SIX sign
Las fichas digitales encriptadas, que representan los derechos de propiedad de valores subyacentes, tienden a transformar el comercio financiero. ​​​​​​​
(KEYSTONE/STEFFEN SCHMIDT)
El mercado de valores helvético es una de las plataformas de comercio que trabaja activamente para sumarse a la nueva oleada de comercio con activos digitales. ¿Qué hay detrás de este movimiento?
El SIX GroupEnlace externo, administrador del mercado de valores suizo, es uno de los principales competidores en la carrera internacional para crear plataformas de registro distribuido, un esquema parecido al de la cadena de bloques, especializado en la comercialización de los activos digitales.
La tecnología de libro mayor distribuido o DLT (ver Infobox al final del artículo) se perfila como una prometedora herramienta con múltiples ventajas: permite realizar operaciones más rápidas y económicas, reduce el papeleo y ofrece la posibilidad de emitir numerosas fichas de cada activo. Por otra parte, al dividir los derechos de propiedad de activos de gran valor -como los bienes raíces- reduce las barreras financieras para que inversores pequeños y pymes puedan emitir acciones.
El mercado comercial se ha transformado radicalmente desde que el bicoin y la nueva generación de Ofertas Iniciales de Criptomonedas (ICOs) irrumpieron en escena. Hoy, el nuevo invitado en este terreno es el vale de seguridad (security token), una representación digital de la propiedad de activos.
Un vale de seguridad es un código digital cifrado vinculado a instrumentos financieros como las acciones, los bonos, los bienes raíces e inclluso, el arte. Las fichas digitales (tokens) son, por su parte, una referencia codificada que identifica quien es el propietario de un valor subyacente, pero está diseñadas para poder cambiar de manos sin problemas, registrando siempre la transacción en la cadena de bloques o en cualquier otra forma de tecnología de contabilidad distribuida o de libro mayor distribuido, como también se le conoce (DLT en inglés).
La nueva Suiza digital
La tecnología financiera está cambiando el rostro de las finanzas globales.
Como resultado del surgimiento del bitcoin y la cadena de bloques, la plaza financiera suiza se está orientando hacia los desafíos y oportunidades que impone esta nueva tecnología digital. La innovación en materia de cadena de bloques está llegando a prácticamente todas las industrias, desde la logística hasta la energía, pasando por el comercio de las materias primas y el transporte.
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Grandes jugadores en accion

Hasta hace poco, los activos criptográficos solo habían sido objeto de un intercambio creciente, pero no regulado. Pero con la llegada de los activos convertidos en ficha o ‘tokenized’ (que remplazan un dato confidencial por uno que no lo es, pero garantizando la misma operatividad), el poderoso mercado bursátil suizo también desea avanzar en esta dirección.
El SIX Group anunció en julio que construye “una plataforma integrada por servicios comerciales, liquidación y custodia de activos digitales de extremo a extremo” que estaría lista para operar a mediados del 2019. Además de vender acciones y bonos de una forma más eficiente, esta plataforma DLT también podría albergar una nueva forma de acciones empresariales a partir de un sistema de conversión en fichas que permitiría a las empreas pequeñas aumentar su capital fácilmente gracias a la emisión de capital y cotización de esos títulos.
La bolsa de valores de Stuttgart, la segunda plataforma más grande de Alemania y propietaria de la bolsa de Berna, está lista para lanzar una aplicación llamada “Bison” que permite la comercialización de criptomonedas a través de una subsidiaria. Dicha bolsa también se ha asociado con el equipo de servicios financieros de tecnología solarisBank para establecer un "centro de comercio multilateral para criptomonedas y fichas".
El Intercontinental Exchange, que posee varias plataformas, incluida la Bolsa de Valores de Nueva York, es parte de un consorcio que planea lanzar la bolsa de Bakkt para "desbloquear el potencial transformador de los activos digitales en los mercados globales y el comercio".

La Bolsa de Valores de Tailandia, en su turno, planea convertirse en el líder regional asiático del nuevo intercambio ditital regulado y consolidarse como un “lugar alternativo para la recaudación de fondos y oportunidades de inversión”.
Shanghai, Londres, Frankfurt, Australia, Singapur, los Emiratos Árabes Unidos, Malta y Gibraltar también se encuentran en la carrera para mejorar sus servicios comerciales con DLT aprovechando la naciente "economía de fichas". Y el próximo año veremos el lanzamiento de nuevas bolsas especializadas.

¿Cómo serán las cosas en el futuro?

