• España se contraerá un 12,8% en 2020 y crecerá un 7,2% en 2021
  • El paro se mantendrá en el 16,8% en 2020 y 2021
  • Mejora las previsiones de todas las economías desarrolladas salvo España
Nueva York
 

"Un ascenso largo, desigual e incierto". Así define la economista jefa del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, la recuperación ya en curso para buena parte del planeta. Un regreso que también será duro para la economía española que según la última edición de las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés) se contraerá este año un 12,8%. Sin cambios desde el pasado junio pero 4,8 puntos porcentuales más de lo previsto en abril.

La debacle propiciada por la pandemia del coronavirus y los confinamientos implementados en la primera mitad del año provocarán que la recesión de Producto Interno Bruto (PIB) de España más que duplique la experimentada por el conjunto de países avanzados (-5,8%) y sea casi tres veces más profunda que la sufrida por la economía global (-4,4%). Solo Italia (-10,6%) y la India (-10,3%) registrarán un crecimiento negativo de doble dígito que, aún así, seguirá siendo más moderado que el de nuestro país.

Estas proyecciones dadas a conocer el martes por la institución con sede en Washington, que esta semana celebra sus reuniones anuales junto al Banco Mundial, perfilan un cuadro macro más complicado que el que baraja el Gobierno, donde se observa una contracción del PIB del 11,2% en 2020 y un repunte del 7,2% para 2021, el mismo que atisba el Fondo, mejorando así en casi un punto porcentual el previsto hace tres meses y en 2,9 puntos porcentuales cuando se compara con lo previsto en abril.

El FMI estima que España cerrará e cuarto trimestre de este año con una contracción del 10,8% y despedirá los últimos tres meses de 2021 creciendo un 6,6%. Eso sí, que se materialicen sus perspectivas dependerá del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea y sus efectos en la generación de confianza.

"Esta crisis está lejos de terminar. El empleo sigue estando muy por debajo de los niveles prepandémicos y el mercado laboral se ha polarizado más con los trabajadores de bajos ingresos, los jóvenes y las mujeres siendo los más afectados", avisaba Gopinath durante la presentación del diagnóstico de su equipo para la economía global.

En el caso particular de España, las proyecciones de 2020 incluyen las medidas adoptadas en respuesta a la crisis del Covid, los aumentos en las pensiones y los salarios públicos así como el ingreso mínimo vital. Las proyecciones a partir de 2021 asumen un vencimiento de las medidas temporales adoptadas durante la pandemia y no sopesan cambios significativos en política económica. Los desembolsos de fondo de recuperación de la UE Facilidad se reflejan en las previsiones entre 2021 y 2024. Para 2025, el FMI estima que el PIB crecerá un 1,5%.

De momento, el FMI considera que la tasa de paro en España se situará este año y el que viene inamovible en el 16,8%, siendo algo más optimista que las previsiones del propio Ejecutivo que sitúan el desempleo en el 17,1% y el 16,9% en 2020 y 2021 respectivamente. Es importante recordar como a finales de septiembre, la propia jefa de la misión del Fondo encargada de revisar la economía española, Andrea Schaechter, adelantó que nuestro país "ha sufrido el golpe más profundo de las economías avanzadas" y "tardará años recuperarse".

En este sentido, la institución no espera que la economía patria recupere sus niveles previos al covid por lo menos hasta 2023 nuestro país no verá un crecimiento sostenible, es decir, en el que también se reduzca constantemente el desempleo hasta 2022. Para entonces, la deuda pública podría situarse ya por encima del 120% del PIB según los cálculos del Fondo, por lo que será necesario implementar un ajuste fiscal gradual consensuado que garantice una firme senda a la baja. 

España de 2020 a 2025, según el FMI

Las perspectivas actualizadas para España indican que nuestro país se contraerá un 12,83% y crecerá un 7,15% en 2021. Más allá el Fondo estima un avance del 4,46% en 2022, del 3,37% en 2023, 2,76% en 2024 y finalmente un 1,45% en 2025.

En lo que se refiere al desempleo, este año y el que viene éste se mantendrá en el 16,8%. En 2022 se reducirá hasta el 15,6% y un año después hasta el 14,8%. A partir de entonces se moverá entre el 14,3% y el 14,2% hasta 2025.

Por su parte, el déficit alcanzará un 14% del PIB este año y caerá al 7,5% en 2021. Durante los dos años posteriores se situará en un 5,8% y un 4,7%, respectivamente. En 2024 bajará aproximadamente hasta el 3,9% y volverá a subir un año después, hasta el 4,3%.

La deuda pública bruta alcanzará el 123% del PIB en 2020 y caerá al 121,3% en 2021. Para 2022 se proyecta que ésta se reduzca al 120,3% y un año más tarde se situará en el 119,3%. Para 2024 y 2025, los niveles alcanzarán el 118,1% y el 118,8%. 

De momento, el FMI espera una contracción más profunda que la de Estados Unidos en la eurozona este año, (-8,3% vs -4,3%) reflejando así una recesión más pronunciada en la primera mitad del año. El rebote del crecimiento del 5,2% proyectado para 2021 es, en consecuencia, más fuerte desde una base más baja.

Se prevé que las economías asiáticas tengan recesiones algo más moderadas que las de Europa, a la luz de un mayor contención de la pandemia, que también se refleja en menores caídas del PIB durante la primera mitad de 2020.

Las perspectivas para China son mucho más sólidas que para la mayoría de las economías, ya que el FMI considera que el gigante asiático crecerá alrededor de un 10% durante 2020 y 2021 (1,9% este año y 8,2% el que viene). Según observan desde la institución, la actividad se ha normalizado más rápido de lo esperado después de que la mayor parte del país reabriera a comienzos de abril y el PIB del segundo trimestre registró una sorpresa positiva gracias al fuerte apoyo de las políticas fiscales y monetarias así como la resistencia de las exportaciones.

Aún así, en otras grandes economías de Asia, como la India, las revisiones han sido severas, con una contracción proyectada este año del 10,3% y una recuperación del 8,8% en 2021. Las diferencias regionales siguen siendo marcadas, con muchos países de América Latina gravemente afectados por la pandemia que se enfrentan a recesiones muy profundas. También se esperan grandes caídas en la producción para muchos países de Oriente Medio y Asia Central así como países exportadores de petróleo del África subsahariana afectados por los bajos precios del petróleo, los conflictos civiles o las crisis económicas.