Las
razones por las cuales no hay sido derrotado el Estado Islámico es que tiene
alta moral, los suníes derrotaron a EEUU en Iraq y en Afganistán derrotaron a la
antigua URSS ; (son maestros de la inteligencia militar tanto en la estrategia
como en la táctica) ;camuflaje y sistemas de túneles ;combatientes locales con
profundo conocimiento de las aéreas respectivas; con un
numero de combatientes que van desde los 25,000 hasta los 200,000; que son reclutados
desde sus bases de apoyo de 8,000,000 de pobladores sunies en Iraq y el Levante
con un desempleo de 70 % , y por los variados intereses geopolíticos que o los utilizan o no desean derrotarlos u
otros interés. aparte que Chiies y kurdos combaten por los pozos petroleros como en Kirkuk
Por qué el
Estado Islámico no ha sido derrotado todavía
http://blogs.elconfidencial.com/mundo/tribuna-internacional/2016-08-19/isis-derrotado_1194603/
A pesar de
los reveses sufridos por el grupo, ha quedado demostrada su capacidad de
resistencia. El Coronel Pedro Baños analiza los motivos
de su pervivencia
Foto:
Miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes sostienen una bandera del ISIS
capturada en la Universidad de Anbar, en julio de 2015 (Reuters)
Miembros de
las fuerzas de seguridad iraquíes sostienen una bandera del ISIS capturada en
la Universidad de Anbar, en julio de 2015 (Reuters)
PEDRO
BAÑOS
19.08.2016 – 13:34 H.
En fechas
recientes, altos cargos civiles y militares
estadounidenses, incluyendo el propio presidente Obama, han ido informando de que las actuaciones llevadas a cabo
contra el autodenominado Estado Islámico (EI) -también conocido como Dáesh, por
su acrónimo en árabe-, le han debilitado
notablemente. Se han llegado a dar cifras concretas, como que se han
disminuido sus capacidades entre un 20 y un 30%,
que se han destruido o dañado más de 23.000 objetivos
en el territorio controlado por el Dáesh en Irak y Siria, o que se ha
conseguido eliminar a más de 27.000 de sus milicianos
en los mismos escenarios. Y eso sin contar con
los datos -desconocidos- de la intervención de Rusia en Siria.
Datos que no
deberían sorprender teniendo en cuenta que contra
el ISIS están actuando activamente nada menos que las primeras potencias
militares del mundo -a excepción de China-, pues a las ya mencionadas de EEUU y Rusia hay que añadir al Reino Unido y Francia;
verdaderas monstruosas maquinarias bélicas, dotadas incluso de armamento
nuclear. Entre todos estos gigantes de la guerra, junto con países menos
involucrados en las operaciones, se calcula que han
podido realizar más de 50.000 salidas aéreas contra objetivos del EI en menos
de dos años. Sin olvidar la presión ejercida desde tierra por las
fuerzas de Al
Asad, los kurdos, el Ejército iraquí y las milicias chiíes.
Lo que sí
sorprende es cómo ha podido resistir el
ISIS el embate de semejante colosal conjunto de fuerza militar. Que apenas
un grupo de milicianos -sería muy generoso denominarles como ejército-, sin medios aéreos, sin artillería de largo
alcance, sin sistemas de misiles, sin medios antiaéreos de alta cota, sin una
logística organizada, creado en pocos meses y sin ningún aliado potente en el
terreno, siga actuando con relativa impunidad en el amplio territorio
sirio-iraquí que controla –en el que vive más de ocho
millones de personas-, continúe realizando operaciones de cierta
envergadura y, sobre todo, siga imponiendo el miedo no solo en su escenario
natural, sino incluso en Occidente, no deja de llamar la atención, y mucho.
Cierto
es que Dáesh está debilitado y a la defensiva, con serias dificultades para pagar a sus tropas,
proporcionar servicios a la población y aguantar el desgaste de las operaciones
–en total, consume unos 50 millones de dólares
mensuales-, sobre todo cuando ya no consigue los sonoros éxitos de
conquistas como Mosul o Palmira y cada vez tiene
más dificultades para vender petróleo. Pero no es menos
verdad que está muy lejos de desaparecer.
Militantes
del ISIS durante un desfile militar en Raqqa, en junio de 2014 (Reuters)
Sin ningún género de duda, las
informaciones que llegan son acusadamente inexactas, cuando no manifiestamente
tergiversadas.
Tener
información precisa sobre la situación concreta del ISIS es muy complicado, pues no hay periodistas que reporten desde
su territorio y su vigilancia es extrema para impedir infiltraciones. La
poca que llega procede de personas que han escapado de su influencia, tanto
civiles como algunos de sus combatientes, pero suele ser tan parcial que no
permite hacerse una idea de conjunto, y mucho menos del entramado de poder que
dirige a la organización.
A eso se suma el proceso de
demonización del adversario propio de todos los conflictos, magnificado a
través de medios de comunicación y de informe oficiales, que también desvirtúan
la imagen real de Dáesh (personal, capacidades, apoyos, moral…).
Pero hay
algunas claves que parecen indudables, aunque suelen pasar desapercibidas,
sobre por qué y cómo ha logrado hasta ahora sobrevivir el Daesh sin ser
derrotado:
1.
Moral
Las tropas
del EI disponen de una moral de combate
muy superior con respecto tanto a las de las fuerzas locales como a las
extranjeras.
Esta
voluntad férrea se la proporciona no solo su fanatismo ideológico, sino también
el hecho incontestable de que están luchando por lo que consideran su
territorio y sus derechos. Se convierte así en un convencimiento absoluto en su
cometido que les lleva a no tener ningún miedo a morir.
Dicha fuerza
interior de sus integrantes también proporciona al grupo gran capacidad de resiliencia -resistencia y recuperación-,
como ha demostrado repetidamente a pesar de las derrotas o las muchas bajas
sufridas, volviendo a la acción incluso con mayor determinación y tenacidad.
Asimismo,
les proporciona gran fortaleza moral el pensar que son los herederos de los que
consiguieron expulsar a los estadounidenses de Irak, y
de los que en su día arrojaron a los soviéticos de Afganistán, convencidos
de que si ya vencieron a los imperios más poderosos de la historia, nada les
impedirá conseguirlo de nuevo.
Combatientes
peshmerga observan el cadáver de un militante del Daesh en Tel Asof, el 4 de
mayo de 2016 (Reuters)
Por el
contrario, enfrente tiene a países dubitativos,
que han optado desde el principio por no llevar a cabo acciones decisivas
–quizá con la parcial excepción de Rusia-, lo que ha sido entendido por Dáesh
como un síntoma de debilidad, consecuencia de un temor a tener bajas propias, a
provocar daños colaterales que puedan ser empleados mediáticamente y
desestabilice a sus gobiernos, o a sufrir atentados en su territorio,
impulsando al ISIS a defender su causa aún con mayor firmeza.
En tierra se enfrentan a un ejército iraquí
–integrado principalmente por chiitas- y a unas milicias chiíes que no están
especialmente motivadas en recuperar territorios que tradicionalmente han sido
habitados por suníes; distinto sería si tuvieran
que defender sus zonas propias.
Lo mismo podría decirse de las fuerzas kurdas, tanto de Irak como de Siria, que únicamente
persiguen sus propios intereses muy limitados, aprovechando el apoyo
internacional que ahora se les brinda, pero sin gran afán por acabar con el
ISIS fuera de sus escenarios habituales.
La situación
en Siria es similar, pues aunque en este caso pueda dudarse de que el EI sea
visto como un elemento propio por todos los que le apoyan, las fuerzas de Al Asad tampoco le perciben como la principal
amenaza que ponga en peligro la supervivencia del régimen, al menos de
momento.
Ante esta
situación, la historia militar muestra que quien está dispuesto a los mayores
sacrificios, a que mueran por la causa hasta el último de sus miembros, termina
por ganar el conflicto. La guerra siempre ha sido una pugna entre voluntades, y
de momento el más entregado a la lucha es el EI.
2.
Inteligencia
Los
integrantes del EI se están revelando como grandes maestros en el amplio campo de la inteligencia, desde la estratégica a la táctica, siendo
clave para su éxito.
Antes de
realizar una operación, envían pequeños grupos de agentes a reconocer el territorio enemigo -posiciones
defensivas, medios, fuerzas, rutinas…-, cuyas informaciones posteriormente
confirman con fuerzas ligeras de reconocimiento.
Miembros del
Estado Islámico durante un desfile militar en Raqqa, en junio de 2014 (Reuters)
También
emplean con profusión células durmientes e infiltrados en las filas enemigas,
normalmente personas totalmente afines a la causa, pero también espías pagados.
Al mismo
tiempo, dominan la contrainteligencia, para detectar tempranamente agentes
enemigos infiltrados, contando para ello con el apoyo de la población, sea por
convencimiento o por temor.
3.
Táctica
En no pocas
ocasiones, se ha ofrecido la imagen de éxitos militares
operaciones que en realidad no eran más que repliegues voluntarios del Dáesh,
pues una de sus tácticas recurrentes es, siendo conscientes de sus
limitaciones, ceder aquel terreno que no es clave cuando se sienten
presionados, para así no desgastarse inútilmente.
Un ejemplo,
tanto de su capacidad como de su perspicacia táctica, fue la batalla para
retomar Ramadi llevada a cabo por las fuerzas iraquíes. Estas eran diez veces
superiores en número a las del ISIS y además contaban con el apoyo aéreo de la
coalición liderada por EEUU, y aun así no podían expulsar de la ciudad a las
milicias de Dáesh. Finalmente, fue el propio ISIS quien decidió no empeñarse en
la lucha y retirarse, pues no deseaban que aquella fuera su tumba, cuando ese
parte de Irak la consideran propia –es parte del denominado “triángulo suní”- y
creen que en cualquier momento la podrán
recuperar.
Combinan
acciones convencionales con asimétricas, incluyendo acciones suicidas, que no
solo son empleadas para cometer atentados independientes.
Sus acciones de guerrilla con muy exitosas, retirándose,
dispensándose, reagrupándose y golpeando objetivos con éxito.
Ataca principalmente las líneas de
suministros y los puntos más débiles, evitando los centros de gravedad del
enemigo.
La ciudad
iraquí de Ramadi, destruida por los combates entre el ISIS y el ejército
iraquí, en enero de 2016 (Reuters)
En
ocasiones, abandonan rápidamente el territorio,
sobre todo en zonas desérticas donde no hay obstáculos naturales en los que
apoyarse, sin prácticamente bajas, para luego lanzar
potentes contraataques que causan gran quebranto al enemigo.
Ha
desarrollado sus propias fuerzas especiales,
consistentes en pequeñas unidades de una veintena de miembros, que
suelen actuar tras un ataque suicida, causando gran desconcierto y alto número
de bajas.
Todo ello
requiere liderazgo competente, cohesión, moral y disciplina, de lo que ha dado
sobradas muestras.
Nota del autor del blog: ¿Y los sucesos
de Kobani? Se fueron voluntariamente al matadero
4.
Acciones aéreas
El elevado
volumen de acciones aéreas llevadas a cabo contra el ISIS ha vuelto a dejar de
manifiesto que estas solo son verdaderamente eficaces cuando van acompañadas
por operaciones efectivas en tierra.
Por otro
lado, la precisión de las incursiones aéreas depende de una inteligencia que
posibilite atacar objetivos claros muy definidos, algo que no facilita ni el
terreno ni la población.
Además, el ISIS ha aprendido tanto a engañar a los medios aéreos –por
ejemplo, quemando neumáticos, no llevando uniforme y empleando vehículos
civiles como medio de transporte-, como a evitar los efectos de los
bombardeos, para lo que han cavado trincheras, un complejo sistema de túneles
en círculos concéntricos y oleoductos subterráneos.
Cazas Rafale
y Super Etendard en la cubierta del portaaviones Charles de Gaulle, horas antes
del inicio de la misión contra el ISIS, el 18 de noviembre de 2015 (Reuters)
5.
Combatientes
Los datos
sobre el personal que compone sus fuerzas son muy diferentes dependiendo de las
fuentes, desde los 25.000 a los 200.000. Para
empezar, habría que distinguir entre los combatientes permanentes, los
temporales –los que combaten de forma esporádica o para operaciones concretas,
por ejemplo, defensa de zonas más próximas a sus tierras habituales, donde
tienen a sus familias e intereses- y los que podrían llegar a movilizar (las
personas en edad militar que podrían ser incorporadas a filas).
Quizá
la cifra más acertada sea de unos 80.000 milicianos, repartidos entre sirios
(algo más de la mitad) e iraquíes.
A ellos
habría que añadir los extranjeros, que son
relativamente pocos –puede que no más de unos 17.000
al mismo tiempo, aunque en algún momento, a lo largo de los últimos cuatro
años, haya pasado el doble por Siria e Irak- y
la mayoría de la región y aledaños (Túnez, Arabia
Saudí, Cáucaso ruso, Jordania, Turquía y Marruecos), pues ha fracasado su llamamiento a la yihad
global.
De estos
combatientes extranjeros, dos terceras partes estarían actualmente luchando en
el frente sirio.
Parte de su
éxito es contar con una gran cantera de gente joven
local entre los suníes de Irak y Siria, de los cuales más del 70% están
desempleados y buena parte de ellos deseosos de encontrar un sentido a sus
vidas.
Por otro
lado, este tipo de grupos ha demostrado gran capacidad para asumir la muerte de sus cabecillas, los cuales son
fácil e inmediatamente sustituidos.
6.
Medios
Los medios
de que dispone el EI son muy variados. Por un lado, ha capturado grandes
cantidades de material de todo tipo a los ejércitos sirios e iraquíes, así como
a los rebeldes sirios. Además, ha comprado armas de
contrabando en Siria, Irak y otros países del entorno.
7.
Organización
El EI ha
dividido su territorio sirio-iraquí en
12 provincias. Cada provincia tiene su propia fuerza armada, que a su vez se
divide en diferentes unidades, incluyendo fuerzas especiales, francotiradores,
defensa antiaérea y logística.
Un soldado
iraquí golpea a un miembro del Daesh capturado en Tikrit,, en abril de 2015
(Reuters)
En
principio, cada fuerza provincial combate solo en su propia provincia, la cual conoce perfectamente. Para combatir allí donde
sea preciso en todo el territorio, el ISIS cuenta con una fuerza “califal” de élite, llamada el “Ejército del
Califato”, con unos 5.000 milicianos de entre los más experimentados.
8.
Terreno
El
territorio en el que Dáesh opera con relativa facilidad
–la mitad de la superficie de España- es básicamente una zona desértica,
por lo que los ataques masivos no se pueden llevar a cabo por sorpresa, lo que
le proporciona tiempo para reaccionar, modificar sus disposiciones tácticas,
retirarse o preparase para actuar.
Además, en
este escenario se precisan largas cadenas logísticas,
que pueden ser fácilmente atacadas.
En este
terreno, para acabar de modo decisivo con el EI sería preciso contar con grandes formaciones mecanizadas y acorazadas, con fuerte apoyo de artillería y aéreo, (como sucediera en
la segunda guerra del Golfo), pero, hoy por hoy, ningún país quiere realizar una operación de ese tipo, sin saber con
exactitud cuál sería la situación final previsible, y ni el ejército iraquí
está preparado para ello ni parece que el sirio tenga la voluntad real de
realizarlo.
9.
Apoyo población local
Sin la menor
duda, si el ISIS es lo que ha sido debido, entre otras cosas, al importante apoyo que ha encontrado entre la población suní de
Siria e Irak.
Para muchas de esas personas, la vida
es más llevadera bajo el control de Dáesh que en su momento lo fue subyugados
por los regímenes de Al Asad en Siria o de Maliki en Irak.
Hombres
orando fuera de sus tiendas en Raqqa, en abril de 2014 (Reuters)
En este
sentido, se estima que en Siria puede haber casi 3
millones de personas en el territorio controlado por el EI, y en Irak algo más
de cinco millones, con lo que teniendo en cuenta que son poblaciones muy
jóvenes, no es fácil que vayan a tener muchos problemas para seguir reclutando
combatientes.
10.
Geopolítica
Por un lado,
da la impresión de que Al Asad no ha
actuado con todo su potencial contra el ISIS por dos motivos: ha preferido
centrarse en los rebeldes opositores; y no le interesa que desaparezca totalmente la amenaza del ISIS,
para aparecer él como más moderado y la mejor solución para el país. Lo
previsible es que mientras el Dáesh no se haga demasiado fuerte para constituir
una gran amenaza, no actuará contra él, al menos mientras no haya plenamente
consolidado su poder en todo el país.
Por otro
lado, el resto de los países han obrado
con gran prudencia y han optado por no implicarse con tropas terrestres.
Prefieren actuar desde el aire, en apoyo a acciones llevadas a cabo por fuerzas
locales: kurdos, rebeldes, milicias chiitas y ejército
iraquí.
Así mismo,
la gran inestabilidad política que se vive en Irak, cada vez más acentuada, a
lo que se añade el creciente enfrentamiento entre
milicias chiíes y kurdos –básicamente por el control de los pozos de
petróleo de la zona de Kirkuk-, beneficia de modo notable al ISIS.
A ellos hay que añadir múltiples intereses
regionales que parecen haber convertido a Dáesh en un muñeco con el que todos
juegan en su propio provecho.
Llamas y
columnas de humo cerca de la ciudad siria de Kobane tras un bombardeo de la
coalicion contra el ISIS (Reuters).
En
conclusión, acabar con el ISIS no es posible
simplemente con acciones tácticas, por eficaces que estas fueran –que
hasta ahora tampoco ha sido el caso-. Lo primero es comprender las profundas
raíces que han dado origen a su nacimiento, su expansión y su consolidación,
que van desde la situación de los suníes en Irak –tras
la invasión de 2003- y Siria, así como los enquistados enfrentamientos
regionales. Lo siguiente entender que mientras no evolucionen las actuales
condiciones de todo orden que se dan cita en Oriente Medio, el concepto del
ISIS seguirá existiendo, sea con este nombre o con otro.
A este
escenario ya complejo de por sí, se añade el hecho de que el Dáesh está demostrando, quizá por primera vez en la historia
moderna, que una fuerza árabe puede resistir e incluso vencer a fuerzas muy
superiores, causando admiración entre las poblaciones de muchos países del
entorno e incluso alejadas, que ven una opción viable para recuperarse de la
humillación a la que algunos piensan se ha sometido durante largo tiempo al
mundo musulmán en general y al árabe en particular.
Mientras, no
se debe olvidar que en este tipo de enfrentamientos
asimétricos, para los débiles, no perder es ganar. Y de momento, quien
va ganando son los que manejan los hilos del Estado Islámico.
El
Coronel Pedro Baños es analista geopolítico.
....................................................
Aguila
https://www.youtube.com/watch?v=dDI7x1nwTUw
Ellos vienen
volando desde muy lejos, ahora estoy bajo su hechizo
Me encanta
escuchar las historias que cuentan
que está
visto lugares más allá de mi tierra y ellos son encontrados nuevos horizontes
hablan raro
pero lo entiendo
Y yo sueño
que soy un águila
y yo me
sueño puede desplegar mis alas
que vuelan
alto, alto, soy un pájaro en el cielo
Soy un
águila que cabalga en la brisa
alto, alto,
lo que la sensación de volar
sobre las
montañas y los bosques y los mares
y para ir a
cualquier lugar que yo por favor
Como todos
los buenos amigos, hablamos toda la noche y volamos ala con ala
Tengo
preguntas y que lo saben todo
no hay límite
a lo que siento, que se sube más y más alto
¿Estoy
soñando o es todo real?
¿Es verdad
que soy un águila?
¿Es cierto
yo puedo extender mis alas?
que vuelan
alto, alto, soy un pájaro en el cielo
(Soy un
águila)
Soy un
águila que cabalga en la brisa
alto, alto,
lo que la sensación de volar
(Lo que un
sentimiento)
sobre las
montañas y los bosques y los mares
y para ir a
cualquier lugar que yo por favor
Y yo sueño
que soy un águila
y yo me
sueño puede desplegar mis alas
que vuelan
alto, alto, soy un pájaro en el cielo
(Soy un
águila)
Soy un
águila que cabalga en la brisa
alto, alto,
lo que la sensación de volar
(Lo que un
sentimiento)
sobre las
montañas y los bosques y los mares
que vuelan
alto, alto, soy un pájaro en el cielo
(Soy un
águila)
Soy un
águila que cabalga en la brisa
alto, alto,
lo que la sensación de volar
(Lo que un
sentimiento)
sobre las
montañas y los bosques y los mares
y para ir a
cualquier lugar que yo por favor
No hay comentarios:
Publicar un comentario