Como se dijo, las principales bolsas de valores compiten por ganar ventaja entre los nacientes usuarios de estas nuevas herramientas, pero son tecnologías que aún no son puestas a prueba a mayor escala. El SIX asegura que en el verano del 2019 pondrá en marcha una plataforma que ofrecerá una gama de servicios de este tipo, pero no ha decidido aún en qué consistirán exactamente. Esencialmente, nadie quiere ser el último de la fila pero tampoco quiere ser el primero; precipitarse en un territorio desconocido siempre conlleva un alto riesgo de error.
Daniel Diemers, de PwC Strategy &, uno de los asesores del SIX, dice que hace todo el sentido del mundo ofrecer bajo un mismo techo todo tipo de intercambios bursátiles (tradicionales y de fichas criptográficas).
"Los comerciantes no quieren ir a 10 lugares diferentes para realizar operaciones, compensar, liquidar, etc", expresó a swissinfo.ch, "quieren todo en un solo lugar y que esto sea realizado con el mayor profesionalismo".
Una de las alternativas con mayor potencial de negocios consiste en proporcionar servicios de datos de mercado a tiempo real a los usuarios de este nuevo tipo de bolsas e intercambios, dice Diemers y añade que ofrecer suscripciones para tener acceso a fuentes de datos y servicios especializados en materia de gestión de riesgos será seguramente también un gran negocio.
Pero uno de los escollos que habrá es que la regulación está completamente rezagada con respecto a los avances tecnológicos actuales.Por ejemplo, la tecnología permite que la propiedad de los activos sea convertida en fichas y se transmita libre e independientemente, y con toda seguridad, pero la ley no contempla aún este tipo de transacciones.
Diversos países adoptan sus propios enfoques regulatorios en la economía de las fichas, pero no hay nada generalizado. Por ejemplo, Liechtenstein está diseñando una ley para la cadena de bloques y Suiza trabaja incipientemente en la actualizacion de su legislación financiera vigente para adaptarla a una nueva realidad criptográfica.

¿Y los operadores independientes?

Según PwC, las 10 mercados bursátiles criptográficos más grandes tienen el control de alrededor de 70% del volumen total del comercio diario de activos criptográficos. En Suiza, esto incluye las bolsas Taurus,  Swiss Crypto Exchange SCX y Lykke, esta última recientemente asociada a la plataforma holandesa Nxchange.
Diemers cree que las plataformas busátiles criptográficas nacionales experimentarán un proceso de consolidación, ya que algunas firmas medianas independientes desaparecerán y otras se fusionarán con jugadores más grandes.
Sin embargo, la plataforma helvética Taurus opina que las distintas versiones digitales de bolsas locales aún tienen margen para existir. El fundador de Taurus Group, Lamine Brahimi, asegura que hay espacio para todo tipo de bolsas especializadas y habrá  oportunidades de colaboración entre ellas.
"El mercado de los activos digitales es muy diverso y segmentado, hay espacio para empresas grandes y para nuevos jugadores", dice Brahimi a swissinfo.ch. "En todos los casos se requerirán, no obstante, habilidades, conocimiento y la infraestructura técnica adecuada para brindar esta clase de servicios".
En opinión de Brahami, existe una desconfianza natural hacia las criptomonedas, lo que coloca en desventaja a las plataformas bursátiles que las comercian. Y admite que este mercado necesitará obligadamente una regulación para poder realmente florecer en el largo plazo. "Hay una fuerte demanda por parte de los inversionistas institucionales (bancos y administradores de activos) por bolsas especializadas en el comercio de activos digitales que estén reguladas y ofrezcan los más altos estándares institucionales. Pero ahora mismo, no hay ninguna”.
Por esta razón, Taurus está solicitando a FINMA, la autoridad reguladora del sistema financiero, una licencia como bolsa de valores formal.

¿Quién más obtendrá ganancias?

Los entusiastas de los vales de seguridad consideran que esta tecnología transformará los mercados financieros, permitiendo que más personas obtengan capital y que realicen transacciones comerciales de forma más rápida y rentable.
Esto abriría la puerta a muchos otros jugadores, no solo a las bolsas especializadas. Si los planes siguen su curso, las pymes podrían emitir fácilmente acciones y recaudar fondos por esta vía para financiar su expansión. También se verían beneficiados los bancos y los administradores de activos que realizan transacciones en nombre de los clientes o comercializan sus propios activos.
Un número de jugadores financieros especializados se están estableciendo en Suiza para no perderse las bondades de la economía de las fichas. Esto incluye a Melonport, portal interesado en atraer a los administradores de activos para comprometerlos con el comercio de los activos criptográficos. Y está también el proveedor de activos ‘tokenizados’ Smart Valory a Instimatch, que explora alternativas en la cadena de boques para sus plataforma digital, enlanzando a prestatarios y prestamistas en el mercado de deuda corporativa.


Tecnologías de registro distribuido (DLT)
Una DLT es esencialmente una base de datos que es gestionada por diversos actores (cada uno de ellos es llamado nodo). Su característica principal es que no está centraizada. No hay una autoridad principal ni verificadores de la base de datos. De acuerdo con su concepción, el DLT permite que haya más transparencia porque es prácticamente imposible manipular o hacer fraude con la información.
Es además un sistema que no es fácil de piratear.
Cada nodo construye  sus registros y procesa sus transacciones. Después, a través de una herramineta automatizada somete a votación esas operaciones para asegurar que la mayoría de los demás nodos estén de acuerdo con estas conclusiones.
Tras obtener consenso, el libro mayor distribuido se actualiza y todos los nodos tendrá una copia idéntica de este libro.
La cadena de bloques, que es la base de operación de criptodivisas como el bitcoin, es una forma de DLT.
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