Los accionistas de Repsol responden a la expropiación de YPF
http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303513404577353800979287134.html
Ver el accionariado en la entrada anterior.
MADRID
(EFE Dow Jones)--Los daños colaterales de la expropiación de YPF por parte de
Argentina golpeaban el jueves en España a los principales accionistas de
Repsol, con CaixaBank SA --uno de los mayores bancos del país y accionista
mayoritario de Repsol YPF SA-- anunciando que no planea todavía reducir el
valor de su participación en la petrolera.
En lo que
podría convertirse en un nuevo problema para la ya castigada economía española,
la decisión argentina de tomar el control de la filial de Repsol podría
impactar a compañías de dos de los sectores más afectados por la crisis: bancos
y constructoras.
Desde
Barcelona, donde CaixaBank presentó el jueves sus resultados del primer
trimestre, Isidro Fainé, presidente de la compañía,
aseguró que el tercer mayor banco español por valor de mercado no ve una
necesidad urgente de reducir el valor de su 13% en Repsol. El banco con sede en
Barcelona es el mayor accionista de Repsol, con casi un 13%. Caixabank valora
su participación en Repsol en 3.340 millones de euros, según su último informe
anual. El valor de mercado de esa participación el jueves era de 2.410 millones
de euros.
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REUTERS
Fainé
anunció que Argentina debe pagar un "justiprecio" por la
participación de Repsol en YPF, respaldando la postura oficial de la petrolera
española. Sin embargo, reconoció que la solución del asunto "llevará
tiempo". Una potencial devaluación de la participación de Repsol
erosionaría aún más los resultados de Caixabank, después de que en el primer
trimestre el beneficio neto cayese un 84% tras destinar la mayor parte de sus
beneficios para cubrir potenciales pérdidas de sus activos inmobiliarios en
línea con los nuevos requisitos establecidos por el Gobierno español.
El
problema es especialmente grave para Sacyr-Vallhermoso
SA, una constructora que se endeudó para comprar una gran participación
en Repsol en 2006 y que tiene problemas desde entonces para cumplir con las
obligaciones de esa deuda. Los analistas creen que Sacyr, que ya fue obligado
por sus acreedores a vender la mitad de su participación en Repsol a principios
de este año, podría tener dificultades para satisfacer a los bancos.
Mientras
las acciones de Repsol se desplomaban el jueves por tercer día consecutivo, las
de Caixabank y Sacyr también caían por el temor a que la pérdida de YPF reduzca
la contribución de Repsol a sus resultados, y a que las reglas contables puedan
finalmente obligarles a rebajar el valor de su participación en la petrolera.
Los
analistas de Cheuvreux en
Madrid sitúan en alrededor de 26 euros el valor
de cada acción de Repsol en los libros de Sacyr, que contrasta con el actual en
el mercado de alrededor de 15 euros. Sin
embargo, consideran que Sacyr y el resto de accionistas podrían retrasar una
devaluación de sus participaciones en la petrolera hasta que ésta formalice la
pérdida de YPF. La solución a la compensación podría llegar en meses.
Al mismo
tiempo, los bancos acreedores podrían obligar a Sacyr a aportar garantías
adicionales para respaldar los préstamos pendientes de la constructora si las
acciones de Repsol bajan por debajo de 10 euros, afirmó Javier Barrio, de BPI. Sin embargo, la actividad de construcción y el negocio
inmobiliario de Sacyr se encuentran en mal estado, y la totalidad de la
compañía está valorada en 700 millones de euros, alrededor de una tercera parte
de la valoración de su participación en Repsol.
Portavoces
de Sacyr declinaron hacer comentarios al respecto.
Los
problemas de Sacyr surgen en un momento en que las constructoras españolas
tiene problemas con los activos que compraron con préstamos bancarios en épocas
de bonanza. En un intento por diversificar, las compañías compraron activos que
incluían participaciones en compañías energéticas.
El
miércoles, Actividades de Construcción y Servicios SA
vendió un 3,7% de su participación en Iberdrola por 798 millones de euros,
registrando una pérdida de 540 millones de euros. La compañía anunciará más
ventas.
Argentina
se hizo con el control de las operaciones de YPF a principio de la semana y un
comité del Senado argentino aprobó el miércoles una ley para la nacionalización
de la compañía, originalmente una petrolera estatal comprada por Repsol en
1999.
La
aprobación del comité establece que la próxima semana la totalidad del Senado
vote la propuesta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de asumir el
control del 51% de YPF. El plan, que será aprobado con total seguridad, dejaría
en manos de los gobiernos federal y provinciales argentinos el control de la
compañía y reduciría la participación de Repsol a un 6% desde el actual 57%.
Las
acciones de Repsol habían caído ya en las últimas semanas por la
intensificación de las especulaciones sobre la nacionalización de YPF. El
título ha perdido un tercio de su valor desde principios de 2012.
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