La soberbia del Estado Islámico que se creía invencible
y no necesitaba colaboradores de ningún tipo de religión diferente a la suya cometió
el error de los antiguos Caballeros Templarios que se creían invencibles por la
gracia de Dios o de la soberbia del antiguo partido comunista de China ) cuando
Mao Tse tung no era el jefe todavía ) y no querían huir ni retroceder y tuvieron
luego ante la contundencia de los hechos,
huir 12,500 km, conocido en la historia
como la Larga Marcha ; Al Qaeda también propuso un estado itinerante y no controlar
territorios, al igual que en la antigüedad lo hizo el mariscal de Mahoma y genio militar ; Jalid ibn al-Walid,
Nota del autor del blog : si estoy
en una isla desierta no necesito una biblia, sino un manual para hacer un bote
o como construir refugios o hacer sogas, o , si soy un yihadista y voy al
desierto a combatir no estudio el Corán,
sino manuales de guerra de los alemanes de
Bismark o del general Rommel ; de los
rusos que derrotaron a Napoleón y derrotaron
a los alemanes y de los chinos de
Mao Tse Tung que derrotaron a todos los imperialistas
incluido al ejército chino del Kuo
Mintan de 1,500,000 soldados leo su manual de guerrillas n ´est pas? No se trata de dividir a los pobres en cristianos , kurdos
, árabes , judíos, latinos, chiies , sunies sino en unir a todos los proletarios
del mundo en post de la revolución mundial . en Vietnam ; el viet cong también hacía
barbaridades mataban monjas etc, y fueron derrotados, hasta que luego meditaron
y se dijeron nosotros somos revolucionarios y no carniceros y así luego
triunfaron : mao decía: “si tienes la línea
correcta triunfarás” y la línea correcta es el pueblo , es apoyarse en las simpatías
y apoyo del proletariado internacional
El
peligroso giro de Estado Islámico
http://noticias.lainformacion.com/disturbios-conflictos-y-guerra/terrorismo/peligroso-giro-Islamico_0_945505797.html
POR
SALVADOR BURGUET, CEO DE ASESORÍA DE INTELIGENCIA Y CONSULTORÍA DE SEGURIDAD
(AICS)
18/08/2016 - 11:02
Khalid Ibn Al-Walid: Military Genius
El
islamista, por ende, siempre tiene tendencia a relacionar el simbolismo que
representa la propaganda en todas sus formas, con instrucciones “divinas” que
debe cumplir.
El giro estratégico que está
experimentando Estado Islámico debe considerarse en su justa medida, sin
sensacionalismos pero con seriedad.
El 'EI'
llama a sus terrroristas a atentar en mercados y estaciones de tren , y cita a
España
Durante las
últimas semanas, la organización terrorista Estado
Islámico está cosechando una serie de derrotas en el campo de batalla que,
a ojos de más de uno pueden significar el principio del fin de la misma, y con
ello de la amenaza global que representa. Cierto es que tanto en Siria como en
Irak, la situación de las huestes de Abu Bakr al-Baghdadi está muy cercana al
término de crítica.
Los avances
de las fuerzas conocidas como Rebeldes,
internacionalmente reconocidas y apoyadas, está resultando imparable,
principalmente por el apoyo de las operaciones aéreas de Occidente y Rusia, por el de las tropas terrestres del
Kremlin y de Teherán, y por el apoyo en forma de
“consejeros militares” de unidades de operaciones especiales norteamericanas y
británicas. Todo ello ha llevado a que se haya conseguido romper el cerco a la
ciudad de Manbij, urbe estratégica en el norte
de Siria por cuanto que forma parte de la vía de suministros para la
organización terrorista; también que se haya llevado a cabo un importante
avance sobre Aleppo, otra ciudad emblemática
que, casi en su totalidad ha vuelto a manos de los islamistas moderados, los
Rebeldes.
En Irak los acontecimientos no discurren por mejor
camino para Estado Islámico. Las fuerzas kurdas, unidas
al ejército iraquí, están acercándose peligrosamente a Mosul, segunda
ciudad en importancia en el país que otrora gobernase Saddam Hussein, la cual
de caer en manos de estos últimos, supondría una importante pérdida para los
islamistas. Es de destacar que para el propio al-Baghdadi, Mosul es un enclave
de vital importancia y lugar donde suele esconderse cuando la situación en la
capital del virtual califato, ar-Raqqah,
empeora. De hecho es donde, según las informaciones existentes, se encuentra
ahora.
