20
km para arrebatar el bastión clave de Mosul al Estado Islámico
http://www.elespanol.com/mundo/oriente-proximo/20161002/159984536_0.html
Es la
distancia que separa a las tropas para asestarle un golpe que dejará agonizando
al grupo terrorista.
Los
combatientes de la parte iraquí se entrenan para el asalto final y reconquista
de Mosul. Reuters
MARÍA
TORRENS TILLACK
@maria_torrens
03.10.2016 00:59 h.
A 20
kilómetros de la reconquista de Mosul se encuentran ya las fuerzas iraquíes
apoyadas por los aviones estadounidenses que despegan de una base aérea a unos
80 kilómetros al sur del que es el segundo mayor bastión del grupo terrorista
Estado Islámico (EI), pero también con el refuerzo de cazas franceses iniciado
el pasado viernes desde el portaaviones Charles de Gaulle, de vuelta en el Mediterráneo
Oriental para la ofensiva final. EEUU además anunció hace escasos días que va a
desplegar a 600 soldados más para dar apoyo logístico a las fuerzas iraquíes,
sin intervenir en el combate sobre el terreno.
“Es la imploración por
el final del ‘Estado Islámico’ literal. Una vez que Raqa [el fuerte del grupo
terrorista en Siria] también desaparezca, será un estado virtual no muy
diferente a la vieja Al Qaeda”, opina el experto en asuntos militares y de seguridad en Irak
del Washington Institute, Michael Knights, en declaraciones a EL ESPAÑOL.
Los terroristas están asediados por
casi todos los flancos en la ciudad desde la que hace poco más de dos años proclamaron su
“califato”, pretendiendo conformarse como país. Las tropas iraquíes sobre el
terreno también colaboran con milicias kurdas y sólo el norte de la ciudad
permanece despejado.
Puede ser un
punto de huida para los terroristas, pero también una puerta hacia el refugio
para el 1, 2 millones de habitantes de la ciudad
que -se estima- pueden seguir viviendo en la ciudad. De esta forma no los
podrán usar fácilmente como escudos humanos, resalta Félix Arteaga,
investigador principal sobre conflictos armados y asuntos estratégicos del Real
Instituto Elcano (RIE), en conversación con este periódico.
Mosul es una ciudad en la que la
mayoría ha apoyado la entrada del Estado Islámico, también militarmente
Aún así, no
es que todos esos ciudadanos rechacen de plano la gobernanza del EI, más bien
al contrario. Se trata de “una ciudad en la que la mayoría ha apoyado la
entrada del Estado Islámico, [también] militarmente”, explica el investigador.
De mayoría suní (una rama del islam), se vio desatendida por el Gobierno chiita
de Bagdad, “maltratada”.
Arteaga
señala que “el
Estado Islámico no habría hecho lo que hizo en 2014 sin la contribución de la
insurgencia suní” y ese sector de la población es ahora -según él-
también decisivo para que la reconquista de Mosul que las fuerzas iraquíes,
kurdas e internacionales llevan meses preparando.
Sin embargo,
los suníes de esta ciudad del norte de Irak apoyaron a los terroristas hace ya
dos años. Las tornas pueden haber cambiado. No es lo mismo escuchar promesas de progreso y justicia que vivir bajo
su yugo. Además, están las minorías yazidíes, turcomanas, etc., que nunca
apoyaron al EI.
Nadie en la
coalición internacional (incluido Bagdad) duda que vayan a reconquistar Mosul,
como en el último año y medio han ido recuperando territorios o ciudades como
Faluya, a 50 kilómetros de Irak.
Mosul será libre en un 90% para
finales de 2016
Obama quiere
marcarse un doble tanto antes de abandonar la Casa Blanca en enero y
reconquistar tanto Mosul, como el principal bastión del grupo terrorista: Raqa,
en Siria. A Francia también le apremia el tiempo, pues el propio ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, ha
admitido que el despliegue que reiniciaron sus cazas el viernes pasado será el
último antes de tener que someterse a un parón técnico de nada menos que año y
medio.
“El Estado
Islámico va a perder [Mosul]. Ya veremos si es antes de finales del 16”,
comenta Arteaga. Knights se muestra más convencido de la rapidez en el ataque
final, pues “acaban
de retirarse algunos focos de resistencia” muy fuertes: “Mosul será
libre en un 90% para finales de 2016”. (En cuanto a Raqa, admite: "Ni
idea").
El
investigador del RIE detalla: “La caída de Mosul no es la de cualquier ciudad:
estos meses los combatientes del Estado Islámico han estado preparando trincheras, obstáculos, túneles, trampas, minas
(...). Todo depende del número de tropas y calidad que puedan poner las
fuerzas iraquíes, que tomen la ofensiva con las kurdas como apoyo”. Quieren
evitar tener que recurrir a fuerzas chiíes precisamente para no convertir la
batalla en una guerra religiosa, como pretende el EI.
