maduro a respetar los resultados y dijo a las agencias de noticias internacionales que estaba “asustado” por las recientes declaraciones del venezolano, informó Reuters .
El presidente de Brasil agregó que Maduro “necesita aprender que cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vas”.
¿Una transición de poder?
“Basándose en sus propias encuestas de salida, la oposición probablemente declarará la victoria y presionará por un cambio de régimen, marcando el comienzo de un período de mayor tensión política e incertidumbre antes de la inauguración”, dijo Andre Masuko, analista de investigación de Economist Intelligence Unit, a CNBC por correo electrónico.
“Sin embargo, no esperamos que el régimen de Maduro sea derrocado. Su estricto control sobre las instituciones del país, incluidas las fuerzas de seguridad, el poder judicial y el Consejo Nacional Electoral (CNE), será fundamental para ayudarlo a mantenerse en el poder”, agregó.
A nivel nacional, Masuko dijo que la EIU espera que las protestas masivas y el aumento de los episodios de violencia aviven el malestar social y la inestabilidad en los próximos meses.
“En consecuencia, no descartamos la posibilidad de que Maduro acepte una derrota y posteriormente permita una transición de poder, aunque esto queda fuera de nuestro pronóstico base”, añadió.
Venezuela, que cuenta con las mayores reservas de petróleo probadas del mundo, se encuentra atrapada en una crisis política y socioeconómica que dura años.
El producto interno bruto de Venezuela se contrajo aproximadamente tres cuartas partes entre 2014 y 2021, según el Consejo de Relaciones Exteriores, aunque la economía del país se ha expandido en los últimos años. En abril, el Fondo Monetario Internacional dijo que espera que Venezuela registre un crecimiento del PIB real del 4% en 2024.
Se estima que en la última década, más de 7,7 millones de personas abandonaron el país en busca de mejores perspectivas, lo que refleja el mayor éxodo en la historia reciente de América Latina y una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo.
La agencia de las Naciones Unidas para los refugiados dice que aproximadamente el 20% de la población del país ha huido del país desde 2014, citando la violencia desenfrenada, las guerras entre pandillas, la creciente inflación, así como la escasez de alimentos, medicinas y servicios esenciales.
El gobierno de Maduro ha buscado culpar a Estados Unidos y a varias sanciones internacionales por el colapso económico del país, aunque los analistas señalan que la espiral descendente de Venezuela comenzó mucho antes de que se impusieran las sanciones en 2019.
La crisis migratoria, una preocupación prioritaria
Eileen Gavin, analista principal de la empresa de inteligencia de riesgos Verisk Maplecroft, dijo que la crisis migratoria de Venezuela era una “prioridad” antes de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.
“Hay fuertes razones para querer poner fin a la profunda polarización política y la crisis económica en Venezuela, y una solución pragmática a la situación de las sanciones”, dijo Gavin por correo electrónico.
“La reciente política de la administración Biden hacia Venezuela –[centrada] en reanudar las conversaciones destinadas a restablecer la competitividad política y un desmantelamiento gradual de las sanciones– corresponde a esta agenda ‘pragmática’”, añadió.
“Por lo tanto, esperamos que se mantenga la estrategia actual, suponiendo que no haya violencia en el país. De manera similar, no es del interés de Maduro permitir una violencia severa”.
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