Por último, el frente libio, considerado válvula de escape para
aliviar la presión que la organización está sufriendo en Siria e Irak, está
completamente roto, con la ciudad de Sirte casi en su
totalidad en poder del ejército libio y las milicias que lo apoyan.
Con estos
mimbres, que bien son una buena noticia después de los más de dos años que
Estado Islámico lleva sembrando el terror en Oriente Medio y el norte de
África, parece que la cesta que Occidente intenta tejer para acabar con esta
destructiva organización va tomando forma y consistencia. Sin embargo, con
estos mismos mimbres se debe tener en cuenta, y con ello adelantarse a los
acontecimientos, que Estado Islámico está desarrollando un peligroso giro estratégico que, indudablemente, tendrá
repercusiones en terceros países tanto del norte de África como de Europa.
Como ya
anunciase al-Adnani, portavoz de la organización,
Estado Islámico está preparado para “volver al desierto” y comenzar la lucha “desde cero, como
ya lo hizo hace años”. Este mensaje, que cuando fue emitido a
mediados de mayo fue considerado por más de uno como un elemento más de
propaganda, ya dejaba entrever el incierto futuro que la organización
terrorista iba a encarar. El paso de las semanas, y de los meses, le ha dado la
razón al dirigente islamista, y como se está viendo en Libia, las fuerzas que
luchan bajo la bandera negra de Estado Islámico han huido hacia el interior del desierto del Sahara que se
extiende a lo largo de la mitad sur del país.
Sin embargo estas derrotas en el campo de batalla, por otra parte
esperadas en cuanto se materializó la intervención occidental con fuerzas
terrestres, no pueden entenderse como una eliminación
de la amenaza que Estado Islámico representa, ni para el norte de África
ni para Europa.
De hecho, lo que está llevando a cabo la
organización terrorista, lentamente pero con gran determinación, es una evolución hacia las formas clásicas de terrorismo,
en cuanto que proponen atentados selectivos y de gran
impacto mediático. Este cambio estratégico, además de buscar crear el
caos y esparcir el miedo entre los habitantes de los países afectados, tiene la
segunda finalidad (si no la primera) de influir en la moral de sus combatientes
y mantener vivo el espíritu de lucha contra el
“infiel”, base programática de Estado Islámico y pilar fundamental de su
existencia.
En este
entorno, es necesario pensar en lo que España puede sufrir de esta
transformación estratégica de la organización terrorista.
Las tres
últimas semanas han sido de especial fijación en nuestro país en los vídeos
propagandísticos y posters de la organización terrorista y sus canales
mediáticos afines. Desde la amenaza que se dejaba ver contra la Basílica de la
Sagrada Familia de Barcelona hasta el último vídeo distribuido por la
productora de televisión Constancy, en el que de manera directa se nombraba a
España como uno de los países objetivo, las llamadas a llevar a cabo atentados
en nuestro territorio han sido significativas.
¿Quiere esto
decir que estamos ahora más en peligro que antes? En términos absolutos
claramente no; en términos relativos, la amenaza ha crecido.
De manera
general, no se puede decir que España está bajo una
amenaza mayor que la soportada hace un mes. Esto es el referido a
términos absolutos. Nuestro país sigue siendo una “asignatura pendiente” para
Estado Islámico, tal y como lo es Italia, por cuanto que alberga la
Ciudad-Estado del Vaticano, y es la cuna del catolicismo. No se puede afirmar
que por consiguiente la amenaza haya aumentado. Sin embargo, descendiendo a
términos relativos, es decir a la posibilidad de acciones incontroladas como
las que están teniendo como escenario Francia, Bélgica
o Alemania, esta amenaza se puede valorar como “in crescendo”.
Tomando como
ejemplo las publicaciones últimas llevadas a cabo en canales islamistas
próximos ha Estado Islámico, pero no controlados por la organización (y esta
matización es importante), existe una clara intención de alentar a acciones
individuales, a la par que la expansión de una sensación de inseguridad entre
la población que, objetivamente, está fuera de lugar. A colación de este
razonamiento podemos encontrar el famoso poster de la Sagrada Familia. Ni se
van a secuestrar aviones, ni se van a estrellar estos sobre la Basílica que comenzase a construir Gaudí. Este es un
claro ejemplo de propaganda de terror, que no va más allá de la intención de
implantar el miedo entre los habitantes de la Ciudad Condal y, por extensión,
del resto de España. Sin embargo, distintos son los llamamientos realizados de
manera directa a cometer atentados en territorio español, como el que se puede
identificar en el último vídeo emitido por
Constancy.
La comunidad musulmana en España es ciertamente importante,
y con ello de manera inevitable lo es también la existencia de elementos
radicales o potencialmente radicales. Ciudades como Madrid,
Barcelona o Valencia son focos aglutinadores de esos individuos
confundidos entre la diáspora seguidora de Mahoma y que respeta tanto las
creencias diferentes a las suyas como las formas de vida de su entorno.
La detección de estos individuos es
ciertamente difícil, incluso para los mismos musulmanes. Su grado de
auto-adoctrinamiento, de inmersión psicológica en el entorno radical, su
razonamiento del submundo creado a tal fin es de tal profundidad que llegan a materializar
una doble existencia, cual desdoblamiento de personalidad, de manera totalmente
natural.
Cierto es
que existen indicios que, observados por personal especializado, pueden dar
señales de esa radicalización, pero el problema reside entonces en la
penetración en esos círculos tan cerrados que envuelven a estos individuos. A
modo de ejemplo, para AICS poder preparar el
Informe de Inteligencia sobre las rutas logísticas seguidas por los islamistas
en España, publicado en este medio, tuvo que desarrollar una labor de
aproximación a determinados entornos durante tres meses, y la relación entre el
producto obtenido y la inversión de tiempo no se puede considerar satisfactoria
al cien por cien.
Así pues, el
giro estratégico que está experimentando Estado Islámico debe considerarse en
su justa medida, sin sensacionalismos pero con seriedad. La organización de
al-Baghdadi se ha dado cuenta de lo “rentable” que es el uso de individuos
instruidos ad hoc, con profundas creencias religiosas o no (como el caso del
suicida de Niza), pero que al fin y a la postre llevan a cabo la labor de
golpear a Occidente y provocar caos, miedo y sobretodo titulares.
Ante esto,
es necesaria la aplicación de procedimientos operativos quizá un poco
diferentes a los hasta ahora empleados. Si hace años la amenaza terrorista en
España se circunscribía al territorio nacional, en la actualidad esa amenaza
comienza allende nuestras fronteras. La labor policial, en cuanto que
actividades de obtención de información se refiere, debería extenderse
precisamente un poco más allá de nuestras fronteras. En Inteligencia este
concepto espacial se denomina Zona de Interés de
Inteligencia. Debemos, se debe, saber lo que
ocurre unos kilómetros más allá de nuestros límites territoriales para
determinar lo que nos puede afectar a corto plazo. Por otro lado, es
importante, o así se considera, comenzar a pensar como un islamista. No se debe
ver la amenaza de Estado Islámico como la de un gran grupo, error cometido
repetidas veces en Francia o Bélgica donde se persigue a una gran organización,
cuando es mucho menor en entidad, quedando reducida a dos, tres o cuatro
individuos. Pensar como un islamista proporciona entendimiento de sus acciones,
de su propaganda y de sus simbolismos, lo que permite evaluar con mayor
consistencia la amenaza. El Islam es una religión de
símbolos mucho más que el catolicismo. El islamista, por ende, siempre
tiene tendencia a relacionar el simbolismo que representa la propaganda en
todas sus formas, con instrucciones “divinas” que debe cumplir.
En
España contamos con dos Cuerpos policiales, Guardia Civil y Policía Nacional, de los que podemos presumir pero,
cierto es que nunca debemos vivir del pasado y evolucionar para mantener ese
nivel de eficacia y buen hacer hasta ahora demostrado. Se debe evolucionar
junto con la amenaza y no caer en errores cometidos por otros y que solo han
producido dolor y sufrimiento. Podemos decir que estamos seguros pero, como
alguien dijo una vez, un bien y un mal no duran cien años. Se acercan momentos
difíciles, o eso apuntan los hechos, y es necesario adelantarse a su llegada.
Sabemos hacerlo, solo hace falta coordinarse eficazmente. De la misma manera
que ellos, los que enarbolan la bandera de Estado Islámico aprenden de nosotros
a cada detención, a cada neutralización de elementos hostiles, nosotros debemos
aprender de ellos, conociéndolos cada vez más, pensando como ellos lo hacen e
interpretando las palabras y las imágenes como ellos las interpretan. Como una
vez me dijo el Director del Gabinete Jurídico de AICS, “no es saber que hay que
apretar un tornillo, sino saber qué tornillo hay que apretar”, la conversación
giraba en torno a los honorarios de los abogados.
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