FIN
DE LA CIUDAD “FUNDACIONAL”
Caiga o no
antes de que acabe el año,
¿qué perderá el EI cuando
le arrebaten su segundo bastión más importante?
Por de
pronto, se quedará sin entre 3.000 y 4.500 combatientes,
los que el Pentágono calcula que están movilizados para defender su principal
fuerte iraquí. Si bien sólo una tercera parte está “bien entrenada
militarmente”, destaca Arteaga.
También se
quedarían sin alguna plataforma antiaérea o de morteros, rancheras o incluso
algún acorazado que puedan tener. “Son rápidamente objeto de detección y ataque
desde el aire”, indica este experto en seguridad y defensa. Disponen asimismo de misiles tierra-aire, pero “no
deben de ser muy sofisticados, porque si no, ya habrían tenido algún éxito y
están recibiendo ataques aéreos continuamente”.
Además,
podría quedar al descubierto una "tremenda
cantidad de información" de inteligencia que el EI probablemente
guarde en este gran bastión, espera el Pentágono.
Seguramente
volverá a emerger otro grupo cuando caiga el Estado Islámico, porque esto ya es
una cuestión estructural
El jueves
pasado el Departamento de Defensa de EEUU sacaba pecho,
porque en el último mes los bombardeos aliados eliminaron a 13 líderes
del grupo terrorista que eran parte de la inteligencia militar en redes de
comunicación en este bastión clave. También acabaron con la vida de cuatro
terroristas procedentes de Chechenia, responsables de los combatientes
extranjeros en la ciudad.
Y una pieza
clave para poner en marcha la ofensiva final, que se planea desde hace meses
para este otoño: cayó también el jefe de la división responsable de la
seguridad en el Este de la ciudad en otro ataque aéreo. “Su eliminación rompe
las formaciones militares del Daesh [acrónimo del árabe para denominar al EI] y
afecta a la disposición para la batalla por la liberación de Mosul”, anunció el
coronel John Dorrian, portavoz de operaciones del Departamento de Defensa de
EEUU en Bagdad. No concretó una fecha para lanzar la operación.
Pero el
cerco se estrecha a pasos agigantados. La coalición destruyó a mediados de este
mes un antiguo complejo farmacéutico
reconvertido en una fábrica de armas químicas por los terroristas, donde
elaboraban cloro y gas mostaza. Unos días después, EEUU dio cuenta de haber
sido atacados con un misil que contenía gas mostaza pulverizado. "Lo mismo
que hemos visto usar con poco efecto muchas veces en el pasado, tanto en Siria
e Irak", señaló entonces el portavoz del Pentágono, Jeff Davis. Son dos
muestras de lo que está en juego en la ofensiva final sobre Mosul.
Por encima
de todo -porque al final su capacidad militar es reducida- para el EI su
derrota significará la pérdida de una “ciudad simbólica”, opina el investigador
del RIE, por ser la que consideran fundacional de su supuesto “Estado
islámico”. El fin del grupo terrorista estará más cerca, especialmente si se le
suma la pérdida de sus “ministros” de propaganda y de guerra este verano bajo
ataques aéreos de la coalición.
Sin embargo,
lejos de lanzar las campanas al vuelo, Arteaga advierte lo que todos los
expertos en terrorismo suelen reiterar: los radicales
violentos se reagruparán y volverán con otro nombre. “Seguramente volverá a
emerger otro grupo, porque esto ya es una cuestión estructural”,
sentencia.
REVIVIR
MOSUL
Mientras, la
ciudad de Mosul tendrá que reinventarse para poder convivir en paz sabiendo que
muchos de ellos apoyaron a los asesinos (aunque desconocieran sus verdaderas
intenciones). Y sin un plan claro para el día después ni por parte de Bagdad ni
de la coalición liderada por Estados Unidos, que evita un intervencionismo
excesivo para no repetir errores del pasado.
“Estamos casi todo lo
preparados que se puede estar, pero esto no es como 2003”, apunta el analista estadounidense
del Washington Institute, comparándolo con la invasión de Irak, cuyo caos
posterior en parte desató lo que terminaría siendo el EI.
“Somos un
participante menor. Los iraquíes y kurdos son los
actores principales. Ellos parecen ir en la buena dirección en cuanto a
cooperación y dejar a las milicias chiitas fuera”.
Arteaga
admite que “existe una gran preocupación por ver cómo se gobierna Mosul (...) y
cómo se va a regular la convivencia”. Él también se muestra esperanzado de que
“la recuperación de la ciudad permita la vuelta de un régimen que facilite la
convivencia y distancie a los suníes del Estado Islámico, que ya no les vean
como valedores contra la imposición chií de Bagdad”. Esa es la clave para que
Mosul pueda reedificar su futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario